viernes, 29 de agosto de 2008

Diario Sur 29/08/08: "Fallece un trabajador de 18 años en Nerja, el segundo en Málaga en menos de 24 horas"

[http://www.diariosur.es/20080829/local/axarquia/fallece-trabajador-anos-nerja-200808291712.html]
 
El suceso ha ocurrido sobre las 13.00 horas en una obra del Camino de Río Seco, y esta mañana murió un obrero de 19 años que reparaba el tejado del Palacio de Ferias y Congresos de Marbella. / Foto: Eugenio Cabezas
29.08.08 - 19:29 -
 
Fallece un trabajador de 18 años en Nerja, el segundo en Málaga en menos de 24 horas
Lugar del accidente. / Foto: Eugenio Cabezas
Un joven de 18 años ha fallecido hoy sobre las 13:00 horas cuando trabajaba en una obra del Camino de Río Seco en la localidad malagueña de Nerja y se ha convertido en la segunda víctima mortal en accidentes laborales en menos de 24 horas en la provincia, han informado fuentes de la UGT y de CCOO.
El obrero fallecido en Nerja no tenía las medidas de seguridad necesarias, ya que no llevaba ni casco ni arnés cuando cayó desde una altura de tres metros, han informado a Efe fuentes de la Subdelegación del Gobierno.
La otra víctima es un obrero de 19 años que reparaba el tejado del Palacio de Ferias y Congresos de Marbella cuando cayó desde una altura de nueve metros y fue trasladado al Hospital Costa del Sol de Marbella con pronóstico muy grave, donde ha fallecido a las 3:00 horas de hoy.
En este caso, la Consejería de Empleo ha tramitado un requerimiento de ejecución inminente de las medidas de seguridad necesarias a la empresa que ejecutaba las obras en dicho edificio, según han informado a Efe fuentes de este departamento.

martes, 26 de agosto de 2008

¿Y si Benicassim fuera Darfur?

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Blog Crónicas desde África

¿Y si Benicassim fuera Darfur?

[foto de la noticia]
MARCOS FERREIRO desde Darfur

26 de agosto de 2008.- Seguimos evacuados, en Jartum, metidos en negociaciones con los distintos actores: Gobierno, milicias, líderes civiles locales, ONU, hombres de negocios, otras agencias... Buscando garantías de seguridad para poder regresar. Pero las noticias que llegan por el momento no son nada halagüeñas y esto va a ir para largo. Así que voy a aprovechar para contarte un cuento:

Fib 2008. 1ª parte

Asistencia médica en el hospital del proyecto de MSF en Tawila, Darfur. (Foto: MSF).

Asistencia médica en el hospital del proyecto de MSF en Tawila, Darfur. (Foto: MSF).

Estás en el Festival de Benicassim junto a otras 18.000 personas acampadas en un ferial. Multitud de iglús apiñados bajo la solana, con apenas unos pocos árboles escuchimizados dando sombra a un puñado de afortunados. Durante la noche no se puede dormir por el calor y por el follón que montan los asturianos de la tienda de al lado, que no paran de tocar canciones de Ghetto. En cuanto sale el sol la tienda es un cocedero. A las doce ya estás a 38ºC, y lo que queda. Pero eres joven y mola.

Para ir al servicio tienes que hacer cola durante media hora, pues apenas hay un puñado de letrinas. Si quieres ducharte, otra hora de cola. Para ir a por comida toca caminar 3 km hasta el supermercado más cercano, o dejarte clavar por los chiringuitos dentro del recinto del festival. Da igual, esta noche toca My Bloody Valentine y eso lo compensa todo. Hace tres meses que sacaste las entradas y estás como niño con zapatos nuevos.

Se supone que el concierto empezaba a las nueve, pero son las 20.30 horas y no han salido ni los teloneros. El público se calienta con la espera y la desinformación. Corren rumores de que el Gobierno ha cerrado las fronteras por una supuesta amenaza terrorista, y de que a los extranjeros les han hecho volver en el aeropuerto. Este mismo día salía en los telediarios que el ejército había desplegado tropas en Valencia y Barcelona para combatir el crimen y la inmigración ilegal...

