martes, 18 de septiembre de 2007

Entrevista a Anselmo Ruiz

Entrevista a Anselmo Ruiz

En nuestra diócesis son muchos los cristianos comprometidos con el Reino de Dios. Uno de ellos es el protagonista de este reportaje. Anselmo Ruiz tiene 55 años y es mecánico de profesión. Además de un trabajador como cualquier otro, Anselmo es cristiano y entiende que su fe le lleva a vivir entregado al prójimo a través del compromiso social. En la actualidad es el director de Cáritas diocesana de Málaga, y en la vida pública, su opción concreta es estar presente en el mundo sindical, a través de la empresa donde trabaja.

1.- ¿Qué debemos entender por «vida pública» y «bien común»?

Todo lugar o espacio donde las personas podemos influir en positivo o negativo, en la organización del tipo de sociedad. Nuestra manera de pensar, de actuar o no actuar expresa nuestra concepción de la persona y de la sociedad y determina (junto con la aportación de los demás) el tipo de sociedad que construimos. En la vida pública, está el ámbito de «la política», donde los ciudadanos participamos en la sociedad a través de organizaciones sociales, culturales, etc. Y también, el ámbito de «lo político», que se refiere a participar en las instituciones que configuran el Estado, cuyo instrumento básico, aunque no único, son los partidos políticos. Queramos o no, todos participamos del ámbito de la política, con nuestras actitudes, pensamientos y actuaciones. Y es tarea de todos buscar el bien común. La Doctrina Social de la Iglesia lo define como criterio y fundamento en el orden social y político. Ante cualquier planteamiento realizado en los distintos ámbitos, debemos preguntarnos si responde al bien común y, especialmente, al de aquellos que menos tienen.

2.- ¿El cristianismo es conservador o progresista?

El cristiano tiene que ser conservador en lo que hay que conservar para el bien de la persona y la sociedad; y progresista, en todo aquello que contribuya a una sociedad más libre, justa y solidaria. Los valores cristianos no sólo tienen cabida en la sociedad actual, sino que hoy están presentes en la misma y han sido pilares donde se ha fundamentado el desarrollo de los países más prósperos. En la situación actual, hay ciertos valores culturales que no sólo están al margen de los valores cristianos sino que incluso pretenden desplazar y arrinconar a éstos para que no estén presentes en la vida pública. Nuestra tarea como cristianos y como Iglesia es testimoniar y anunciar desde el diálogo que los valores del Evangelio hacen un bien inestimable a las personas y a la sociedad, y que Jesucristo es verdaderamente el Camino, la Verdad y la Vida.

3.- ¿Entonces, por qué cuesta tanto encontrar a un cristiano en la vida pública?

Es verdad que en el ámbito de la vida pública, y especialmente los que hemos llamado «el ámbito de lo político», los cristianos participamos poco y en ocasiones lo hacemos al margen de nuestra condición de cristianos. Esta situación quizás es debida a la poca formación y también a la presión que actualmente hay en la sociedad. El Proyecto Pastoral Diocesano quiere responder a esta necesidad y por ello una de sus líneas de trabajo es la formación de los cristianos, para poder llevar a cabo el objetivo central: «fortalecer y transmitir la Fe». La Iglesia nos llama con insistencia a todos los cristianos a participar en la vida pública para que, desde nuestro testimonio de vida, demos razón de nuestra Fe y, en diálogo con otros, podamos hacer una sociedad más propia de la vida y dignidad de las personas, especialmente la de los más pobres.

4.- Los políticos tienen sueldos astronómicos y muchos privilegios. ¿Por qué está Anselmo en la vida pública?

El seguimiento de Jesucristo es el motivo fundamental. Mi formación como cristiano en Acción Católica me ha llevado desde joven al encuentro personal con Jesucristo y a su seguimiento. Este camino ha sido para mí y mi familia un construir una manera de vivir, de pensar y de sentir que nos ha realizado como personas, dando sentido a nuestras vidas desde el amor a los que más lo necesitan. Es el mejor sueldo.