Los acuerdos laborales a inmigrantes repuntan tras encadenar casi un año de altibajos con caídas y crecimientos inferiores a los dos dígitos
11.07.2011 -
NIEVES CASTRO
MARBELLA .
Cuando el colombiano Gustavo Adolfo Castaño llegó a Marbella, donde se afincó a finales de los 90, traía consigo un equipaje lleno de ilusiones. Unos anhelos que se afianzaron cuando firmó un contrato de trabajo estable. Entre los fogones de un restaurante anduvo hasta que el negocio echó el cierre. Para entonces ya habían pasado cuatro años y el ladrillo se encontraba en plena ebullición. No lo dudó: soltó la bandeja para subir al andamio. Un sector en el que muchos extranjeros encontraron el pasaporte para abrirse camino en la localidad de manera relativamente fácil. Gustavo Adolfo se empleó de peón de albañil hasta que la burbuja inmobiliaria estalló en 2007 y dio con sus huesos en la cola del desempleo, donde agotó la prestación y posterior ayuda. De las 13.861 personas que buscan en Marbella una colocación hoy, 3.341 son extranjeras, 2.397 más que hace cuatro años.
Hace tan solo un mes y medio la fortuna quiso que Gustavo Adolfo volviera a la actividad, esta vez, como pintor de brocha gorda en una empresa de reformas. Los avatares de este hombre de 42 años, nacido en el departamento de Pereira, reflejan de manera casi exacta los vaivenes de los que da cuenta la fría estadística. Esa misma que muestra cómo los contratos a trabajadores extranjeros han comenzado a repuntar desde febrero encadenando una dinámica que se acrecienta mensualmente. Si en el segundo mes del calendario el personal foráneo firmó 673 acuerdos laborales, la cifra casi se duplicó en junio (1.296).
El peso que tienen estos dígitos respecto a la contratación general no es desdeñable. Del total de acuerdos que se cerraron, 5.399, (última cifra conocida) un 24 por ciento fueron suscritos por empleados extranjeros. Ahora que el mercado laboral experimenta, aunque sean de manera coyuntural, los primeros signos de mejoría cara a la campaña estival, no es de extrañar que las contrataciones a trabajadores foráneos peguen un buen estirón.
Retornos voluntarios
De todas formas, las cifras requieren de un análisis sosegado. Las contrataciones sonríen a los extranjeros, pero la situación de la que se partía no era buena. La estadística venía arrojando tasas de variación intermensual inferiores a los dos dígitos e, incluso, negativas, desde el pasado mes de julio.
El coordinador de la Federación de Asociaciones de Inmigrantes de Marbella, Hamido Ahmed, se lamenta de que un 20 por ciento de la comunidad latinoamericana asentada en la localidad haya hecho las maletas de regreso a su patria en el último año y medio.
El dato aportado por el presidente del colectivo encuentra sustento en el padrón. Más de 200 ecuatorianos se dieron de baja en el censo el año pasado. «Familias enteras han abandonado el municipio y han vuelto a sus países porque han agotado el paro y no encuentran una salida», apunta Ahmed sobre el comportamiento en los últimos meses del mercado fundamentalmente no comunitario.