A medianoche sigue sin aparecer nadie por el escenario y el público está que trina. Aún no ha dado la cara nadie de la organización. Las protestas van en aumento, y se producen avalanchas. La policía pide refuerzos al cuerpo de Coslada. Varias vallas caen por la presión de las primeras filas. Los antidisturbios disparan pelotas de goma y botes de humo. Algunos espectadores les lanzan botellas. ¡PUM! ¿Eso ha sido un tiro? La gente se pone muy nerviosa y sale despavorida. Hay caídas, gritos, montoneras. En medio del tumulto pierdes de vista a tu hermana y a su novio. Te empujan, se te caen las gafas al suelo, y al agacharte un tipo enorme se te lleva por delante. Oyes el crujido de las lentes bajo las pisadas. Casi ocho dioptrías y te has dejado las de repuesto sobre la mesilla de noche, en tu casa. Genial. Encima, el mastodonte te ha machacado un tobillo. Consigues levantarte y salir del caos. Cegato y cojo, a duras penas vuelves a la tienda, esperando reencontrarlos. Entre el dolor y la confusión estás medio atontado. No entiendes lo que ha pasado.

Una joven baila entre la multitud en la inauguración del Festival, y otra espera su turno para recoger agua en un campo de refugiados. (Fotos: EFE | AFP).

Una joven baila entre la multitud en la inauguración del Festival, y otra espera su turno para recoger agua en un campo de refugiados. (Fotos: EFE | AFP).

Pasan las horas y tu hermana no aparece. Vuelves a buscarlos, pero la policía impide el acceso al escenario. Yendo por detrás, logras asomarte entre las verjas del backstage. Por unos segundos alcanzas a ver a tipos uniformados arrastrando lo que parecen cuerpos inertes. Pero un poli muy agresivo te da un porrazo en la cabeza y te echa de allí. Sangrando y alucinado, intentas llamar a casa, al 091, al 112, a los bomberos... pero no hay cobertura. ¡Mierda de móvil!

A tu alrededor oyes llantos histéricos, pero sin gafas apenas consigues distinguir bultos. Todo el mundo está conmocionado, magullado, atendiendo a los heridos o buscando desaparecidos. Los ves con el móvil en una mano, pulsando botones frenéticamente. Pero no hay forma, se ha caído la red o la han cortado. Tienes que buscar ayuda. Intentas coger el coche, pero las ruedas están rajadas. Te entra un escalofrío; no imaginas quién puede estar detrás de esto. Vas cojeando hasta el pueblo. Cuando llegas, está amaneciendo. Está desierto. No hay nadie. NADIE. Se han ido. ¿Por qué? Nada tiene sentido, como en una pesadilla. Las casas han sido abandonadas a la carrera; ni se han molestado en cerrar las puertas. Hay algún coche quemado por las calles y cristales rotos en las aceras. Casi todos los escaparates están reventados y las tiendas desvalijadas.

Coges la carretera de Castellón y echas a andar con intención de llegar al próximo pueblo. A dos kilómetros, encuentras cinco cadáveres en la cuneta, con impactos de bala. Entras en pánico. Estás atrapado. No hay forma de salir de Benicassim. Vuelves al camping con cuidado de no tropezarte con la policía. Preguntas a los vecinos asturianos por tu hermana, pero nadie sabe nada. Tampoco ellos encuentran a algunos de los que venían en su grupo.

Es mediodía, hace un sol infernal y el tobillo te duele horrores. También la cabeza. Llevas 28 horas sin dormir y no puedes pensar con lucidez. Pero, poco a poco, vas siendo consciente de que estás en una cárcel sin muros. No hay dónde ir, sin riesgo de que te peguen un tiro.

Agotado, vuelves a la tienda e intentas descansar. Piensas en comer. Buscas en la mochila. Te han robado. No queda nada. Y sigues sin noticias de tu hermana. Estás desesperado. Fuera se están organizando algunos grupos. Unos han asaltado el supermercado y hacen acopio de agua y comida. Preparan listas para racionar y distribuir los alimentos. Muchos no se fían de a quién o para qué dan su nombre. Al final el hambre puede más que el miedo, y todos se apuntan.

Personal de MSF evalúa el estado nutricional de un niño gracias al brazalete MUAC (que mide el perímetro braquial). Proyecto de Tawila, Darfur. (Foto: MSF).

