miércoles, 14 de julio de 2010

Once mil mayores malagueños sufren malos tratos ocultos y negligencias

[http://www.diariosur.es/v/20100715/malaga/once-mayores-malaguenos-sufren-20100715.html]
 

Once mil mayores malagueños sufren malos tratos ocultos y negligencias

Los médicos de familia detectan el aumento de personas que padecen agresiones físicas y psicológicas o dejadez en su atención

15.07.10 - 01:53 -
Los ancianos son especialmente frágiles a la hora de sufrir maltrato físico, psicológico o económico. Unos once mil malagueños de más de 65 años sufren esa lacra. La mayoría de los casos se producen en el ámbito doméstico y el maltratador es un familiar directo del agredido: su hijo, su hermano o su cónyuge. Con frecuencia, los malos tratos no se cometen a conciencia, sino por omisión o negligencia, es decir, por no ofrecer una atención correcta. Los médicos de familia detectan un aumento de conductas perjudiciales para los ancianos. Estos sufren en silencio ese problema y rara vez lo denuncian -salvo sucesos clamorosos- por depender económica o emocionalmente del agresor. En el fondo, lo que hay es miedo a quedarse solos.
El coordinador del grupo de atención al mayor de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), Juan Manuel Espinosa, indicó a este periódico que los médicos de familia desempeñan un papel clave para prevenir ese asunto y descubrirlo a tiempo. «Es mejor prevenir que curar», señaló. Añadió que el 5% de las personas mayores (unas 300.000 en España y 11.000 en Málaga) sufren algún tipo de maltrato.
El 25% de los casos denunciados ante el Imserso son por agresiones físicas, el 30% corresponden a maltrato psíquico, otro 30% son por abusos económicos (hacer un mal uso del patrimonio del anciano) y sexuales (esto es algo infrecuente y no suele ocurrir en el ámbito doméstico, sino en instituciones donde están ingresadas las personas mayores) y el 49% se relacionan con negligencias. Esto es lo más frecuente. «No es un maltrato intencionado, sino un dejar de hacer del cuidador y no atender en condiciones, como, por ejemplo, no dar de comer bien al anciano, no asearlo convenientemente u olvidar la medicación que necesita», dijo el doctor Espinosa.
Este experto considera prioritario detectar el maltrato de forma precoz para buscar soluciones inmediatas al problema. A ese respecto, se mostró partidario de que los médicos de familia estén muy alerta, ya que si no hay lesiones evidentes, los mayores raramente expresan lo que les pasa.
Hay una serie de signos que evidencian que algo está sucediendo. En las negligencias, los síntomas más evidentes son el descuido, la falta de aseo, la desnutrición o vestir ropa inadecuada. Los médicos sospechan de agresiones físicas cuando ven contusiones en las muñecas y hombros, hematomas en el abdomen, quemaduras, caídas repetidas y fracturas múltiples. El maltrato psicológico se manifiesta en el que lo padece con confusión, llanto injustificado o depresiones que no lo son realmente, sino que se producen por la angustia que provoca la situación que se vive.
Juan Manuel Espinosa recalcó que el maltrato a las personas mayores no guarda relación con la violencia de género. Es más, el abuso suele cometerlo generalmente una mujer y se da porque está agotada de cuidar al anciano que tiene a su cargo. «Los cuidadores hacen una labor muy importante. Están las 24 horas del día los 365 días del año pendiente de alguien. Eso desgasta mucho. Si ayudamos a los cuidadores estaremos protegiendo también a las personas mayores», comentó Espinosa.
 
Todas las clases sociales
El maltrato a los ancianos se registra en todos los ámbitos y clases sociales. Es un hecho que aparece tanto en los núcleos rurales como en las grandes ciudades. Los abusos se acentúan a medida que las personas van envejeciendo. Los casos aumentan a partir de los 75 años. Las mujeres sufren más que los hombres los malos tratos.
Si los abusos físicos se concretan en golpes, quemaduras y fracturas, los psicológicos minan la moral del anciano al que con frecuencia se le amenaza con enviarlo a una residencia. Las agresiones sexuales son escasas y suelen darse en instituciones y no en el hogar. Otro tipo de maltrato es hacer un mal uso del patrimonio y del dinero del anciano.