lunes, 12 de marzo de 2012

Respaldo masivo en Málaga a la manifestación que precede a la huelga general

 

MÁLAGA

Respaldo masivo en Málaga a la manifestación que precede a la huelga general

Los sindicatos advierten de que si el Gobierno no dialoga y retira la reforma los conflictos irán más allá del 29 de marzo

12.03.12 - 01:30 - 
Los sindicatos pusieron ayer la pelota en el tejado del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al que señalan como único responsable de que la huelga convocada para el 29-M se lleve finalmente a cabo. Así será -afirman los dirigentes sindicales- si el jefe del Ejecutivo no convoca una mesa de negociación y abre un diálogo sobre la reforma laboral, que debe conducir a retirar los artículos que los sindicatos consideran más lesivos para el derecho de los trabajadores y que son aquellos que vulneran los acuerdos alcanzados por la patronal; un acuerdo que, según denuncian «Rajoy se ha encargado de dinamitar». Los sindicatos advierten de que, de no ser así, se abrirá una época de conflictos que irá más allá del 29 de marzo.
Así lo aseguraron en Málaga los secretarios provinciales de UGT y de CC OO, Manuel Ferrer y Antonio Herrera, y lo hicieron respaldados por las miles de personas que secundaron la manifestación que tuvo lugar ayer, que precede a la huelga general y que ha resultado ser la más numerosa de las tres que han tenido lugar desde la entrada en vigor del decreto que dio luz verde a la reforma. Según los datos aportados ayer por la Dirección General de la Policía, la de Málaga fue la concentración más numerosa del país solo por detrás de Madrid, y por delante de otras grandes ciudades como Barcelona, Valencia o Sevilla.
Y como siempre, disparidad en las cifras, que se mueven entre la estimación más baja de 8.000 personas dada por la Policía Local de Málaga, a la más alta de 30.000 defendida por los convocantes, pasando por las 15.000 personas que la Policía Nacional estima participaron ayer en la protesta y que hace de Málaga la segunda ciudad del país con más respaldo a la movilización. Lo cierto es que todas las cifras sí dejan una cosa clara: ha sido la manifestación con un mayor respaldo desde el anuncio de la reforma.
Sin los trabajadores
También para Carmen Pena, 57 años, profesora en un centro público, la reforma laboral debería haber sido consensuada con los trabajadores: «Es imposible hacer una reforma laboral olvidando a los trabajadores», aseguraba esta mujer, que afirmaba estar en la manifestación «en defensa de unos derechos que los trabajadores de mi edad hemos conseguido, no sin lucha y que queremos que se mantengan, para nosotros y para nuestros hijos».
Pablo Potums, «y dando gracias», trabaja diez horas semanales como monitor deportivo. Ayer acudía, de forma particular, a la protesta para mostrar su rechazo a una reforma laboral que considera «perjudica a todos los trabajadores y trabajadoras; que facilita el despido, que atenta contra todos los derechos fundamentales por los que lucharon mis padres y mis abuelos y que supone un paso atrás muy grande». Con 33 años, asegura que tiene un panorama «complicado». Considera que «ahora, con esta reforma laboral, no voy a tener estabilidad. No puedo tener una perspectiva de un trabajo fijo. Sé que voy a pasar de trabajo precario a trabajo precario».
Carlos Preil, 21 años, acudía a la manifestación con una pancarta curiosa y que él mismo explicaba: «está formada a base de un código QR, que, al ser fotografiado con el móvil, te envía a una página web en la que hay muchas más pancartas y muchos más conceptos de los que puede llevar una sola».
Preil, que acampó durante las protestas del 15-M y que trabaja en una tienda de muebles, asegura que, «con los tiempos que corren no podemos llevar todas nuestras reivindicaciones en una sola pancarta», aunque ayer concretaba las críticas en la reforma: «Ahora tengo más miedo que antes, porque me pueden echar cuando quieran».
Junto a él, Marcos Rodrigo, 21 años, estudiante de Historia, expresaba su temor «por las reformas en Educación» y aseguraba que el movimiento estudiantil llevará la huelga a la universidad: «Esperamos que el Gobierno nos escuche y entre en el diálogo».
Un minuto de silencio
La manifestación, que partió a las once de la mañana de la Alameda de Colón, encabezada por una pancarta en la que se podía leer: 'Contra la reforma laboral impuesta por el Gobierno', llegó una hora después a la plaza de la Constitución, lugar en el que los convocantes pidieron un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del terrorismo y muy especialmente de las víctimas del 11-M.
Tras el homenaje, se procedió a la lectura de un manifiesto consensuado por las dos centrales sindicales y en el que también se responsabilizó al Ejecutivo de la actual situación: «El Gobierno ha provocado el conflicto y tiene en sus manos pararlo y para ello la reforma laboral debe ser modificada», señalaban, a la vez que instaban a la convocatoria de «una mesa de diálogo para cambiar los capítulos esenciales de la reforma», que consideran «injusta, ineficaz e inútil», así como «un ataque sin precedentes al estado del bienestar».
En su intervención, el secretario provincial de CC OO pidió al actual Gobierno «reflexión; que se retome el diálogo, el acuerdo y el consenso; y que se tenga en cuenta la Iniciativa Legislativa Popular que, con más de 1,5 millones de firmas de ciudadanos, pide que se debata la propuesta sindical sobre la reforma laboral en el Parlamento». Herrera acusó al Ejecutivo de Mariano Rajoy de «buscar el enfrentamiento entre instituciones democráticas» y aseguró que «con este tipo de actitudes se está a un paso de la dictadura».
Tanto el secretario provincial de CC OO como el de UGT hicieron alusiones directas al candidato del PP a la Junta de Andalucía, Javier Arenas: «El señorito Arenas -dijo Herrera- dice que para salir de esta crisis hacer falta ordeno y mando». «El señorito andaluz -dijo Manuel Ferrer- vuelve a hablar del ordeno y mando. Quieren volver al totalitarismo».
Paralización
«No queremos hacer una huelga general -aseguró el secretario provincial de la UGT-; lo que queremos es que nos devuelvan nuestros derechos», concluyó, y añadió que «el día 29, Málaga se va a paralizar».
Como ha ocurrido en las anteriores manifestaciones contra la reforma, la protesta fue secundada por líderes provinciales de los partidos de izquierda. Acudieron a la movilización Luciano Alonso, candidato socialista por Málaga al parlamento andaluz, la portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Málaga, María Gámez, o el secretario provincial de los socialistas malagueños, Miguel Ángel Heredia.
Izquierda Unida por su parte realizó el recorrido detrás de su propia pancarta, en la que se podía leer: «Por el empleo. Hay una salida por la izquierda» y detrás de la cual estaba el diputado nacional Alberto Garzón, la edil de IU en el Ayuntamiento de Málaga, Antonia Morillas y el coordinador de la formación, José Antonio Castro, que hacía un claro llamamiento a la huelga.
Además, algunos de los asistentes han desfilado con caretas de Mariano Rajoy y de Botín, así como con pancartas con eslóganes tales como «No a las medidas traumáticas de la reforma laboral»; «Basta ya a los recortes sociales y laborales» o «Trabajo seguro, estable y con derechos».