domingo, 30 de octubre de 2011

El paro se ceba con los malagueños sin estudios

[http://www.diariosur.es/v/20111030/malaga/paro-ceba-malaguenos-estudios-20111030.html]
 
El paro se ceba con los malagueños sin estudios

La mitad de los parados de la provincia tiene más de 40 años. El 84% de los desempleados carece de título universitario o de Formación Profesional

30.10.11 - 01:44 -
 
La ecuación no es simple. Ni siquiera tiene un resultado exacto. Tener estudios no es una garantía para encontrar trabajo en los tiempos que corren. Si estuviéramos hablando de matemáticas, nos moveríamos en el resbaladizo terreno de las probabilidades. Pero los datos estadísticos brindan al menos un axioma al que aferrarse: la lacra del desempleo se ceba con quienes no superan el listón formativo mínimo. El 84% de los 181.155 desempleados malagueños (dato del mes de septiembre) carece de titulación superior.
Más concretamente, el 14% de los parados no tiene ningún tipo de estudios, el 33% se quedó en la educación primaria o no llegó a terminar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y el 37% tiene dicho título o el de Bachillerato. Mientras el 16% restante de los demandantes de empleo en Málaga lo representan los titulados universitarios y de FP, según los datos proporcionados por el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal.
Esta correlación es todavía más acentuada entre los parados de larga duración, el colectivo que más preocupa a políticos y expertos en recursos humanos. De las casi 42.000 personas que llevan más de dos años sin trabajar en la provincia, un 15% carece de estudios y otro 72% no ha ido más allá de la formación obligatoria.
El ranking de las profesiones con más paro de Málaga revela hasta qué punto llega el exceso de mano de obra en los oficios de menor cualificación. El 100% de las diez ocupaciones con mayor número de desempleados inscritos en las listas del Servicio Andaluz de Empleo se corresponden con niveles bajos o muy bajos de cualificación. Limpiadores de hoteles, dependientes, peones de la construcción, albañiles, administrativos, peones de la industria, cocineros, camareros, peones del transporte de mercancías y jardineros representan el 55% del total de demandantes de empleo en la provincia.
No es que el paro no exista entre los titulados superiores. En la lista malagueña del SAE aguardan su oportunidad 1.935 profesionales de la enseñanza, 779 ingenieros de diferentes especialidades, 321 abogados y 400 arquitectos, entre muchos otros universitarios. En palabras de Jesús Pastor, orientador laboral de la Confederación de Empresarios de Málaga, «un título no garantiza un trabajo pero quienes tienen una formación universitaria o de formación profesional tienen más posibilidades de acceder al mercado laboral y, una vez dentro, de permanecer más tiempo».
Para el gerente del Instituto Municipal de Formación y Empleo (IMFE), Enrique Nadales, «no hay que llevarse a engaño: el problema que tenemos ahora en Málaga y en España es que no se crea empleo, ni para titulados ni para nadie. Otra cosa es que ante un candidato, las empresas se decanten por el que esté mejor formado», afirma.
 
La sombra del ladrillo
La radiografía del paro en Málaga hace visible una fractura sin curar: la que originó el batacazo del sector de la construcción en el mercado laboral. Y es que las listas del paro siguen repletas no solo de albañiles, peones, encofradores y escayolistas, sino de otros oficios dependientes del ladrillo como pintores, carpinteros, fontaneros electricistas o incluso arquitectos. No en vano el 23% del desempleo está ligado al sector de la construcción en la provincia. Además, se trata en su mayoría de profesionales sin cualificar a los que resulta muy difícil reciclarse para encontrar trabajo en otro sector.
Y es que la sombra del ladrillo es alargada. Se proyecta, por ejemplo, en ese 28% de parados (51.319, en términos absolutos) que empezaron la ESO pero no la terminaron. Es fácil identificar a este colectivo con aquellos jóvenes que abandonaban sus estudios en la pasada década, seducidos por los altos sueldos que se pagaban en la construcción. Ahora, eso de «Yo trabajo en lo que sea» ya no les vale para encontrar trabajo. «Hoy más que nunca el mercado laboral tiene una característica clara: muy poca oferta y mucha demanda. Y esa poca oferta de empleo que hay es más exigente, no solo porque tiene más capacidad de elegir, pero también porque las empresas lo que quieren es que el candidato se integre en el puesto y sea productivo desde el minuto uno. Ya no están dispuestas a asumir el coste, en tiempo y dinero, de formar a un trabajador», explica Jesús Pastor.
«Los orientadores nos encontramos día a día con muchos parados a los que tenemos que decirles: no busques trabajo, primero fórmate», continúa el técnico de la CEM. «El mercado laboral empezará a recuperarse tarde o temprano, pero va a poner sus reglas. La época en la que sin cualificación era fácil encontrar trabajo no volverá», añade Pastor.
Pero la falta de cualificación no es el único factor que reduce la llamada 'ocupabilidad'. El tiempo corre en contra de los demandantes de empleo: cuando más tiempo lleva parado alguien, menos probabilidades tiene de volver a insertarse en el mercado laboral. Y los desempleados de larga duración ya son 41.608, casi la cuarta parte del total en Málaga.
Los expertos llaman la atención además sobre un peligroso fenómeno: cada vez son más los jóvenes que entran en el círculo vicioso del paro de larga duración. «Antes hablábamos casi exclusivamente de gente mayor, prejubilados en muchos casos. Pero ahora estamos encontrándonos con personas jóvenes. Y es un fenómeno al que las políticas de empleo van a tener que hacer frente, estableciendo herramientas para integrarlas en el mercado laboral mediante contratos de formación», advierte Jesús Pastor.
Menores de 30 años y mayores de 45: los dos extremos de la pirámide de población activa son los que más preocupan a los expertos en recursos humanos. Dos de cada diez se engloban en el primer colectivo y cuatro de cada diez, en el segundo. De hecho, la mitad de los parados malagueños tiene más de 40 años, aunque también preocupa el crecimiento imparable del paro juvenil.
Por sexos, la balanza del paro está casi equilibrada: a finales del mes de septiembre había 91.252 hombres y 89.803 mujeres inscritos a las oficinas del SAE en Málaga. En cuanto a los sectores, el 55% de los desempleados provienen del cajón de sastre de los servicios; el 23%, de la construcción; el 6%, de la industria y el 2%, de la agricultura.