sábado, 31 de octubre de 2009

La crisis empuja a 20.000 amas de casa al mercado laboral y retrasa la jubilación

La crisis empuja a 20.000 amas de casa al mercado laboral y retrasa la jubilación

Las dificultades económicas que asfixian a las familias obligan a todos sus integrantes a buscar ingresos

El volumen de trabajadores activos de más de 65 años casi se ha doblado


01.11.09 -
 
La crisis no sólo ha puesto patas arriba los mercados financieros internacionales. Sus garras también han transformado por completo la propia estructura familiar, en la que ya no hay sitio ni para las amas de casa ni para el descanso de los mayores. Como recuerdan los expertos, toca arrimar el hombro y multiplicar esfuerzos para inyectar ingresos en las escuálidas arcas domésticas; realidad que obliga a todos los miembros del hogar a probar suerte en el ruedo laboral.
Los datos son elocuentes. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA) desde 2006, antesala del frenazo económico, hasta ahora casi 20.000 malagueñas que computaban como inactivas en el capítulo de amas de casa se han lanzado a la búsqueda de un empleo. De igual modo, en ese mismo periodo casi se ha duplicado el número de activos de más de 65 años, pasando de los 2.100 a los 3.700 contabilizados en la última oleada de la EPA en Málaga. Además, el colectivo de veteranos de más de 55 años es el único que ha sumado activos a sus filas en el último año, con un crecimiento de 11.300 personas, de 58.500 a 69.800.
 
Dramas humanos
Hasta aquí los números. El problema, como recuerdan al unísono sindicatos, empresarios y los propios colectivos afectados es que detrás de cada uno de ellos se esconden dramas humanos ligados a la crisis y al fuerte aumento del paro. Es lo que Francisco Aranda, presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT) denomina 'efecto del trabajador añadido'. «Se trata de personas que se incorporan a la búsqueda porque otro miembro del núcleo familiar ha perdido su empleo o simplemente por la mayor desconfianza e incertidumbre ante la posibilidad de que esa persona de referencia se quede sin él», destaca este experto al tiempo que explica que esta situación se da especialmente en mujeres y en mayores de 45 años. Sobre los trabajadores en edad de jubilación, Aranda considera que el acusado aumento de los hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro les puede estar empujando a prolongar su etapa profesional para asegurar el sustento económico.
Ambos fenómenos están calando en las oficinas de empleo temporal, que asisten atónitas a un espectacular aumento de candidatos de ambos perfiles. Juan Antonio Sánchez, director de Adecco en Andalucía, constata un repunte del 40% en el número de personas en edad avanzada que llaman a sus puertas. «Suelen ser mayores que tienen a sus hijos parados y necesitan dinero para afrontar las cargas familiares», dice. En el caso de las amas de casa, cifra el incremento de la demanda en un cien por cien y destaca que en zonas costeras como Torremolinos ha llegado a triplicarse. «El perfil coincide con una mujer de entre 40 y 55 años que ya ha criado a sus hijos, tiene a su marido en paro y busca trabajo en el sector servicios, como limpiadora o camarera de pisos, para lo que suele necesitar reciclaje», dice.
 
Baja cualificación
María Huelin, vicepresidenta de la Asociación de Amas de Casa Al-Andalus, también confirma esta tendencia que, como recalca, va en aumento. «El problema es que estas mujeres que están intentando reincorporarse al mercado laboral tienen una cualificación baja y, por tanto, sólo pueden acceder en su mayoría a empleos precarios», apunta.
La tesorera de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Capuchinos, Mercedes Villoslada, culpa al deterioro de la economía y al sistema de pensiones de la permanencia de los mayores de 65 en sus puestos de trabajo. «La vida está muy cara y con la paga no nos llega ni para la segunda semana del mes, así que no me extraña que todo el que pueda seguir trabajando lo haga». Un fenómeno que la secretaria de empleo de UGT, Auxiliadora Jiménez, tacha de retroceso. «El derecho a la jubilación es una conquista social. Es una pena que por ser las prestaciones insuficientes los trabajadores tengan que renunciar al descanso», critica.
En los mismo términos se expresa el vicepresidente de la Confederación de Empresarios, Javier González de Lara, quien subraya que ambos cambios sociales son «preocupantes» y destaca la unión y capacidad de adaptación de las familias malagueñas ante la crisis.

viernes, 30 de octubre de 2009

Economía española...

 

lunes, 26 de octubre de 2009

Los sindicatos exigen ante los tribunales que no se cierre el Byblos

Los sindicatos exigen ante los tribunales que no se cierre el Byblos

Presentan un escrito rechazando la clausura del hotel, ya que varias empresas están interesadas en su adquisición

 
En peligro. Imagen de archivo del hotel Byblos, en Mijas. l. o.
En peligro. Imagen de archivo del hotel Byblos, en Mijas. l. o. 

LA OPINIÓN. MÁLAGA La UGT, CCOO y la CGT presentaron ayer un escrito conjunto en el juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga en el que se oponen al cese de actividad en el hotel Byblos, ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo con alguna empresa interesada en su adquisición y el mantenimiento del empleo.

El establecimiento hotelero, de cinco estrellas, y con 114 trabajadores entre fijos y fijos-discontinuos, se encuentra en concurso voluntario de acreedores desde el pasado febrero, y desde finales de 2005 lo explota la promotora inmobiliaria Aifos, que se encuentra asimismo en suspensión de pagos.

Para presentar sus alegaciones, los sindicatos se basan en que con posterioridad a la propuesta de cese de la actividad, la administración concursal ha dejado abierta una posibilidad para la compra del establecimiento, ubicado en Mijas, ya que existe un protocolo de intenciones firmado con una empresa sueca llamada Trustfort.

A esta propuesta se ha sumado un grupo inversor de Dubai (Emiratos Árabes), que al parecer también estaría interesado en adquirir el establecimiento y mantener el empleo, según explicó a Efe el secretario de Turismo de la UGT en Málaga, José Antonio Sedano.

Ante esta situación, se plantea la posibilidad de negociar un expediente temporal de empleo en el hotel en aras de alcanzar un acuerdo con el futuro comprador, indicó.

La secretaria de Turismo de CCOO en Málaga, Lola Villalba, señaló que no entiende cómo la administración concursal ha pedido el cese de la actividad y la extinción de empleo de la plantilla cuando ha firmado un protocolo con Trustfort con el compromiso de mantener la actividad hotelera y el empleo.

Subasta. La situación del hotel es compleja, dado que el pasado julio un ciudadano inglés, en representación de la entidad Amsprop Spain, se adjudicó en una subasta por ejecución hipotecaria dos de las tres parcelas del complejo hotelero, en concreto las correspondientes a la talasoterapia y las pistas de tenis.

