lunes, 8 de septiembre de 2008

Diario Sur 8/09/08: "Obreros y limpiadoras en paro se suman al perfil de malagueños al borde de la pobreza"

La crisis en la construcción y los servicios multiplica las demandas de recursos a los servicios sociales y las ONG. El pago de facturas puntuales del agua o la luz, ropa y alimentos conforman la mayoría de las peticiones
08.09.08 -
Obreros y limpiadoras en paro se suman al perfil de malagueños al borde de la pobreza
AUMENTO DE SOLICITUDES. Las oficinas municipales de servicios sociales, como esta de El Palo, están llenas. / YOLANDA MONTIEL
No están acostumbrados a tener cuentas pendientes y pedir una ayuda económica les supone pasar un mal trago. Pero la coyuntura adversa les ha puesto entre la espada y la pared. La subida de los tipos de interés y de los alquileres, la caída de la construcción y los servicios, el incremento de los precios de los productos básicos y el aumento del desempleo están redibujando el perfil de familias que acuden a los servicios sociales y las ONG. Estas circunstancias están cambiando incluso las características de los malagueños que viven bajo el umbral de la pobreza, que se han multiplicado de forma exponencial durante los últimos dos meses.

Anselmo Fuentes, responsable de Cáritas Diocesana en Málaga, afirma que cada día acuden más familias que piden por primera vez una ayuda puntual para pagar alguna factura que no pueden afrontar o para solicitar ropa y alimentos. «Se trata de familias encabezadas por un obrero que se ha quedado en el paro, la mujer trabajaba en la limpieza de casas u oficinas y tienen dos hijos a su cargo menores de diez años», explica. «Lo que les queda de desempleo se va casi exclusivamente en pagar la hipoteca, que siguen abonando religiosamente para no perder al menos un techo bajo el que cobijarse», dice, mientras añade que también acuden a ellos parejas muy jóvenes. «Hace poco atendimos a una pareja en Carranque que vivía con su bebé en el coche porque no podían pagar el piso», comenta. «Con hipotecas tan altas, con que uno de los dos se quede sin empleo, empiezan los problemas», continúa.

Ayuntamiento

El mismo perfil de familias es el que engrosa las filas de los servicios sociales del Ayuntamiento, que no dan abasto para atender a los usuarios habituales, a los que se suman estas nuevas unidades familiares. Según los datos municipales, el 35% de los expedientes generales abiertos en los centros de servicios sociales en 2007 fueron nuevos (4.595, en concreto). «Estas familias son esclavas de la hipoteca», indica Mariví Romero, concejala del Área de Bienestar Social del Consistorio malagueño. «Se trata de parejas que hace unos años decidieron comprarse una vivienda porque el alquiler era cada vez más caro y ahora, con la subida del euríbor, se encuentran con el agua al cuello», asegura Romero.

El panorama pinta aún peor si tienen hijos a su cargo. «A nosotros nos llegan familias de cuatro personas con niños pequeños que después de pagar todas las facturas tienen sólo 300 euros para aguantar el mes y el día 20, por muy bien que se administren, ya no disponen de dinero», añade.

Pero lo peor llega cuando uno de los cónyuges pierde su trabajo. Entonces, ni siquiera con un sueldo de 'mileurista' pueden seguir asumiendo las mismas deudas y comienzan los problemas. «Estamos recibiendo peticiones de familias en las que los dos cónyuges han perdido el empleo, él en la construcción y ella, que llevaba a casa un dinero extra con un trabajo en precario como limpiadora también se queda sin empleo, porque todos los hogares están notando la crisis y en muchas casas prescinden de estos servicios domésticos», indica Anselmo Fuentes. Además, comenta que la vergüenza y la esperanza de encontrar una salida hacen que muchas familias lleguen cuando están con el agua al cuello. «Las mujeres siguen siendo las que vienen a solicitar apoyo y suponen el 87% de nuestros usuarios, ellas son quienes siguen dando la cara», recalca Fuentes.

Umbral

Son estas familias las que engrosan las cifras de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza. Pero, ¿qué se entiende por pobreza? Los economistas diferencian entre tres tipos de pobreza: la extrema, la moderada y la relativa. Antonio García Lizana, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga, relata que la primera es la localizada en los países subdesarrollados, donde las personas carecen casi de todo y disponen de menos de uno o dos dólares para vivir (el umbral por debajo del cual no se pueden cubrir las necesidades básicas).

En la pobreza moderada se encuentran las personas que apenas logran acceder a esas condiciones mínimas, mientras que el índice de pobreza relativa, típico de los países desarrollados, está relacionado con el nivel de vida del consumo de la comunidad. Según definió la Unión Europea, se incluyen en este campo las personas que no pueden acceder a bienes de tipo cultural, de ocio y entretenimiento, sanitario o de formación.

Según la última Encuesta de Condiciones de Vida presentada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 19,8% de los hogares españoles se encuentran en esta situación. «Estos datos corresponden al año 2005, en la cúspide de la bonanza económica, si se revisase la situación económica con cifras actuales, este porcentaje sería mayor», sostiene Anselmo Fuentes.

Relativa

La UE establece la pobreza relativa en España por debajo del 60% de la media de los ingresos por unidad de consumo. La pobreza se concreta en las siguientes cifras: para un hogar de un adulto, el umbral es de 6.347 euros anuales (530 al mes); para un hogar de dos adultos, de 9.520 (793 euros al mes); para uno de dos adultos y un menor de 14 años es de 11.424 euros (952 al mes), y para un hogar de dos adultos y dos menores de 14 años, de 13.332 (1.111 euros al mes). La hipoteca media en Málaga se sitúa en 157.051 euros a fecha de agosto, lo que supone un mínimo de cuota mensual de 900 euros, mientras que el alquiler de un piso de uno o dos dormitorios en cualquier barrio de Málaga capital llega a los 600 euros. Unas cifras que que trastocan todos los cálculos anteriores y que están poniendo en verdaderos apuros a las familias malagueñas.