martes, 21 de junio de 2011

La Málaga más solidaria se vuelca con la crisis


Más de 500 personas en la capital son mendigos

La Málaga más solidaria se vuelca con la crisis

Las organizaciones advierten del aumento de familias que, al estar en paro, necesitan ayuda económica


COVADONGA LÓPEZ Málaga dispone de varios centros de acogida y albergues para personas sin hogar. Según los últimos datos, más de 500 personas en la capital practican la mendicidad y alrededor de 1.000 se encuentran en situación de absoluta pobreza.

Frente a esto se encuentra un elevado número de familias malagueñas que, tras la llegada de la crisis y el desempleo, se han visto obligadas a recurrir a comedores sociales y centros de ayuda para disponer de ropa y alimentos.

Tan sólo durante 2010, la Iglesia Diocesana a través de sus 145 centros Cáritas en la provincia de Málaga atendió a más de 300 familias, una cifra que duplica los datos registrados en años anteriores. Concretamente, el aumento fue del 47% con respecto a 2009 . Del total de personas que recurrieron a los servicios de Cáritas, el 17 por ciento lo hacía por primera vez y el 23% lo lleva haciendo desde hace más de dos años.
Sin embargo y pese a lo que se pueda pensar, los donativos, cuotas de socios y aportaciones de particulares aumentaron considerablemente en el período 2008-2010, un 24% que a veces se sigue quedando corto frente a la avalancha de personas a las que tienen que atender.
Otro dato bastante negativo aportado por las Cáritas parroquiales es que sólo el 4% de las familias atendidas en 2010 consiguió mejorar su situación económica, por lo que tendrán que continuar pidiendo ayuda a los servicios sociales.

Voluntariado

Muchas de estas asociaciones y organizaciones no podrían realizar su trabajo sin los grupos de voluntarios que, altruistamente, ayudan en las labores diarias de estos centros. En el caso del Hogar Pozo Dulce que gestiona Cáritas desde 2001, 55 personas se implican en las distintas tareas que requieren los internos.

Las labores de voluntariado pasan por la atención sanitaria de los enfermos, el apoyo psicológico y la coordinación de actividades para los atendidos. Entre estas últimas, cobran una especial importancia las clases de ortografía, cálculo y lectura que facilitan la reinserción social de los internos.

Según la directora del hogar, Sor Concepción, el único hueco que falta por cubrir para la total rehabilitación de los acogidos es que las empresas públicas y privadas ofrezcan puestos de trabajo a estas personas, para que puedan gozar de una mayor independencia.