La opción de compra sobre la tercera parcela, en la que está ubicado el hotel, fue paralizada por Aifos, como propietario del inmueble, en un juzgado de Fuengirola, antes de que entrara en concurso de acreedores.

Tras las alegaciones presentadas por los sindicatos, existe un plazo de treinta días para negociar la liquidación de la empresa, de la que deberá informar la autoridad laboral antes de que el juez resuelva.

En el hotel Byblos, complejo que cuenta con más de 21.000 metros cuadrados y 144 habitaciones, se han hospedado personajes ilustres como la fallecida princesa Diana de Gales o los Rolling Stones.

domingo, 25 de octubre de 2009

Familias hundidas por la crisis

REPORTAJE: ROTOS POR EL PARO

Familias hundidas por la crisis

El paro crónico abre un duro panorama de conflictos familiares. EL PAÍS ha recogido testimonios de afectados que quieren explicarse, y también los de aquellos otros a los que el orgullo y la vergüenza impiden incluso pedir ayuda públicamente

JOSÉ LUIS BARBERÍA 25/10/2009

Es como si una buena parte de la población estuviera con el agua al cuello braceando nerviosa y respirando con dificultad mientras la marea sigue avanzando. Tras inundar los consabidos sótanos de la precariedad y la exclusión social, la crisis ha alcanzado cotas de la clase media y ha penetrado en estancias tenidas por seguras. La expresión "nunca hubiera imaginado que esto podía pasarme a mí", se recita estos días en una letanía penitente surgida del estupor, la exasperación o la vergüenza. "Hace dos años me ganaba muy bien la vida de autónomo con una pequeña empresa de la construcción. Miraba a la gente que duerme en los bancos de la calle como si fueran marcianos, pero ahora he empezado a comprenderlos porque la distancia que me separa de ellos es ya mínima", dice Mariano Pérez Sandoval, de 47 años, portavoz de la asamblea de parados de Granada.

"Para salir adelante, lo primero es aceptar nuestra condición de pobres", piensa una víctima del desplome

"La clase media optará entre la exigencia del cierre de fronteras o la solidaridad", dice el profesor Pedro Cabrera

"También las personas deberíamos poder declararnos en quiebra", plantea un joven de la asamblea de parados

"Era tan fácil pedir crédito", se lamenta un inmigrante en paro con cuatro hijos y una deuda de 110.000 euros

La crisis ha arrojado al paro a un millón largo de personas en los últimos 12 meses, y hay muchos hogares con todos sus miembros en el desempleo. Trabajadores de la construcción y de la industria casados o en edad de procrear, jóvenes de escasa formación con contratos temporales, mujeres solas con hijos a su cargo, hombres separados y personas mayores tienen preferencia a la hora de ingresar en el nuevo "ejército de los pobres". Y es que, asfixiadas por las deudas y sin alternativa formativa para el recambio profesional, buena parte de estas gentes parecen abocadas a traspasar el umbral de la pobreza -ingresos inferiores al 60% de la renta media- e incrementar ese 20% de pobres (15% en la UE-25) que ha permanecido casi inalterable a lo largo de las tres "décadas prodigiosas" de bonanza económica.

En su informe a la comisión del Senado que analiza la exclusión social, el profesor de Ciencias Políticas de la Pompeu Fabra Sebastián Sarasa advierte del riesgo de que el hambre se instale en hogares de familias con hijos pequeños. Las diferentes Cáritas diocesanas acusan a la Administración pública de practicar la "dimisión de responsabilidades" en los servicios sociales, al tiempo que se declaran incapaces de "sustituir la misión del Estado". Algunos analistas creen que el 40% de los hogares españoles está amenazado en mayor o menor grado por esta crisis.

Sumergirse en el problema para ponerle ojos y rostros a la estadística, tomarle la temperatura a la angustia, palpar la densidad de la devastación, es exponerse a testimonios sobrecogedores, por mucho que se pretenda huir de los casos más tremebundos. En su versión más cruda, la crisis no ha tocado fondo en las colas ante los almacenes de alimentos de Cáritas, en las oficinas municipales de servicios sociales, en los comedores sociales y los albergues, en las asambleas de parados, en las reuniones de afectados por los embargos. Lo que se encuentra en esos circuitos son, sobre todo, gentes que no hacen pie. Algunos aceptan contarlo; otros muchos se niegan, porque la miseria se oculta y camufla frecuentemente, y el orgullo y la vergüenza impiden, a menudo, gritar socorro.

"Nosotros, como los toxicómanos con lo suyo, tenemos que aprender que para salir adelante lo primero es aceptar nuestra condición de pobres", susurra entre lágrimas Jacinto Alejandro Silvente, comercial del sector mobiliario y la decoración de lujo arruinado tras el desplome de la construcción. Este hombre de 57 años, educado en Francia, nada religioso, profesa una devoción absoluta a los voluntarios de Cáritas de Valencia -"nos han salvado la vida", enfatiza-, porque le trataron con "muchísima dignidad" y antes de pedirle la documentación de su caso les llenaron de comida el frigorífico. "Al contrario que en el Ayuntamiento, donde nos citaron para dos meses más tarde, ellos se dieron cuenta de que no teníamos nada para cenar, saben lo que significa un día para el necesitado".

Jacinto vive con su mujer, una hija separada y una pequeña nieta en el piso de su suegra, que falleció hace unos meses. "Compartió con nosotros su casa y su pensión de 600 euros", dice, y en ese momento se interrumpe vencido por la emoción. Tras consultar con la mirada a su mujer, como si lo que se disponía a decir resultara demasiado doloroso o escandaloso, cuenta que al morir su suegra y suprimirse la pensión empeñaron las joyas de la desaparecida en el Monte de Piedad. Durante estos meses terribles de búsqueda desesperada, "conserje o intérprete de idiomas para extranjeros, lo que sea", Jacinto ha hecho un cáncer de vejiga, y su mujer, Ángeles Serrano, de 55 años, ha entrado en tratamiento psicológico. Ella, que siempre dispuso de asistenta en casa, se ofrece como interina por horas.

El seísmo es de tal magnitud que está expulsando de sus hogares a aquellos que, con una economía familiar precaria y poco conscientes de encontrarse en la cuerda floja laboral, se lanzaron a adquirir una vivienda, contagiados por una euforia crediticia desaforada que ha llegado a abarcar el coche, las vacaciones y la televisión de plasma. La pérdida de uno de los dos sueldos, el destinado a la hipoteca, es, en esos casos, la antesala del embargo, el resquebrajamiento del proyecto familiar, la catástrofe. El hacinamiento severo y el subarriendo de habitaciones a precios abusivos se extienden por el país del millón de viviendas vacías. Son las ocho de la noche en un piso de Cáritas del centro de Valencia. El hispano-colombiano Gustavo Adolfo Maldonado, de 34 años, se afana en preparar la cena de sus hijos, cuatro caritas aseadas de 11, 9, 2 y 1 años que corretean por la sala. Falta la madre, Diana, de 30 años. Trabaja de interina en Londres y con lo que gana mantiene a su familia. Salió de España cuando todavía amamantaba a la más pequeña porque, cerradas todas las puertas, Londres, donde vive su hermana, pareció la única vía de supervivencia. No es un caso aislado. La desagregación familiar amenaza particularmente a las parejas inmigrantes en apuros. La falta de red familiar y social obliga con frecuencia a uno de los dos a regresar a su país de origen.

