miércoles, 3 de noviembre de 2010

La provincia suma 139 parados cada día desde el final del verano


La provincia suma 139 parados cada día desde el final del verano

Málaga despidió octubre con 179.272 desocupados, 5.381 más, por el alza en los servicios y en el colectivo sin empleo anterior

04.11.10 - 01:37 -
Por tercer mes consecutivo tras el fin de la contratación estival, los datos del paro vuelven a dejar un sabor amargo en la provincia. Las estadísticas hechas públicas ayer por el Ministerio de Trabajo revelan que Málaga cerró octubre con 179.272 desempleados. Nada menos que 5.381 más respecto al mes anterior, lo que arroja un alza del 3,09%. Desde agosto, una vez reforzadas las plantillas para afrontar la campaña de verano, se han incorporado 12.511 personas a las filas del INEM, la friolera de 139 cada día.
En términos interanuales, el paro se ha incrementado en 14.206 personas en los últimos doce meses, lo que supone un crecimiento del 8,61%. El porcentaje es negativo, aunque el vaso se queda medio lleno si se compara con la tasas de aumento que se registraban a comienzos de año, superiores al 20%. Por sexos, el sindicato CC OO resalta que esta trágica balanza se inclina hacia el lado femenino, donde la cifra de desocupados ha repuntado un 3,6% (+ 3.016) frente al 2,7% (+ 2.365) masculino. Los jóvenes menores de 25 años, con un alza del 13,8%, son otro de los colectivos más afectados, como recordó ayer el secretario general de CC OO en Málaga , Antonio Herrera.
Ante estos resultados, la secretaria de Empleo y Acción Sindical de UGT Málaga, María Auxiliadora Jiménez, denunció que Málaga sea la provincia española en la que más se ha incrementado el paro en octubre de este año y la primera también en Andalucía.

Por sectores
El desempleo registrado en la provincia de Málaga creció especialmente en octubre en los servicios, que incorporaron a 3.554 inactivos (un 3,7% más). «En este ámbito casi se han triplicado los empleos destruidos en comparación con el resto de sectores», informó María Auxiliadora Jiménez, al tiempo que subrayó el aumento producido en el colectivo sin empleo anterior, que ha repuntado también de forma «significativa», con 1.264 personas más, un 5,9%.
La industria tampoco escapó de esta tendencia y añadió 344 parados (3,1%), mientras que la construcción sumó 188 (un 0,5%), una cifra insignificante si se compara con la registrada años atrás, a comienzos del ajuste del ladrillo. «El incremento del paro está tocando fondo en este sector porque ha sido el más castigado por la crisis pasando de 27.805 parados en 2008 a 41.884 en 2010», apuntó Antonio Herrera.
La agricultura, por su parte, fue la que cosechó, dentro de lo malo, el dato menos negativo, con la incorporación de 31 malagueños a las estadísticas, un 1,1% más. También fue el único ámbito donde se produjo en octubre un aumento de contrataciones respecto al mes anterior debido, fundamentalmente, a la campaña de la aceituna que se realiza en estas fechas.
En todos los demás sectores, por contra, disminuyeron los contratos, lo que supuso un mal arranque para la polémica reforma laboral. Estas cifras, según la secretaria de Empleo y Acción Sindical de UGT Málaga, «vuelven a poner de relieve las deficiencias del tejido productivo que existe en nuestra provincia, que depende fuertemente de los servicios, y especialmente de la hostelería y el consumo», recalcó.
Al respecto, tanto UGT como CC OO incidieron en que la contratación indefinida sigue a la baja al tiempo que aumentan los contratos temporales, lo que demuestra, a criterio de Jiménez, que la precariedad en la creación de puestos de trabajo «continúa siendo una de las principales características del mercado». Herrera explicó en este sentido que la modalidad indefinida apenas estuvo detrás del 6,6% de los contratos rubricados el pasado octubre lo que, en su opinión, es consecuencia de la falta de medidas de reactivación económica. «Además, esto confirma que la reforma laboral no sirve, es inútil y facilita el despido», criticó.
Por su parte, desde la Confederación de Empresarios de Málaga destacaron la necesidad de acometer medidas eficaces de modernización y reforma del mercado de trabajo, con el objetivo de «reducir el desempleo estructural y de mejorar la empleabilidad de aquellos colectivos más expuestos al desempleo».A su juicio, el entorno laboral debe ser menos vulnerable al ciclo económico y, para ello, resulta «imperativo» articular medidas orientadas a modernizar el sistema de negociación colectiva, avanzar en la flexibilidad interna de las empresas y en la formación continua de los trabajadores, entre otras.