domingo, 15 de abril de 2012

Unas 150 empleadas de hogar dejan de cotizar cada mes desde el cambio de régimen

 

MÁLAGA

Unas 150 empleadas de hogar dejan de cotizar cada mes desde el cambio de régimen

La reticencia de los empleadores a pagar a la Seguridad Social desde la primera hora de trabajo y la crisis pasan factura al sector 

15.04.12 - 01:40 - 
La nueva regulación sobre empleadas de hogar, que entró en vigor en enero de este año, no está dando sus frutos. Aunque el Gobierno ha fijado hasta el 30 de junio el plazo para adaptarse a los cambios, los dos primeros meses de aplicación de la normativa dejan un balance negativo en la provincia. No solo no se han incrementado los cotizantes, como pretendía el Ejecutivo en su lucha contra la economía sumergida, sino que su número se ha reducido en unas 300 personas que, o bien han perdido su trabajo o, si lo conservan, han dejado de rendir cuentas a la Seguridad Social, produciéndose así el efecto contrario al perseguido.
Las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social muestran que a 29 de febrero un total de 6.746 personas formaban parte todavía en la provincia del régimen especial de empleados de hogar, a extinguir, mientras el nuevo sistema creado dentro del régimen general contaba con 1.566 personas que se dedican al trabajo doméstico. La suma de ambos grupos deja un total de 8.312 cotizantes, frente a los 8.674 que había el 30 de diciembre de 2011, esto es, 362 asalariados menos.
Fuentes de la dirección provincial de la Tesorería General de la Seguridad Social admiten que desde primeros de año se está produciendo un «goteo constante» de empleados de hogar que dejan de cotizar, si bien aclaran que esta pérdida sería inferior a las 362 personas y rondaría las 300, ya que alrededor de un 20% se han integrado en el régimen general por realizar su actividad laboral en determinados supuestos como, por ejemplo, hacerlo de forma mixta en un hogar y el negocio familiar.
Miedo a la responsabilidad
La reticencia de los empleadores a cotizar por las trabajadoras desde la primera hora que estén en casa y a hacerles un contrato que deberá ser siempre por escrito, así como la crisis económica, que hace que muchas familias prescindan de este servicio, explican el descenso, según constatan desde la propia administración de la Seguridad Social y en colectivos sociales que intermedian entre familias y empleadas y que afirman que cada día atienden a mujeres que han perdido su trabajo. Ni siquiera la bonificación del 20% en los pagos de las cuotas durante los tres primeros años anima a las familias. Aunque esta rebaja está dirigida a quienes cotizan por primera vez, este periódico ha comprobado que en las propias oficinas de la Seguridad Social recomiendan algunos 'trucos' para que puedan beneficiarse quienes ya tenían asegurada a la trabajadora. Así, les plantean que den de baja a la empleada para que la dé de alta el otro cónyuge.
«Algunas personas tienen miedo a incurrir en responsabilidades o a que les repercuta fiscalmente dar de alta a la trabajadora», apuntan fuentes de la Tesorería provincial, que afirman que el Gobierno está estudiando la posibilidad de eliminar la obligatoriedad del empleador de hacerse cargo de las cotizaciones en todos los casos y permitir que ambas partes puedan alcanzar otro acuerdo. Antes de la reforma, las mujeres que trabajaban en varias casas por un mínimo de 72 horas mensuales tenían la opción de cotizar por su cuenta.
Dos pagas extra
Más del 60% de las mujeres que se dedican al servicio doméstico son extranjeras y en diversas asociaciones de inmigrantes confirman que la normativa, aunque es positiva, no está funcionando como debiera, principalmente porque no va acompañada por un cambio de mentalidad de la sociedad, a la que, según estos colectivos, le cuesta asumir que estas mujeres tienen los mismos derechos que cualquier otro trabajador.
En este sentido, Dolores Beatriz Quishpe, de la asociación Uyamaa, afirma que «el endurecimiento de las exigencias para hacer un contrato está provocando numerosos despidos». «A los empleadores no les entra en la cabeza abonar dos pagas extra», apunta esta mujer, que señala que en la mayoría de los casos las familias les reducen el sueldo a las empleadas para pagarles la Seguridad Social. Manuel Domínguez, de la Asociación de Paraguayos en Málaga, añade que hay mujeres a las que no les interesa estar dadas de alta para no dejar constancia de sus ingresos.