Gustavo vino a España hace nueve años. Trabajaba en la Ford de Almusafes como soldador y ganaba 1.600 euros que, sumados a los 700 que sacaba su mujer en la hostelería, les animaron a embarcarse en un crédito de vivienda de 138.000 euros. "Tres años después, habíamos rebajado la deuda a 110.000, pero llegó la crisis, no me renovaron el contrato y mi mujer perdió el empleo", cuenta con una cadencia dulce y esa elegancia tonal de los latinoamericanos. "Hubo que optar entre comer o pagar la hipoteca. En el banco me indicaron que mis problemas personales no les interesaban". A la espera de los 420 euros de la ayuda posdesempleo y mientras aguarda la orden de desahucio, saca un dinero con el alquiler de su piso. Comenta que, al principio, le costó mucho hacerse cargo de los niños y que todas las mañanas tiene que hacer un esfuerzo para no derrumbarse ante ellos, pero que adora a su mujer. "Como dicen ustedes, hay que tener un par para irse así, a Londres. Nos comunicamos por el Skype de Internet, que le sale casi gratis. Es el único capricho que nos damos: poder vernos y hablarnos. Ella sufre mucho por no poder abrazar a sus niños".

Descomponer la estadística del paro por grupos sociales ayuda a hacerse una idea más cabal de la sociología de la devastación. Y es que los inmigrantes y los jóvenes, víctimas preferentes de la precariedad laboral, soportan tasas del 36% de paro, tres veces más que los autóctonos maduros. Aunque las políticas varían notablemente de una autonomía a otra, las familias de inmigrantes sin permiso de residencia encuentran muchas más dificultades para acceder a las rentas mínimas, excepto en Euskadi, donde existe una suerte de salario social. Los profesionales y voluntarios que trabajan a pie de obra con los más necesitados -no esperen ahí a los sindicatos- alertan de que el grueso de los parados entrará pronto en la segunda fase, caracterizada por el agotamiento de las prestaciones sociales y la acumulación de los problemas.

No es arriesgado suponer que la cronificación del paro abrirá un panorama de conflictos familiares -los divorcios disminuyen, probablemente porque la gente no puede pagárselos, pero aumentan los malos tratos y las rupturas afectivas bajo el mismo techo-; y regreso a la ilegalidad de inmigrantes que necesitan renovar sus contratos de trabajo para poder seguir residiendo en nuestro país. "Dentro de un año habrá aumentado mucho la economía sumergida, la prostitución autóctona y los pequeños robos y atracos", vaticina Mercè Darnell, analista de Cáritas. Es seguro que los 30.000 sin techo que vagabundean en nuestro país encontrarán nuevos compañeros en su viaje a ninguna parte.

"Era tan fácil pedir crédito. Como los alquileres estaban casi tan altos como las cuotas de las hipotecas, parecía cosa de tontos no meterse en un piso", exclama Gustavo Gaytán Ardilla, de 46 años, padre de dos hijos, colombiano de Bogotá, conductor profesional. Al igual que otros "ahogados por las hipotecas", él también se ha unido a grupos alternativos juveniles catalanes que pelean desde hace años por el derecho a la vivienda. Por chocante que pueda resultar la unión de estos inmigrantes autónomos de edad madura con los jóvenes contestatarios barceloneses, hay que creerlos a pie juntillas cuando te dicen, con la emoción en los ojos, que estos muchachos son las únicas personas que les han escuchado y animado a luchar. Escuchar al necesitado merece convertirse en precepto, a la altura de "dar de comer al hambriento" o "visitar al enfermo", que predica la caridad cristiana. Tal es la sensación de invisibilidad y nulidad que ataca a los parados más indefensos.

"El pasado 6 de enero, día de Reyes, Gustavo Gaytán conducía un camión frigorífico cargado de fruta por las inmediaciones de Nápoles, después de haber pasado todas las navidades solo, en la carretera, lejos de su familia. Se encontró en una recta muy larga con final en curva cerrada que salvaba un precipicio. La idea empezó a abrirse paso en su cabeza: "no cojas la curva y acaba con la hipoteca y con todo". Iba lanzado, pero clavó las ruedas en el asfalto en el último segundo porque dice que pensó en sus hijos y en ese matrimonio de españoles que, llevado por su generosidad, le avaló el crédito hipotecario con su propia vivienda y que ahora puede quedarse en la calle, como él. "Me pone enfermo ver lo que están sufriendo por mi culpa, pero no puedo hacer nada. Cuando firmé el crédito llegaba a ganar con las horas extras y los fines de semana hasta 3.800 euros al mes, mientras que ahora, en el taxi, apenas saco 1.200. Mi piso salió a subasta en julio y esto es ya un proceso imparable", dice.

Tal y como lo explican los damnificados, el proceso judicial se desencadena inexorablemente a partir de una serie de cuotas impagadas, aunque los jueces se lo piensen muy mucho a la hora de ejecutar el desahucio. "Embargan tu casa, la sacan a subasta y como no hay subasteros que pujen, el mismo banco se la queda por el 50% de su valor de tasación. Hacen un buen negocio y tú te quedas sin el piso, con la deuda pendiente y con el pago de las costas judiciales que, en mi caso, suponen la barbaridad de 73.000 euros. Es una condena de por vida".

En estos encuentros soplan vientos tempestuosos contra los bancos y los gobiernos. "Que se enteren los políticos: si la gente no paga es porque no puede. Debería caérseles la cara de vergüenza al ver que se embargan casas con niños y que gente adulta tiene que vivir de la pensión de sus padres", alza su voz ronca María Blanca Yaya, de 44 años, vecina de Alfacar (Granada), separada y con un hijo de 16 a su cargo. "Mis clientas tenían a sus maridos en el andamio y cuando la construcción se vino abajo tuve que cerrar mi tienda de ropa. Mi piso sale a subasta el 10 de noviembre", afirma, exasperada.

