sábado, 14 de enero de 2012

Isofotón renuncia al ERE ante la presión de Samsung y de la Junta

 
Laboral

Isofotón renuncia al ERE ante la presión de Samsung y de la Junta

La empresa ha sido invitada a mantener la paz social si quiere recibir las inversiones pactadas

 

JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ La empresa malagueña de energía solar fotovoltaica Isofotón, que cuenta con 700 trabajadores, ha descartado de momento el recurso de aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) tras haber recibido en los últimos días varios mensajes favorables a la «paz laboral» por parte de la multinacional coreana Samsung, con la que tiene un acuerdo para recibir una inversión de 50 millones de euros durante los años 2012 y 2013, y de la propia Junta de Andalucía, que en el último año y medio le ha servido de avalista para la consecución de varios créditos.

De esta forma, y según informaron fuentes cercanas al proceso, el presidente de Isofotón, Ángel Luis Serrano, se reunió ayer con el comité de empresa para tratar de retomar las negociaciones del plan de viabilidad, rotas en la tarde del pasado martes y que llevaron a la firma a amenazar a los trabajadores con un ERE de extinción de contratos, aunque la cifra de afectados no llegó a precisarse. La decisión de iniciar las consultas del ERE están paralizadas a la espera de alcanzar ese acuerdo. Las negociaciones se prolongaron ayer durante todo el día.
Los sindicatos, por su parte, ofrecen a la empresa la aplicación de un ERTE temporal, que afectara de forma rotatoria a la totalidad de la plantilla, como ocurrió hace tres años, cuando la empresa era todavía del Grupo Bergé.

Los trabajadores prefieren esta opción a la que la empresa baraja en su plan de viabilidad, con 126 personas de excedente en la plantilla para entrar en niveles de rentabilidad.

El personal ya ha efectuado propuestas para mantener el empleo, lograr un importante ahorro económico y facilitar la flexibilidad que, según el comité, van en consonancia con las medidas presentadas por la dirección para adaptarse en función de las necesidades productivas.
Estas propuestas de los trabajadores consisten, entre otras, en mantener hasta 2014 la congelación salarial que se aplica desde 2009, la reducción de la jornada laboral con un máximo de 24 días anuales en 2012 y 2013 y la reducción del salario de forma que como mínimo cada trabajador dejará de ganar 2.700 euros anuales.