Personal de MSF evalúa el estado nutricional de un niño gracias al brazalete MUAC (que mide el perímetro braquial). Proyecto de Tawila, Darfur. (Foto: MSF).

Esto tiene que salir en la tele. Seguro que alguien se da cuenta de lo que está pasando. Mantienes la fe en el sistema. Es imposible que pase desapercibido o que se permita. Este infierno acabará pronto. Alguien tiene que intervenir. No se te ocurre la posibilidad de un largo cautiverio. Pero más de uno lo piensa y se forman tremendas discusiones sobre el tamaño de las raciones y cómo dosificarlas. En algunos puntos de distribución hay peleas. Ya no te puedes fiar de tus vecinos.

Pasan los días. Cada vez hay más policías por los alrededores, violentos e inaccesibles. Sigue sin haber noticias del mundo exterior y no le encuentras explicación a lo que está pasando. La comida escasea y la gente empieza a hacer estraperlo con ella. Las condiciones del camping son insalubres: las letrinas no dan abasto y la basura se acumula por todas partes. Cada vez hay más gente enferma, lo que en cierto modo te favorece, pues haces tus trapicheos con el botiquín del coche.

La zona de conciertos ha sido cercada con alambre de espinos y los paramilitares patrullan la zona. Aparecieron hace una semana, y de cuando en cuando vienen al camping y hacen detenciones arbitrarias. Anoche, dos chicas se alejaron unos metros para ir a por leña y fueron asaltadas y violadas por tres uniformados. Y esta mañana apareció el cadáver de un chico en el camino a la playa. En el camping la gente está confeccionando una lista de desaparecidos. Van más de 300, la mayoría de la primera noche. Pierdes la esperanza de encontrar viva a tu hermana.

FIB 2008. 2ª parte

Pasan las semanas. Apenas queda comida en los almacenes. El otoño ha entrado con lluvias torrenciales. Estás famélico y calado en el interior de tu tienda. Sólo tienes unas bermudas, un bañador y un par de camisetas. Y un saco de dormir empapado.

Por fin llegan noticias del exterior, aunque confusas e incoherentes. La violencia se ha extendido a todo el litoral levantino y a parte de la Mancha. Casi todos los pueblos se han quedado desiertos. La población rural ha huído y se encuentra concentrada a las afueras de Valencia y Murcia, en campamentos parecidos al tuyo pero diez veces más grandes. Almansa ha sido arrasada y ocupada, y tu casa ya no es tuya. No puedes volver a tu anterior vida. Los paramilitares siguen por los alrededores del camping y los episodios de violencia se repiten. Ni siquiera sabes qué persiguen.

Un día, de forma imprevista, aparecen unos camiones con comida, conducidos por unos cuantos extranjeros que no hablan español. No sabes de dónde salen, pero al menos ellos sí están al corriente de vuestra existencia. ¡El mundo sabe que estáis ahí! Se despierta en todos la esperanza de que el fin esté próximo. Pero tras entregar la carga se van, sin que llegues a enterarte de quiénes son. Pasan las semanas, y la ilusión se va difuminando. Un mes después de la primera visita, los extranjeros regresan. Se reaviva la esperanza, pero esta vez con más dudas. En efecto, la operación se repite: llegan con sus camiones, entregan la comida y se largan. Vuelven otro mes y otro, y así periódicamente. Empiezas a comprender que los de los camiones no os van a sacar de allí, tan sólo van a manteneros con vida.

Los jóvenes buscan refugio para el calor bajo una tarima en el FIB. En un campo de refugiados las mujeres esperan al sol. (Fotos: EFE).

Los jóvenes buscan refugio para el calor bajo una tarima en el FIB. En un campo de refugiados las mujeres esperan al sol. (Fotos: EFE).

Entra el invierno, sin futuro ni esperanza. Consigues hacerte con algo más de ropa y una manta, pero tienes el frío metido en los huesos. Las enfermedades hacen estragos, y la mortalidad se dispara. Un domingo de enero llegan más extranjeros, con otros vehículos y otras banderas. Hacen unas cuantas preguntas y se van. Al cabo de unas semanas regresan y montan un hospital de campaña con cuerdas y lonas de plástico. Hasta han acondicionado una pequeña maternidad, pues ya se han producido los primeros partos dentro del camping. Entre la comida de unos y la atención médica de otros, la salud de todos vosotros va mejorando. También aparecen unas tropas extranjeras y se vuelve a encender una débil chispa de esperanza, pero simplemente se convierten en tus nuevos vecinos, sin más. Una vez más se desvanece la ilusión de que el fin esté próximo.