También a Elena Diéguez se le ha hundido el mundo este año. Maltratada por su marido, separada y con un niño de tres años, vive con 421 euros de la ayuda familiar. "Lo mío es para echarse a llorar y no parar; mi marido no me pasa la pensión y ya no sé qué hacer para conseguir un trabajo", indica esta bilbaína de 35 años, camarera de profesión. Desde que quebró la empresa familiar de la construcción, en el hogar de Celia Díaz Campos, de 39 años, con dos hijos, no entra otro salario que los 480 euros que gana como limpiadora de fin de semana en un hospital. "Estamos en la ruina. Nos han quitado el piso, la maquinaria y los vehículos. Si comemos en casa es gracias a la pensión de mi padre y a la ayuda de mis hermanos". Los anuncios de que las grandes corporaciones repartirán beneficios crispan muchos los ánimos. "También las personas deberíamos poder declararnos fallidas, en quiebra, como en Inglaterra", plantea uno de los jóvenes asamblearios.

"He llegado al punto de que me fallan las fuerzas para seguir buscando trabajo", dice Dora Cubilla, de 38 años. En 2006 dejó su puesto de profesora de matemáticas en un instituto de Buenos Aires para seguir a su marido. La crisis les ha pillado de lleno y como ya no les llega para vivir, ella trata de emplearse en lo que salga, limpiando casas a cuatro euros la hora, lo que sea. "Hasta ahora creía que tener tres hijos era una bendición, pero he descubierto que cuando se trata de buscar trabajo resulta un obstáculo insalvable. Ser mujer y extranjera tampoco ayuda, seguro. Estoy tan desesperanzada", dice, y se aprieta las manos en un gesto nervioso, "que he empezado a dudar de mí misma, de mi capacidad, de mi propia identidad. Y menos mal que aquí, en Castellón, está la Fundación Patim, que nos ayuda mucho", indica. Castellón es un buen exponente del terremoto que ha sacudido nuestro país. En poco más de un año, la provincia que ostentaba el privilegio del pleno empleo técnico -menos del 5% de paro- ha pasado a liderar la destrucción masiva de los puestos de trabajo.

Ahora que no trabaja en la obra, sólo alguna chapuza ocasional, el nigeriano Clive Edosa Uwadiae, un hombretón de 36 años, se levanta todos los días con el cuerpo hecho polvo y una punzada de dolor en la cabeza. Como no puede pagar la hipoteca, trata, infructuosamente, de que el banco se quede con su piso a cambio de la deuda. "Necesito un trabajo para comer y renovar mis papeles", insiste. Por primera vez en los 10 años que lleva en España, Clive no ha enviado este mes a Nigeria los 150 euros que permiten vivir a su numerosa familia. "Sería triste volver, porque mi pueblo sólo es bonito cuando lo miras desde lejos". La cosa se ha puesto imposible para gentes como José Luis Coronado, un antiguo heroinómano con antecedentes que necesita culminar su larga rehabilitación con la estabilidad de un empleo. "El trabajo es la manera de cerrar definitivamente la puerta del pasado. La gente con problemas tiene malos pensamientos cuando está parada y a algunos nos resulta difícil abrirnos a pedir auxilio", indica.

"¿No podéis ayudarnos? No tenemos nada que comer". El alcalde de Yuncos (Toledo), Gregorio Rodríguez (PP), oyó esta súplica desde su despacho un mañana de enero. Surgió así el plan municipal que otorga vales de comida e higiene por valor de dos euros por persona y día a los miembros de las familias en paro empadronadas que no sumen más de 120 euros en subsidios. "Una familia de cuatro miembros se asegura comida por valor de 56 euros semanales sin necesidad de ponerse a la vista de todo el mundo en un comedor social. Es suficiente para sobrevivir haciendo economías y el gasto sólo supone el 1% del presupuesto municipal, nada que no podamos ahorrar reduciendo partidas como la dedicada a las fiestas", indica el alcalde. Su vecino Juan María Sánchez, casado y con un hijo, dice que si comen en casa es gracias a esta ayuda. "Cobro 700 euros de paro y pago 500 de alquiler; el mes que viene tendremos que meternos en una habitación".

Todas y cada una de las personas que los viernes a mediodía recogen su sobre con el vale de comida tienen una historia que contar, pero pocas tan desgraciadas como la de este hombre menudo de 41 años, Antonio López, carpintero encofrador, padre de dos mellizos de ocho años que sale de las oficinas municipales con los ojos enrojecidos. Cuenta que al quedarse en paro se le ocurrió abrir un bar con un préstamo hipotecario avalado con el piso de sus padres. El negocio resultó ruinoso y sus padres se han quedado sin casa. "Vivimos gracias a los 700 euros de la pensión. Busco trabajo, pero también tengo que criar a mis hijos. Mi mujer se suicidó con pastillas hace dos meses. Mirando sus papeles, nos enteramos de que le habían diagnosticado un cáncer. Se ve que no pudo aguantar más, pero nos ha dejado muy solos a los tres".

A riesgo de que sus palabras suenen peregrinas en los estratos más castigados por la crisis, Laia Fábregas, autora del documental 501, que expone las emociones de un grupo de mujeres de mediana edad despedidas de Levi's, pone un toque esperanzador con la idea de que el paro puede ser también una segunda oportunidad individual y colectiva. Economista y hoy directora del Instituto de Cine Catalán, Laia Fábregas sostiene que "la crisis está pidiendo a gritos que pensemos qué sociedad queremos ser". En un plazo más inmediato, el país de la OCDE que más desempleo y trabajo precario crea y que gasta en protección social siete puntos menos que sus vecinos de la zona euro, tendrá que decidir cómo abordar el problema.

"La clase media optará entre dos reacciones básicas: la del miedo y la de la solidaridad. La primera se salda con demandas de cierre de fronteras, penalización de la acogida de inmigrantes irregulares, crecimiento de la población encarcelada y atrincheramiento en los privilegios adquiridos", afirma Pedro Cabrera, profesor de sociología en la Universidad de Comillas. "Si se opta por la solidaridad, deberíamos ir más allá de la beneficencia y de los comedores de caridad e interrogarnos sobre el desastre burocrático de las ayudas, la bajísima dotación de recursos y la descoordinación entre las diferentes áreas de la Administración. Eso significaría reorganizar eficazmente los sistemas de protección social, darles una mayor prioridad presupuestaria y cobrar los impuestos correspondientes a todos aquellos que deben pagarlos", subraya Pedro Cabrera.

