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Cáritas agota sus fondos y reclama dinero para ayudar a las familias
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Indica que precisaría de 12.000 euros al mes para poder atender al gran número de personas necesitadas. Se duplican los casos que demandan este tipo de prestaciones urgentes
MATUCHA GARCÍA. MÁLAGA La situación económica se ha instalado ya en los parámetros de la preocupación y la alerta. Las familias que piden ayudas de emergencia se han duplicado a causa de la crisis. El pago de la vivienda y los alimentos son los conceptos más demandados. Cáritas, institución benéfica de la Iglesia, ya ha agotado su presupuesto para este concepto y realiza un llamamiento a la población para que realice donaciones que le permitan atender a estas familias necesitadas.
La previsión es que sigan aumentando las familias que llegan en situaciones "desesperadas", explica el director de Cáritas Diocesana en Málaga, Anselmo Ruiz. Necesitarían 12.000 euros al mes para hacer frente a estas peticiones. Asegura que los voluntarios comienzan a sentir una "gran frustración" al no poder ofrecerles nada a estos malagueños.
Los datos corroboran esta realidad. Si en todo el año 2007 se otorgaron 453 ayudas, tan sólo en el primer semestre de 2008 esta cifra ya se ha superado, con 478. La vivienda copaba un 15% de estas concesiones urgentes en 2007 y, en los seis primeros meses del presente año, ya ascienden al 27%. Los alimentos se sitúan en segundo lugar con el 15% (en 2007 representaban el 14%) y los gastos sanitarios ocupan el tercer lugar con un 12%, frente al 8% de 2007.
"Los datos son sangrantes y son situaciones económicas difíciles de solventar. ¿Cómo pagamos nosotros una hipoteca? Hay personas en una situación muy precaria, que no tienen nada. Hablamos de familias en las que uno de los cónyuges ha perdido el trabajo", indica Ruiz. El director señala además que la partida inicial de 150.000 euros fue incrementada posteriormente en 25.000 más, que "apenas" ha durado dos meses.
El delegado diocesano de Cáritas, Gabriel Leal, destaca por su parte la necesidad de "calibrar" el mercado. "Hay gente que se va al paro y ven cómo sus pisos que llevan pagando años con no pocos sacrificios van al banco", lamenta. Ruiz realizó un llamamiento a la responsabilidad personal de cada uno y también le pidió a las administraciones que reflexionen acerca de los motivos por los que se ha llegado a esta situación.
La nueva pobreza. También se ha modificado el perfil de las personas que solicitan intervención. Suelen ser jóvenes de 18 a 22 años, sobre todo mujeres con cargas familiares; desempleados de la construcción; personas que nunca han sido beneficiarios de las ayudas públicas ni de las de Cáritas; ciudadanos que perciben pensiones no contributivas o pensiones mínimas que no llegan a cubrir necesidades básicas o inmigrantes irregulares menores y jóvenes.
También aumentan las solicitudes de ayudas para los retornos voluntarios a los países de origen de los inmigrantes legales que llevan ya un tiempo trabajando. El empleo, tras la vivienda y la alimentación, es otro de los grandes motivos que llevan a estos ciudadanos a solicitar la ayuda de Cáritas.
El informe de los primeros seis meses de 2008 de esta institución de la Iglesia destaca además un aumento en el deterioro de las relaciones familiares, ansiedad, depresiones, etc.
De esta forma, existen dos grandes grupos dentro de los nuevos rostros de la pobreza. Por un lado, la familia española cuyo cabeza de familia varón (40 años o más) ha perdido el trabajo y que vivían con lo justo, por lo que no pueden afrontar la hipoteca. El segundo caso es el de las familias y personas inmigrantes regularizadas que también se quedan en paro.