Pasan los años. Del antiguo camping apenas queda rastro. Sobre la misma explanada se levanta ahora un barrio de chabolas. La gente se ha ido buscando la vida y han reforzado las tiendas con lo que han encontrado: ramas, ladrillos, planchas de cinc... También hay un pequeño mercado con productos que llegan de Castellón y de Elche. Pero, en esencia, todo sigue igual: continuáis sin recobrar la libertad de movimientos ni la dignidad. A la violencia institucional se le añade la de nuevas bandas que van floreciendo dentro y fuera del campamento.

Un día te cuentan que un juez chino ha dictado orden de arresto contra el presidente del gobierno por crímenes contra la humanidad. Corre el rumor de que esto va a ser un nuevo Sarajevo. En el campamento hay reacciones encontradas: optimistas que ven cerca el fin de sus penas y pesimistas que temen que todo vaya a peor. Los más sensatos se temen que todo seguirá igual: ni Sarajevo, ni justicia, ni paz, ni leches. Que aquí se quedarán, por muchos años: alimentados, golpeados, curados, en un bucle infinito. Una vida más parecida a la de un vegetal que a la de un ser humano.


¡Abre los ojos! No eres de Almansa, eres darfurí. Hace cinco años tenías casa, familia y tu trabajo. Eras profesor de instituto en Tina y disfrutabas de una vida tranquila. Tenías un huerto y un rebaño de cabras que cuidaba tu sobrino cuando impartías clase. En fiestas y días de mercado venías a Tawila con tu hermana, y os reíais oyendo a los cuentacuentos. De la noche a la mañana lo perdiste todo y te viste abocado a este campo de desplazados. Ahora sólo eres una planta.

Nuevas muertes en el trabajo en Andalucía


Julio acabo mal, esperemos que agosto acabe mejor.

 Un trabajador, de 56 años de edad, falleció el 14 de julio en Dos Hermanas (Sevilla) al sufrir una caída desde un tercer piso. El accidente se produjo alrededor de las 12:00 horas en unas obras que se estaban ejecutando en la calle Botica de Dos Hermanas, cuando el obrero, que se encontraba trabajando en un andamio a trece metros de altura, cayó al vacío.

El 16 de julio un trabajador, de 50 años de edad, falleció ayer tras caerle encima una alpaca de plástico prensado de más de 500 kilos de peso cuando descargaba la mercancía de un camión en las instalaciones de una empresa de reciclado ubicada en Las Norias de Daza en El Ejido (Almería). El suceso se produjo al abrirse, por causas que aún se desconocen, una de las puertas traseras del camión y caer la alpaca sobre el trabajador. El mismo día en el municipio sevillano del Viso del Alcor falleció un guarda de seguridad, de 48 años de edad, al ser tiroteado cuando se encontraba trasladando sacas de dinero hasta una entidad bancaria. Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 10:30 horas en la calle Real del citado municipio donde los vigilantes habían estacionado el furgón de seguridad y comenzaban a trasladar las sacas de dinero, cuando un sujeto irrumpió en la calle y abrió fuego contra los guardas.

El 24 de julio se produjeron dos nuevas muertes en el trabajo en Andalucía. Un feriante, de 24 años de edad, falleció de noche  en la estación de Benaoján (Málaga) tras recibir una descarga eléctrica mientras estaba subido a un poste de electricidad. Asimismo, en la tarde una persona falleció y otra resultó herida tras salirse de la vía el trailer que conducían en la A-3150 a su paso por la localidad cordobesa de Palma del Río. El suceso tuvo lugar sobre las 17:00 horas en el kilómetro 3.700 de la carretera A-3150, cuando por causas que se desconocen el trailer, cargado de sandías, colisionó con una vivienda deshabitada.

"NO MÁS MUERTES EN EL TRABAJO, EL TRABAJO ES PARA LA VIDA" 

"QUE LOS OBREROS MUERTOS EN EL CAMPO DE HONOR DEL TRABAJO Y DE LA LUCHA DESCANSEN EN PAZ"
 
Delegación de Pastoral Obrera de Sevilla.