Se trata de evitar el desmoronamiento de una parte de la sociedad. Conseguir salir de esta crisis sin el corazón colectivo demasiado encanallado ya sería un triunfo.

viernes, 23 de octubre de 2009

El paro en Málaga baja en 40.500 personas durante el tercer trimestre del año

El paro en Málaga baja en 40.500 personas durante el tercer trimestre del año

La tasa de desempleo se situó en el 23,1 por ciento de la población activa, 4,5 puntos menos que en el trimestre anterior

23.10.09 - 10:41 -
 
El paro en Málaga bajó en 40.500 personas en el tercer trimestre, hasta los 173.900 desempleados, y la tasa se situó en el 23,1 por ciento de la población activa, 4,5 puntos menos que en el trimestre anterior, según la Encuesta de Población Activa (EPA), difundida hoy por el INE.
En cambio, si se compara con el tercer trimestre de 2008, cuando la tasa de paro se situaba en el 18 por ciento, el número de parados se ha incrementado en 36.200 personas en la provincia.
En el tercer trimestre, había 577.400 personas ocupadas en Málaga -323.000 hombres y 254.500 mujeres-, lo que supone 15.900 personas más que en el segundo trimestre. La tasa de actividad se sitúa en el 57,81 por ciento, dos puntos menos que en el trimestre anterior.
La tasa de paro en la provincia durante el periodo señalado (23,14) fue inferior a la media andaluza (25,64) y la segunda más baja de la región tras Huelva (22,14), mientras que la más elevada se registró en Almería (30,64).
Del total de parados, 100.100 eran hombres y 73.700, mujeres, frente a los 115.600 y 98.800 registrados en el segundo trimestre, respectivamente.
Según los datos de la EPA, el paro bajó en Andalucía en 4.300 personas en el tercer trimestre, hasta los 994.400 desempleados, y la tasa se situó en el 25,64 por ciento de la población activa.
Este indicador recoge también que el desempleo en España bajó en 14.100 personas en el tercer trimestre, hasta los 4.123.300 parados, y la tasa se situó en el 17,93 por ciento de la población activa, una centésima más que en el trimestre anterior.
El número de ocupados en el total nacional se redujo en 74.800 personas y se situó en 18.870.200, la menor cifra desde el primer trimestre de 2005. De esta forma se desacelera la subida del paro ya que en el trimestre anterior subió en 126.700 personas con respecto al anterior.

miércoles, 21 de octubre de 2009

El 29% de los andaluces viven bajo el umbral de la pobreza

El 29% de los andaluces viven bajo el umbral de la pobreza

Un 69,9% de los andaluces tienen dificultades para llegar a fin de mes y un 25,4% de hogares ven descender sus ingresos en el último año, según el INE.

europa press, sevilla | Actualizado 21.10.2009 - 19:53
 
El 28,9% de residentes andaluces, 9,3 puntos por encima de la media nacional -19,6%- vive por debajo del umbral de pobreza relativa, según recoge la Encuesta de Condiciones de Vida del año 2008 hecha pública por el Instituto Nacional de Estadística (INE), donde se apunta que la renta media por persona en el año 2007 se cifró en la Comunidad en 7.743 euros anuales.

Según dicho estudio, Andalucía presenta, junto a Extremadura (con un 38,4%), las mayores tasas de riesgo de pobreza en España, mientras que las comunidades con menor proporción de población por debajo de dicho umbral son Navarra (6,5%) y el País Vasco (8,5%).   

Analizando la renta media por persona en Andalucía, en el año 2007 se cifró en 7.743 euros anuales, frente a los 9.560 euros de media nacional, mientas que la renta media por hogar ascendió a 22.146 euros en 2007. Asimismo, la renta media por unidad de consumo ascendió a 11.959 euros. En todos los casos, Andalucía es la comunidad, junto a Extremadura, con niveles más bajos de renta de España.

Asimismo, en 2008 un 69,9% de los andaluces tenían algún grado de dificultad para poder llegar a fin de mes, un porcentaje superior al 60% de media nacional y que se ha incrementado en relación con 2007, cuando el 66,7% de hogares no podían llegar a final de mes. De forma inversa, descendió en 2008 el número de hogares con facilidad para completar el mes en Andalucía, pasando del 33,3% de 2007 al 30,1% de hogares con facilidades en 2008.

Por otro lado, el 51,1% de los andaluces (hogares) no se pueden permitir ir de vacaciones fuera de casa más de una semana al año, porcentaje muy superior al 33,5% nacional. Asimismo, el 39,1% de las familias con hijos no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos y en un 7,8% de los hogares no se mantiene la vivienda con una temperatura adecuada durante los meses fríos.

El ingreso monetario medio neto por hogar percibido durante 2007 ascendió a 22.146 euros, frente a los 26.010 euros de media nacional, lo que vuelve a colocar a Andalucía en los niveles más bajos de la tabla, junto a Extremadura.  Además, un 2,6% de hogares andaluces no tenían préstamos pero los necesitaban, lo que traduce en 73.100 hogares en esta situación.

Asimismo, un 25,4% de hogares andaluces registraron un descenso notable en los ingresos en los últimos 12 meses, un total de 713.600 hogares, lo cual vino motivado en un 32,3% por la pérdida de puestos de trabajo o por encontrase en situación de desempleo.

Además, un 23,5% de hogares andaluces esperan que la situación en los próximos 12 meses sea peor a la actual, un 55,4% consideran que la situación será "más o menos igual" y un 20,1% cree que la situación mejorará. En 2007, un 59,8% de hogares percibían algún tipo de prestaciones sociales, lo que se traduce en 1.683.200 hogares andaluces.

En cuanto a los gastos mensuales medios de la vivienda, en Andalucía ascendieron a 236 euros, cifra inferior a la media nacional de 296 euros. Asimismo, un 24% de andaluces en 2008 no tenían ordenador personal por no podían permitírselo, frente al 17,6% a nivel nacional, mientras que un 30% no tenían coche propio por ese mismo motivo, frente al 22,7% de media nacional.

En relación con los problemas en la vivienda, el 6,4% de los andaluces sufrió escasez de luz natural en su vivienda en 2008. Mientras que en función de la zona donde está ubicada, el 10,9% padeció contaminación u otros problemas medioambientales, un porcentaje inferior al 13,2% de media nacional; el 15,1% se vio afectado por la delincuencia y el vandalismo y el 19,5% sufrió ruidos producidos por vecinos o procedentes de la calle, porcentaje inferior a la media nacional, del 21,8%.

El Puente Romano no readmitirá a los últimos despedidos

El Puente Romano no readmitirá a los últimos despedidos

 
Plazas. Instalaciones del hotel Puente Romano en Marbella.
Plazas. Instalaciones del hotel Puente Romano en Marbella.  L.O.

JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ. MÁLAGA El sindicato de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO de Málaga mantuvo ayer una reunión con la dirección del hotel Puente Romano de Marbella para tratar la readmisión de los tres últimos tres trabajadores despedidos –entre ellos un miembro del comité de empresa– y para garantizar el mantenimiento de los puestos de trabajo y terminar con lo que consideran como "represiones sindicales".
Al término de la reunión, la secretaria general de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO de Málaga, Lola Villalba, señaló que el hotel se negó tanto a readmitir a los despedidos como a negociar cualquier tipo de plan de prejubilación con los sindicatos. La dirección del hotel, que ya despidió de forma improcedente a 22 trabajadores hace ahora casi un año, alegó "motivos disciplinarios" para los tres despidos recientes y admitió que la plantilla del establecimiento, con cerca de 250 empleados, es excesiva para la actual coyuntura económica, según explicó Villalba. No obstante, el hotel no se plantea por el momento más despidos, aunque la plantilla está "profundamente preocupada". Próximamente se celebrará una asamblea de trabajadores en la que se decidirá las medidas a tomar.

Diálogo. Por su parte, el delegado provincial de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, Antonio Souvirón, pidió ayer diálogo entre los diferentes agentes económicos y sociales para resolver los conflictos laborales que afectan a varios establecimientos hoteleros en la Costa del Sol. Souvirón, que participó en Marbella en una jornada informativa sobre ´Actuaciones energéticas en el sector turístico, líneas de financiación e incentivos´, respondió así al coordinador provincial de IU, José Antonio Castro, quien el día anterior solicitó al Gobierno regional que se muestre "firme" ante este tipo de "injusticias laborales" y que criticó que Puente Romano haya recibido "subvenciones públicas millonarias" tras despedir a 22 trabajadores el año anterior.
"La principal fortaleza que tiene el turismo es el alto grado de acuerdo entre los agentes económicos y sociales", dijo Souvirón, que reconoció que pasamos "momentos complicados".

La automoción apura opciones antes de acudir a la huelga

La automoción apura opciones antes de acudir a la huelga

UGT y CCOO reclaman la firma del nuevo convenio que afecta a 8.000 personas en Málaga y esperan reunirse con los empresarios antes del primer paro el día 28

 
Protesta. Los sindicatos se concentraron a la puerta de unas de las asociaciones empresariales.
Protesta. Los sindicatos se concentraron a la puerta de unas de las asociaciones empresariales.  C. Criado

JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ. MÁLAGA Trabajadores del sector de la automoción y delegados de UGT y CCOO se concentraron ayer en representación de los entre 6.000 y 8.000 trabajadores del sector en Málaga a las puertas de las patronales de la Federación Malagueña de Automoción (Fedama) y la Asociación Malagueña de Automoción (Ama). El motivo era entregar una misiva como protesta ante la empantanada situación por la que pasa la negociación del convenio para este año 2009, lo que h motivado la convocatoria de cuatro días de huelga los días 28 de octubre y 4, 11 y 18 de noviembre. A partir de ahí, y si tampoco hubiera entonces solución, la huelga se tornaría indefinida a partir del 23 de noviembre.
La vigencia del último convenio culminó el 31 de diciembre de 2008, por lo que los salarios de este año todavía no se han actualizado.
El último acto de conciliación está convocado el próximo martes 27 en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla), aunque los sindicatos recibieron ayer la promesa por parte de las dos asociaciones empresariales que serán avisados antes para tratar de resolver la situación. Según explicaron ayer el secretario de la Federación del Metal, Construcción y Afines de UGT Málaga, José Rivas, y el secretario de Acción Sindical de esta federación, Rafael Paniagua, explicaron que los empresarios siguen planteando "subida cero" de los salarios para este año y para 2010, y sólo el IPC real para 2011. Los sindicatos, por su parte, se aferran al 2% de IPC previsto en su día por el Gobierno, aunque la realidad es que la inflación de este años se mueve en cotas negativas.
El problema es el mismo que sufren multitud de convenios colectivos en vigor pero pendientes de revisión en sus tablas salariales: los sindicatos se remiten a lo firmado o al IPC previsto, mientras que los empresarios aluden a la excepcionalidad de la situación que ha motivado la crisis para rechazar lo que consideran subidas, hoy por hoy, inasumibles.
"No vamos a permitir bajo ningún concepto que los trabajadores pierdan poder adquisitivo con la grave crisis que estamos atravesando", insistió ayer Rivas, que apostó por la negociación de los convenios colectivos, pero "sin consentir que los trabajadores vean mermados sus sueldos".
Por su parte, el secretario de Acción Sindical del Sindicato de Industria de CCOO, Juan Cordero, recordó que la propuesta que hicieron las organizaciones sindicales, y que fue rechazada por la patronal de automoción, fue la de firmar un convenio con una duración de tres años con congelación salarial para 2009, pero con la condición de recuperar el poder adquisitivo en los años siguientes con subidas del 4% para el 2010 y del 5% para el 2011, con sus correspondientes cláusulas de revisión.
No obstante, CCOO también defiende que la negociación debe partir del IPC previsto.

La crisis sorprendió a las familias con un alto endeudamiento pese al aumento de ingresos

La crisis sorprendió a las familias con un alto endeudamiento pese al aumento de ingresos

El 98,7% de los hogares españoles dispone de cuentas corrientes, libretas o depósitos en bancos, cajas o cooperativas de ahorro

