[http://www.diariosur.es/20071215/malaga/junta-ayuntamiento-acuerdan-desmantelamiento-20071215.html]
Junta y Ayuntamiento acuerdan el desmantelamiento de los Asperones
Las familias podrán optar por dejar el barrio definitivamente o volver a él cuando se hagan nuevas promociones
15.12.07 -
MENORES. Allí viven un elevado número de niños. / SUR
LOS ASPERONES
Se lleva años hablando de ello sin llegar a acuerdos concretos, pero tras la firma de un convenio entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga, la desaparición definitiva de las tres fases de Los Asperones se vislumbra como una realidad, aunque eso sí, con un plazo mínimo de cuatro años para su consecución definitiva.
Según ha podido saber este periódico, será la Empresa Pública de Suelos de Andalucía (Epsa) la que asumirá el coste de un plan integral que va a comenzar de inmediato y que supone, entre otras cosas, facilitar una vivienda a las 320 familias que en estos momentos hay en el gueto.
Serán ellas las que decidan si quieren salir del mismo para no volver, y en este caso, Junta y Ayuntamiento les buscarán una casa, bien a través de las promociones de Epsa, bien a través del Instituto Municipal de la Vivienda. Aquellas familias que decidan continuar en la zona, serán realojadas en otras casas provisionalmente y mientras se construyen nuevas promociones en los actuales terrenos que ocupan las prefabricadas. Según fuentes municipales, el 80 por ciento de las familias estaría dispuesta a abandonar el barrio de forma definitiva, pero también indican que un grupo de unas 20 se ha negado durante años a esta posibilidad.
Efecto llamada
Por su parte, fuentes de la Junta han indicado que habría unas 60 familias que podrían salir de inmediato y que de hecho ya se están buscando viviendas para ellas. No obstante, los responsables de ambas administraciones intentan trabajar con la mayor cautela, temerosos de que la noticia suponga un efecto llamada, como ha ocurrido en otras ocasiones, con la llegada y asentamiento en la zona de familias de Jaén y Granada.
De hecho, cada vez que una familia abandone el barrio, se tirará de inmediato la casa que habitaba, y además la zona contará con vigilancia para evitar que se levanten nuevas prefabricadas. Se estudia incluso la posibilidad de que la vigilancia se desarrolle por parte de las policías Local y Nacional.
Se tiene previsto que la próxima semana se instale en la zona una oficina de Epsa, desde la que se va a comenzar a desarrollar un primer plan de choque consistente en limpiar la zona, el alcantarillado, dotarla de farolas e incluso arreglar un arroyo que atraviesa el barrio y que supone un auténtico peligro para el elevado número de niños que viven allí.
Según ha podido saber este periódico, será la Empresa Pública de Suelos de Andalucía (Epsa) la que asumirá el coste de un plan integral que va a comenzar de inmediato y que supone, entre otras cosas, facilitar una vivienda a las 320 familias que en estos momentos hay en el gueto.
Serán ellas las que decidan si quieren salir del mismo para no volver, y en este caso, Junta y Ayuntamiento les buscarán una casa, bien a través de las promociones de Epsa, bien a través del Instituto Municipal de la Vivienda. Aquellas familias que decidan continuar en la zona, serán realojadas en otras casas provisionalmente y mientras se construyen nuevas promociones en los actuales terrenos que ocupan las prefabricadas. Según fuentes municipales, el 80 por ciento de las familias estaría dispuesta a abandonar el barrio de forma definitiva, pero también indican que un grupo de unas 20 se ha negado durante años a esta posibilidad.
Efecto llamada
Por su parte, fuentes de la Junta han indicado que habría unas 60 familias que podrían salir de inmediato y que de hecho ya se están buscando viviendas para ellas. No obstante, los responsables de ambas administraciones intentan trabajar con la mayor cautela, temerosos de que la noticia suponga un efecto llamada, como ha ocurrido en otras ocasiones, con la llegada y asentamiento en la zona de familias de Jaén y Granada.
De hecho, cada vez que una familia abandone el barrio, se tirará de inmediato la casa que habitaba, y además la zona contará con vigilancia para evitar que se levanten nuevas prefabricadas. Se estudia incluso la posibilidad de que la vigilancia se desarrolle por parte de las policías Local y Nacional.
Se tiene previsto que la próxima semana se instale en la zona una oficina de Epsa, desde la que se va a comenzar a desarrollar un primer plan de choque consistente en limpiar la zona, el alcantarillado, dotarla de farolas e incluso arreglar un arroyo que atraviesa el barrio y que supone un auténtico peligro para el elevado número de niños que viven allí.
