Los 62 prejubilados de Bonpunt llevan dos meses sin cobrar sus prestaciones
En la fábrica textil de Ronda se detectaron doce presuntos casos de fraude en los ERE de Andalucía
BLAS GIL. RONDA Los 62 prejubilados rondeños que se acogieron el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que presentó la fábrica textil Bonpunt en 2007 llevan casi dos meses sin cobrar sus sueldos, según denunciaron ayer algunos de los afectados, que se quejan de que la Administración autonómica no se ha puesto en contacto con ellos para explicarles el motivo del retraso en los pagos.
Cobro ilegal
La investigación que ha iniciado un juzgado sevillano para aclarar el presunto cobro ilegal de prejubilaciones en distintas empresas andaluzas que presentaron ERE en los últimos años y que se beneficiaron de las ayudas de la Junta de Andalucía, según los afectados, es la causa por la que han dejado de percibir sus prestaciones. En Bonpunt se han detectado doce casos en los que los beneficiarios de estas ayudas, al parecer, nunca trabajaron en la empresa textil, conocida como «la fábrica de las bragas».
De esta forma, los prejubilados no han cobrado aún su prestación de enero y hasta ayer tarde también se les debía la del mes de febrero, que está a punto de finalizar.
Bonpunt, desde 1972, fecha en la que inició su actividad, forma parte de la escasa industria que hay en Ronda y aunque en un principio contaba con 500 empleados, la plantilla se fue reduciendo hasta poco menos de un centenar.
Los trabajadores recuerdan que a finales de los años 90 la industria inició una política de traslado de la producción a otros países con menos gastos sociales y laborales, como Marruecos y China, y que ello supuso el cierre de fábricas en Grazalema, Alcalá del Valle (Cádiz) y Arriate.
En 2007, Bonpunt presentó un expediente de regulación de empleo, según explicaron sus propietarios –de origen catalán– por la crisis económica en que se encontraba la empresa y de los 83 trabajadores que había en esos momentos, únicamente nueve permanecieron en su puesto.
Otros 62, que cumplían los requisitos de edad y antigüedad en la fábrica, pudieron acogerse al ERE, mientras que los 12 restantes (que no ofrecían el perfil) se fueron al paro o pasaron a formar parte de otras empresas.
Las distintas protestas ciudadanas que se realizaron, con el apoyo de los cuatro partidos políticos con representación municipal en aquellos momentos:PSOE, PA, PP e IU, y de los sindicatos, no impidieron la drástica reducción de la plantilla de Bonpunt.
Y ahora, casi cuatro años después, los trabajadores que se prejubilaron se han vistos envueltos sin quererlo en la polémica de los ERE. Algunos de ellos están pasando apuros económicos ya que esta prestación es el único ingreso que llega a sus hogares.
Esta situación ha provocado que los antiguos trabajadores estén siendo ayudados económicamente por sus familiares, a la espera de que se resuelva el conflicto y vuelvan a cobrar sus sueldos.
La oficina del portavoz del Gobierno de la Junta de Andalucía no ofreció ayer ninguna explicación sobre el motivo del retraso en el pago de las prestaciones a estos prejubilados, y tan sólo se limitaron a manifestar que «se ha iniciado una revisión del expediente y el caso está en manos de los tribunales».