22.10.09 -
 
La recesión pilló a las familias españolas con muchos compromisos de pago. En la primavera de 2008, con la crisis financiera internacional ya en marcha, pero mucho antes de que sus efectos se hubieran trasladado a la economía real, el 31,9% de los hogares tenía créditos pendientes por la compra de la vivienda que habitaban, otro 6,7% debía hacer frente a préstamos por la adquisición de una segunda residencia, el 17,7% destinaba parte de sus ingresos a las letras correspondientes a bienes de uso duradero y un 9,8% pagaba a plazos muebles o electrodomésticos.
Por esas fechas, un 4,2% de las familias ya estaba en 'números rojos' en su cuenta bancaria, el 3,1% había dejado de abonar los importes previstos en su tarjeta de crédito y el 5,4% arrastraba retrasos en el pago de sus facturas domésticas (hipoteca o alquiler, recibos del gas, la luz o la comunidad). Finalmente, el 2,1% tuvo retrasos en el desembolso de compras aplazadas y otros préstamos no relacionados con la vivienda principal.
Es la radiografía social que presenta la Encuesta de Condiciones de Vida elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, un trabajo que cada año profundiza en un aspecto de la situación económico y social de los hogares. La realizada en 2008 se centró en el sobreendeudamiento y la exclusión financiera. Y sus resultados apuntaban claramente a las dificultades domésticas que se avecinaban.
No sorprende
Que lo peor estaba por venir se intuye al comprobar que el cumplimiento de los compromisos económicos por parte de las familias está estrechamente ligado a la situación laboral de sus miembros. Ya en 2008 -cuando la tasa de paro estaba en el 10,44%- los retrasos medios en los pagos de gastos relacionados con la vivienda se multiplicaban por tres, disparándose hasta un 16,4% en los hogares con todos los activos parados, que entonces eran 577.000. A nadie extraña la escalada de los impagos cuando el desempleo roza el 18% y el número de familias con todos sus miembros en desempleo supera con creces el millón (1.118.000).
El lado positivo de la consulta es la ausencia de exclusión financiera en la sociedad española. La acción combinada de bancos, cajas y cooperativas de crédito ha puesto los servicios financieros al alcance de todos los ciudadanos españoles. El 98,7% de los hogares dispone de cuentas corrientes, libretas de ahorro o depósitos. Y el 63,1% utiliza tarjetas de crédito.
Pero a mediados de 2008 las familias ya empezaban a sospechar que la época de bonanza había concluido. Entre abril y junio de ese año, una de cada cuatro -concretamente, el 26,2% de las encuestadas- anticipaba un empeoramiento económico en los doce meses siguientes. El 54% no anticipaba cambios y el 16,7% se declaraba optimista.
En 2007, el ingreso monetario neto por hogar se elevó a 26.010 euros anuales, un 6% superior al del año precedente. Incluso en esos tiempos de bonanza, el ingreso medio por familia mostraba notables diferencias según el cabeza de familia -'persona de referencia', le llama el INE en un lenguaje políticamente correcto- fuera una mujer o un varón. En el primer caso se limitaba a 23.706 euros y en el segundo ascendía a 27.411 euros. De igual modo, la renta se disparaba en las familias en la medida en que el grado de formación de la persona de referencia fuera mayor.
El año 2008 coronó una trayectoria de sensible mejora en los presupuestos domésticos. Todavía el 28,1% de hogares no podía afrontar gastos imprevistos, el 33,5% no estaba en condiciones de salir de vacaciones ni siquiera una semana al año y el 5,3% consideraba inabordable el gasto de mantener la vivienda a la temperatura adecuada en los meses fríos. Pero esos porcentajes habían descendido de forma notable en años anteriores.
En el pasado ejercicio, una de cada dos familias disfrutaba de una vivienda en propiedad sin las ataduras de una hipoteca. Un 8,4% pagaba arrendamiento a precio de mercado. Cada hogar destinó mensualmente 296 euros a gastos relacionados con su domicilio, pero las diferencias eran notables: para las familias residentes en viviendas alquiladas el recibo ascendió a una media de 599 euros mensuales, frente a los 467 euros de las propietarias hipotecadas y los 158 euros de gasto de quienes habitaban su propia vivienda y estaban libres de las cargas bancarias.

Málaga registra el 17,2% de los accidentes laborales de Andalucía

Málaga registra el 17,2% de los accidentes laborales de Andalucía

Según CCOO, en la provincia se produjeron un total de 1.629 siniestros

EP / MÁLAGA | ACTUALIZADO 21.10.2009 - 01:00
Un 17,2% del total de accidentes laborales ocurridos durante el pasado mes de septiembre en Andalucía se produjeron en la provincia de Málaga, alcanzando un total de 1.629, según informó ayer la secretaria provincial de Salud Laboral de CCOO, Rosa Martín 

La dirigente sindical reivindicó, a través de un comunicado, "una mayor cultura preventiva" en las empresas malagueñas para "conseguir reducir la alta siniestralidad laboral que se da en la provincia". 

Según la representante de CCOO, durante el pasado mes de septiembre la provincia malagueña registró un total de 1.629 accidentes laborales, siendo 1.610 de ellos leves, 16 graves y tres mortales.

Martín afirmó que Málaga es la tercera provincia andaluza que mayor siniestralidad laboral ha registrado en comparación con el mismo periodo del año pasado, precedida de Cádiz y Sevilla, que posee el mayor índice de accidentes laborales en la región. 

A pesar de los datos, destacó que la siniestralidad laboral ha bajado desde septiembre de 2008 hasta el mismo mes de 2009 en un 27,6%. 

Con respecto a la cantidad de accidentes laborales registrados durante los nueve primeros meses del año, informó de que en Málaga se produjeron 14.918 accidentes, situándose como la segunda provincia andaluza con mayor siniestralidad, tras Sevilla. 

Durante este periodo se registraron en Málaga 14.721 accidentes leves, 186 graves y 11 mortales, disminuyendo con respecto al año pasado un 29,70%, según declaró Martín.

La provincia de Málaga registra en septiembre el 17,2% de los accidentes laborales de Andalucía, según CCOO

La provincia de Málaga registra en septiembre el 17,2% de los accidentes laborales de Andalucía, según CCOO

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La provincia de Málaga registra en septiembre el 17,2% de los accidentes laborales de Andalucía, según CCOO

Según la representante de CCOO, Rosa Martín, durante el pasado mes de septiembre la provincia malagueña registró un total de 1.629 accidentes laborales, siendo 1.610 de ellos leves, 16 graves y tres mortales.

BENALMADENA, MALAGA. Un 17,2 por ciento del total de accidentes laborales ocurridos durante el pasado mes de septiembre en Andalucía se produjeron en la provincia de Málaga, alcanzando un total de 1.629, según informó hoy la secretaria provincial de Salud Laboral de CCOO, Rosa Martín

La dirigente sindical reivindicó, a través de un comunicado, "una mayor cultura preventiva" en las empresas malagueñas para "conseguir reducir la alta siniestralidad laboral que se da en la provincia".

Según la representante de CCOO, durante el pasado mes de septiembre la provincia malagueña registró un total de 1.629 accidentes laborales, siendo 1.610 de ellos leves, 16 graves y tres mortales.

Martín afirmó que Málaga es la tercera provincia andaluza que mayor siniestralidad laboral ha registrado en comparación con el mismo periodo del año pasado, precedida de Cádiz y Sevilla, que posee el mayor índice de accidentes laborales en la región.

A pesar de los datos, destacó que la siniestralidad laboral ha bajado desde septiembre de 2008 hasta el mismo mes de 2009 en un 27,6 por ciento, lo que se traduce en 621 accidentes menos.

Con respecto a la cantidad de accidentes laborales registrados durante los nueve primeros meses del año, informó de que en Málaga se produjeron 14.918 accidentes, situándose como la segunda provincia andaluza con mayor siniestralidad, tras Sevilla.

Durante este periodo se registraron en Málaga 14.721 accidentes leves, 186 graves y 11 mortales, disminuyendo con respecto al año pasado un 29,70 por ciento, lo que significa que hubo 6.301 accidentes menos, según declaró Martín.  

En este sentido, ante los datos de descenso de los accidentes laborales, Martín valoró esta bajada, pero también mostró prudencia para poder hacer un estudio pormenorizado de esta realidad. Así, advirtió de que "no es la prevención, sino la caída de la actividad, la principal causa del descenso de accidentes de trabajo".