 

domingo, 17 de agosto de 2008

Málaga Hoy, 18/08/08: "El indispensable placer de dormir"

[http://www.malagahoy.es/article/malaga/207283/indispensable/placer/dormir.html]
 

El indispensable placer de dormir

Casi un tercio de la población tiene alteraciones del sueño · Algunos enfermos son ingresados y grabados en vídeo durante una noche mientras duermen para descubrir el origen de su patología

Leonor García / Málaga | Actualizado 18.08.2008 - 01:00
 

Una paciente se somete a una prueba relacionada con el sueño.

"Crece de noche como los pepinos", dice una afirmación popular. Y tiene mucho de cierto porque los niños segregan la hormona del crecimiento mientras duermen. Es sólo una de las múltiples funciones del sueño, una actividad neurofisiológica a la que no se le da importancia pero que es tan indispensable para el ser humano que tiene que dedicarle un tercio de su vida.

Pero dormir no es perder el tiempo, como piensan quienes están de vacaciones o de juerga y quieren aprovechar despiertos el mayor tiempo posible. Es una función imprescindible que el jefe del Servicio de Neurofisiología del Hospital Carlos Haya, Enrique Bauzano, compara con la de desfragmentar el disco duro de un ordenador: "Pensemos en una oficina llena de ficheros, cajones, carpetas y subcarpetas donde todo el día hay personas que sacan y mueven papeles. El sueño REM (la fase profunda) lo ordena todo".

La falta de sueño provoca mal humor y lentitud de reflejos . "Descansar físicamente se puede conseguir tumbándose, pero el descanso psíquico sólo se logra con el sueño", resume Bauzano. Y pese a que parece fácil, no siempre se duerme bien. Se estima que casi el 30% de la población tiene alteraciones del sueño. La edad, un sinnúmero de patologías y los fármacos trastocan el deleite de dormir del tirón.

El Servicio de Neurofisiología atiende estos casos. Hay personas que tienen dificultades para dormir (insomnio), otras que lo hacen de pronto (narcolepsia), que aprietan las mandíbulas, que padecen sonambulismo, que hablan dormidas, que tienen desajustes en la epilepsia por trastornos del sueño o que no lo concilian porque cuando se acuestan necesitan imperiosamente mover las extremidades inferiores (síndrome de pierna inquieta). El listado de casos es amplísimo. La neurofisiología -una especialidad compleja y poco conocida- busca las causas y el tratamiento. Por ejemplo, ahora se sabe que el síndrome de pierna inquieta se debe a una alteración en la sustancia que transmite las órdenes del cerebro. Con la medicación adecuada, el paciente mejora.

Para acertar en el diagnóstico los neurofisiólogos recurren a distintas pruebas. Unas se hacen mientras el paciente duerme por la noche, otras necesitan menos tiempo y bastan cuatro horas de sueño diurno y para algunas es necesario que el enfermo no haya pegado ojo. Bauzano explica que con la privación de sueño, el cerebro está más cansado, baja la guardia y aporta una información diferente, como ocurre con un corazón sometido a un electrocargiograma de esfuerzo.

Algunas pruebas requieren el ingreso. Los especialistas se encargan de conectar al paciente a un montón de cables que miden desde la actividad cerebral y del corazón hasta el movimiento de los ojos, la respiración y el tono muscular. El resultado es una docena de trazos como los de un electrocardiograma que, analizados en conjunto, permiten concluir un diagnóstico. Además, el enfermo es grabado en vídeo para contrastar la expresión física con las alteraciones que el electroencefalograma recoge en la corteza cerebral. A veces, puede llegar a grabarse al paciente hasta 72 horas. Cuenta Bauzano que una vez, un niño estaba ingresado porque tenía movimientos espasmódicos en las piernas. El vídeo mostraba esas alteraciones, pero a nivel cerebral el electro no recogía problema ninguno. Al final, la neurofisiología descubrió que el pequeño era un embaucador precoz.

sábado, 16 de agosto de 2008

Diario Sur 17/08/08: "Empresas limitan el acceso a Internet de su plantilla para que no pierda el tiempo navegando"

[http://www.diariosur.es/20080817/malaga/empresas-limitan-acceso-internet-20080817.html]

Empresas limitan el acceso a Internet de su plantilla para que no pierda el tiempo navegando

