martes, 20 de noviembre de 2007

Félix Sáenz:´Tras 121 años de vida, no era posible seguir un solo día más´

adiós a un comercio histórico
´Tras 121 años de vida, no era posible seguir un solo día más´

2005. El edificio histórico de Félix Sáenz, con el cartel que anunciaba el cambio a la calle San Juan. arciniega 
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El gerente de Félix Sáenz, Javier Gancedo, reconoce que las pérdidas han llevado al cierre de la firma. "Les he dicho a los trabajadores que salgan con la cabeza alta. Somos los últimos de una época" José Vicente Rodríguez. Málaga.

En 1886, un comerciante de Laguna de Carneros (La Rioja) llamado Félix Sáenz, que había llegado a Málaga al abrigo del `boom´ industrial, abría un negocio de textil en la calle Nueva. La historia de esos almacenes, que con el paso del tiempo se trasladaron a su propio edificio junto al mercado de Atarazanas y se convirtieron en uno de los emblemas comerciales de Málaga, ha acabado 121 años después. El lunes por la noche, como adelantó ayer La Opinión de Málaga, los 20 trabajadores que quedaban en una empresa que llegó a tener 300 empleados, cerraban para siempre las puertas del negocio (situado desde el año 2005 en la calle San Juan), tras recibir las correspondientes cartas de despido del gerente, Javier Gancedo.
"Era imposible continuar y seguir generando pérdidas, porque desde hace años estamos en un procedimiento concursal. Hemos sufrido mucho en los últimos tiempos, pero les he dicho a los trabajadores que salgan con la cabeza alta, porque se ha luchado. Comercios de nuestra época como Gómez Raggio o Almacenes Mérida llevan años cerrados. Éramos los últimos de una época", comentaba ayer a este periódico un abatido Gancedo, sobrino-nieto de Félix Sáenz, y que llevaba trabajando en estos almacenes desde 1975. Gancedo se puso al frente del negocio en 1993, tras el traumático expediente laboral con el que salvaron una primera gran crisis y que redujo drásticamente la plantilla de 180 a 50 trabajadores.
Las causas. La competencia de las grandes superficies comerciales, muchas de ellas especializadas en decoración y hogar como Leroy Merlin, Bauhaus y ahora Ikea, que han `robado´ decenas de miles de clientes al Centro Histórico, han sido la puntilla para los ya desaparecidos almacenes Félix Sáenz, comenta su gerente. "No podemos echarle la culpa a algo concreto: la distribución ha cambiado, las grandes cadenas se han impuesto. Además, en los últimos meses la construcción ha caído en Málaga, y eso se ha notado en las ventas de decoración y hogar", añade.
Por otro lado, la ubicación de los almacenes en la calle San Juan en 2005 tras la venta de su histórico inmueble tampoco reveló una mejoría en las ventas. "Teníamos buenas perspectivas de clientes por ser una calle de paso al Centro desde la parte del río, pero la verdad es que las obras del mercado de la calle Camas y la propia reforma de nuestro antiguo edificio de Félix Sáenz han formado un `tapón´ que ha reducido el tránsito de personas", señala Javier Gancedo.
Lo cierto es que el gerente de Félix Sáenz se muestra muy pesimista respecto al futuro del sector textil malagueño y recuerda que informes elaborado a nivel nacional pronostican que, en un par de años, entre el 30% y el 40% de los negocios de este ramo habrán cerrado ante el empuje de las multinacionales y los países asiáticos.
Respecto a la situación de Málaga capital, Gancedo celebra la pujanza de la calle Larios, pero invita a hacer un examen de los negocios implantados en ella. "Sólo quedan dos o tres comercios malagueños; el resto son franquicias y tiendas de la cadena Inditex", apunta. A su juicio, Larios necesita un acompañamiento apropiado para generar un centro comercial abierto de gran potencia, como ocurre con otras grandes calles comerciales de Europa. En el caso de Málaga ese papel sería el de vías como la calle Nueva o la propia San Juan, aunque para que eso ocurra será necesario que acaben obras como las anteriormente citadas.
En cuanto a los 20 trabajadores de Félix Sáenz que ahora pasarán a cobrar el paro, Gancedo admite la dificultad de la decisión adoptada, ya que algunos de ellos llevaban casi 40 años en la empresa y no tendrán ya una fácil reinserción laboral. "Para todos ésta era su casa. Aquí han aprendido su filosofía de trabajo y han tenido que adaptarse a lo largo de todas las épocas". Sin embargo, defiende la salida adoptada como la única posible.
"Tampoco podíamos esperar a tiempos mejores en la situación en la que estábamos, porque las ventas que había no servían para cubrir los gastos. No, no podíamos seguir abiertos ni un día más", concluye con tristeza Gancedo. Félix Sáenz ya no existe.