Por último, recordó que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales obliga a los empresarios a formar a los trabajadores a su cargo. "Por ello, desde esta organización sindical afirmamos que es ahora, en momentos de crisis, cuando se deben aunar los esfuerzos y mejorar la calidad en la prevención, ya que, actualmente, muchos trabajadores no reivindican sus necesidades en cuanto a salud laboral por miedo a un despido", sentenció la dirigente sindical.

Cae un 29,7% los accidentes laborales en los primeros nueve meses de 2009

Cae un 29,7% los accidentes laborales en los primeros nueve meses de 2009

  • EFE
  • ,

Un total de 14.918 accidentes laborales se registraron en la provincia de Málaga en los nueve primeros meses del año, lo que supone un descenso del 29,7 por ciento con respecto al año pasado, y sitúa a la provincia como la segunda de Andalucía con mayor siniestralidad, por detrás de Sevilla.

En total, en la provincia se han registrado 14.721 accidentes leves, 186 graves y once mortales, según ha informado hoy en un comunicado la secretaria de Salud Laboral de CCOO de Málaga, Rosa Martín.

Respecto a septiembre, Málaga ha contabilizado el 17,2 por ciento de los accidentes laborales en Andalucía, alcanzando un total de 1.629 siniestros, de los que 1.610 han sido leves, dieciséis graves y tres mortales.

Martín ha indicado que "no es la prevención, sino la caída de la actividad, la principal causa del descenso de accidentes de trabajo" y ha reivindicado "una mayor cultura preventiva" en las empresas para conseguir reducir "la alta" siniestralidad laboral.

Por último, el sindicato ha recordado que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales obliga a los empresarios a formar a los trabajadores a su cargo y ha destacado que es ahora, en momentos de crisis, donde se deben "aunar los esfuerzos y mejorar la calidad en la prevención".

martes, 20 de octubre de 2009

Caen los accidentes laborales, pero aumentan los muertos


Caen los accidentes laborales, pero aumentan los muertos

Martes, 20 de Octubre de 2009 13:18 SUPLEMENTOS - El Mercado

NURIA FERNÁNDEZ IGLESIAS /Jaén
Las diferentes campañas para concienciar a trabajadores y empresarios sobre la importancia de la prevención parecen surtir efecto: los siniestros laborales se redujeron en un 10,82 por ciento, en Jaén  el año pasado respecto a 2007.

En Andalucía, el descenso fue incluso más acusado, ya que la cifra de víctimas de accidentes en el tajo cayó de las 165.091 en 2007 hasta las 138.134 en 2008, según las cifras reflejadas el Informe sobre la Situación Socioeconómica de Andalucía 2008, publicado por el Consejo Económico y Social (CES) de la comunidad a finales del pasado mes de septiembre, procedentes de las estadísticas del Ministerio de Trabajo e Inmigración. Sin embargo, Jaén se desmarca de la tendencia andaluza en lo referente a las víctimas mortales. 
La parte más trágica del mundo laboral se cebó, el año pasado, con la provincia. En relación a la gravedad de los accidentes, hay destacadas diferencias entre las provincias andaluzas. Mientras que en Málaga, Cádiz y Almería se redujo considerablemente, en términos relativos, el número de accidentes mortales, Córdoba, Granada, Huelva y Sevilla sufrieron un ligero ascenso. Pero el informe del CES destaca el crecimiento "espectacular" del número de muertes en Jaén, donde se multiplicaron. Las siete personas que perdieron la vida en 2007 se convirtieron en dieciséis un año después. El sector de la construcción fue la rama laboral en la que más desgracias se produjeron, con un total de siete muertos, aunque también era la que a más personas empleaba. Fueron tres los agricultores y ganaderos que fenecieron, todos ellos, durante la jornada laboral. Sólo una persona, empleada en el sector servicios, murió mientras se dirigía a su lugar de trabajo.
Datos más actualizados, publicados por el Ministerio de Trabajo en su página web, dan cuenta de siete personas fallecidas entre enero y agosto de 2009, en la provincia. Todas ellas, en jornada laboral y, todavía, no ha habido que lamentar ningún accidente mortal "in itinere".
Los sectores de actividad que mayor siniestralidad presentaron en 2008 fueron servicios y construcción en Andalucía, con un 73,3 por ciento de accidentalidad, aunque, el aumento del desempleo en el primero de ellos ocasionó algunas variaciones: mientras que la construcción redujo su peso en más de cinco puntos porcentuales, la accidentalidad en los servicios aumentó su proporción en 4,5 puntos. El informe destaca que los porcentajes referentes a agricultura y pesca e industria crecieron en el total, aunque muy levemente. Datos referentes a Jaén, en particular, sitúan la mayoría de los accidentes de trabajo en el sector servicios -el más que a más gente emplea-, donde en 2008 hubo 3.319 bajas. También aquí se produce un caso fuera de lo habitual, pues los incidentes en la industria superan, aunque de manera poco significativa, a los de la construcción (2.086 accidentes en el primero y 2.034, en el segundo).
Aunque las cifras referentes a Jaén no tienen nada que ver con las que registraba el Ministerio de Trabajo allá por 1999 y se ha reducido de manera considerable la siniestralidad, está todavía lejos de las tasas de accidentalidad que mantienen otras comunidades autónomas como Asturias, Baleares, Galicia, País Vasco o La Rioja.
menos altas. A nadie pasa desapercibido que un descenso en las cifras absolutas de accidentes laborales no significa una mejora en las estrategias de prevención de riesgos, al menos, en estos dos años, en los que el número de personas empleadas descendió en millones. Es por eso que, para valorar correctamente el descenso observado tienen en cuenta la población afiliada a la Seguridad Social, o lo que es lo mismo, el número de trabajadores que pueden entrar, en algún momento, en estos indicadores. Esta variable se conoce como "índice de incidencia y se representa en valores relativos. Muestra la importancia del número de accidentes en función del número de personas afiliadas a la Seguridad Social. Así, el informe del CES apunta que, aunque la población en activo disminuyó, los siniestros laborales lo hicieron en mayor medida, lo que indica una reducción del índice de incidencia. Entre 2007 y 2008 fue en un diez por ciento. Si se atiende a  los datos referentes a mortalidad laboral desde 1999, se puede observar cómo el índice se situaba en 12,6 en Jaén, casi el doble que en 2008, cuando se situó en el 6,8 por ciento.
Como no, los peones de agricultura y pesca, de la construcción, de la industria de manufactura y de transportes son los que se llevan la peor parte, ya que aglutinan 2.121 incidentes de los más de ocho mil producidos. Los menos accidentados fueron los directores de las empresas y de las administraciones públicas -sólo 43) y les siguen los técnicos y profesionales de apoyo y los técnicos y profesionales científicos e intelectuales, que sufrieron poco más de cien bajas: 112 el primer y 151, los trabajadores en la segunda rama.