Creen que el uso indebido de la Red afecta a la productividad y pone en peligro la seguridad de sus datos. Cuatro de cada diez malagueños admiten que aprovechan su horario laboral para realizar trámites 'on line'
17.08.08 -
Empresas limitan el acceso a Internet de su plantilla para que no pierda el tiempo navegando
¿VIGILADOS?. La empresa tiene que advertir a los empleados si pone en marcha algún sistema para controlar las páginas que se consultan desde los terminales. / SUR

lunes, 4 de agosto de 2008

Un ex profesor triunfa en la Red con su visión de la crisis 'subprime' de EEUU

[http://www.malagahoy.es/article/economia/195775/ex/profesor/triunfa/la/red/con/su/vision/la/crisis/subprime/eeuu.html]
 
Leopoldo Abadía, de 75 años, es el autor del artículo 'La crisis ninja', que explica de forma sencilla la crisis económica y que ha conseguido más de 165.000 visitas.
 
Internet ha cambiado en apenas siete meses la vida de Leopoldo Abadía, un ex profesor del IESE de 75 años de edad cuyo artículo La crisis ninja, que explica en un lenguaje llano y coloquial la crisis 'subprime' de EEUU, se ha convertido en un fenómeno inesperado que ya lleva más de 165.000 visitas en la Red.

Abadía, que dejó la enseñanza hace 15 años para dedicarse a la consultoría, escribió el artículo en una tarde de domingo de enero y lo distribuyó entre sus empleados por correo electrónico. Al cabo de unos días, La crisis ninja era objeto de apasionados debates hasta en los foros más insospechados.

Hasta que un día, después de que el artículo llegara por otras vías a uno de sus hijos y a que, después de citarse en un blog, éste recibiera 7.000 visitas de golpe, Abadía, aconsejado por su hijo Gonzalo, puso en marcha su propio blog, que ha recibido más de 165.000 visitas, entre ellas de Japón, Nigeria y hasta de Burundi.

Un diario electrónico le ha fichado como articulista y una editorial le ha encargado un libro. "Si me lo llegan a decir el 1 de enero no me lo creo", asegura este ex profesor de Política de Empresa, nacido en Zaragoza y residente en Barcelona, cuyo éxito atribuye a que procura no escribir "nada que no entienda".

La crisis ninja es un artículo escrito en orden cronológico que explica de manera sencilla el origen de la crisis inmobiliaria de EEUU y cómo se propagó por el resto del mundo hasta llegar a España.

El autor utiliza una caja de ahorros imaginaria, la caja de San Quirico (inspirada en la localidad barcelonesa de Sant Quirze de Safaja), cuyos clientes confían su dinero sin tener ni idea de que al otro lado del Atlántico se ofrecían 'hipotecas subprime' a clientes 'ninja' (no income, no jobs, no assets); o sea, sin ingresos, sin empleo fijo y sin propiedades.

Al tiempo que describe la bola de nieve en la que se convirtieron estas hipotecas al desplomarse el mercado inmobiliario estadounidense, Abadía inserta comentarios como "la globalización tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes, y sus peligros. La gente de San Quirico no sabe que está corriendo un riesgo en Estados Unidos".

Abadía, que asegura limitarse a "copiar" lo que lee en La Vanguardia, Expansión y el Times y -eso sí- "ponerlo en orden", concibió La crisis ninja como una entrada más en un diccionario de términos económicos que desde hace años enviaba por correo electrónico a sus compañeros de despacho.

Pero como el artículo resultó ser más extenso de lo habitual lo convirtió en un anexo del diccionario y, asegura, "tuve el 'fallo' de enviarlo a un par de amigos. Uno de ellos me contestó que le gustó y que se lo enviaba a otro par de amigos...Y ahí se me fue de las manos".

Preguntado sobre el alcance de la actual crisis, el ex profesor responde que "cuando la gente dice que si el crack del 29 fue mejor o peor que éste, digo que éste es peor, porque allí se hundió la bolsa americana, ¿y cuánta gente de San Quirico tenías acciones en la bolsa americana?: cero.

De momento le piden consejo empresarios de medio mundo y dedicará agosto a escribir un libro. Y sonríe cuando admite que su hijo ya le ha bautizado como el 'Chiki Chiki económico'.