Las siete empresas mantuvieron durante la semana pasada reuniones con Llanera para que hiciera frente a los pagos, pero ante la demora y la falta de soluciones, las negociaciones ahora se llevan a cabo con la compañía propietaria, "Bahía Málaga" para que se haga cargo de estos dos millones, informó el gerente de una de estas empresas, Mediterránea de Ferrallados, José Navarro.
"No se da ninguna garantía de cobro", dijo Navarro, que explicó que aunque la propietaria está en negociaciones con otras constructoras, esta situación "puede hacer cerrar a muchas de las empresas" y puso como ejemplo a la suya, que tiene que pagar a 300 empleados, 40 de ellos trabajando en este parque. "No se si podremos subsistir si esta situación se queda así o se dilata en el tiempo, necesitamos ese cobro y ese material", añadió Navarro, que cifró la deuda con su empresa en 300.000 euros en concepto de materiales y mano de obra.
Apuntó como posible causa de los impagos a que el Grupo Llanera "tenía unos terrenos adquiridos en el Levante español para una gran construcción y se han quedado sin financiación", y explicó que ante las noticias que llegaban de ese caso comenzaron las reuniones la semana pasada "porque había noticias de devoluciones de pago".
El gerente de la empresa de ferrallados aseguró que aunque no hay ninguna certificación oficial "supuestamente hay una suspensión de pagos" por parte de la constructora, y tanto su jefe de obras como el delegado de la compañía "están mostrando en las reuniones las dificultades para pagar".
Navarro calificó la situación de "delicada" porque desde el martes los albañiles de una de las subcontratas, unos cuarenta, "no dejan sacar el material porque ellos no pueden recuperar el dinero que se les adeuda ya que sólo han puesto la mano de obra".
Las empresas que sí tienen maquinaria y materiales en esta obra están intentando sacarlo para "recuperar algo del dinero invertido aunque sea poco", pero se encuentran con la obstrucción de este grupo de albañiles, que incluso, como medida de presión a la propietaria y a la constructora, han pasado allí esta noche.
Es una situación en la que "incluso se enfrentan los propios intereses de cada subcontrata", dijo Navarro, que apuntó que este grupo de albañiles llegó a retener a los empleados de Llaneras. Los trabajos para este parque comercial comenzaron hace unos tres meses con la cimentación de la zona, que se pagó sin dificultades, problemas que se iniciaron cuando empezó la construcción.
El Grupo Llanera reconoció la semana pasada que afronta "problemas puntuales" que se han traducido en impagos a algunos acreedores, pero recalcó que esta situación no le obligaría a decretar la suspensión de pagos. A principios de verano Llanera despidió a cuarenta trabajadores dentro de un proceso de reestructuración que, según la empresa, formaba parte de su plan estratégico.
Sin embargo, el Grupo Llanera, con sede en Xàtiva (Valencia) obtuvo el año pasado un beneficio neto de 40,3 millones de euros, un 158 por ciento más que el ejercicio anterior, y unos ingresos de explotación de 418,6 millones, un 111 por ciento más que en 2005.
