La reunión entre Isofotón y los trabajadores acaba sin acuerdo
Ha habido consenso en algunos puntos, pero la negociación sigue estancada
en cuanto al complemento que aporta la empresa al sueldo de los empleados
JOSÉ ANTONIO SAU. MÁLAGA Hasta tres documentos distintos tuvieron que redactar ayer los representantes de Isofotón y de los trabajadores en el seno de las negociaciones para discutir las condiciones de un nuevo Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE), el segundo que ha presentado la compañía en poco tiempo.
Las fuentes consultadas explicaron que se ha llegado a preacuerdos puntuales en la parte social (representación de los trabajadores), puntos de consenso que deberán ser ratificados por la asamblea de empleados. Sin embargo, la principal diferencia entre unos y otros continúa estando en el salario que percibe la plantilla, compuesta por 700 personas.
En el ERTE actual, se contempla que cada trabajador pare su actividad durante 90 días al año, de forma que el 70% del sueldo es abonado por el Instituto Nacional de Empleo (INEM) y el resto se completa con un complemento aportado por la compañía de energía fotovoltaica, hasta llegar al 90% del salario normal.
Ahora, la empresa pretende que los empleados tengan un periodo de inactividad de 120 jornadas al año, repartidas en distintos tiempos (tres semanas por mes, en lugar de las dos actuales). Este extremo es recibido con tibieza por el comité, aunque, si no hay más remedio, los empleados están dispuestos a aceptarlo, siempre que no se rebaje el sueldo. Según los responsables sindicales, la empresa inició la primera reunión con la propuesta de un complemento cero, lo que para las centrales es inaceptable. Pretenden que el esfuerzo económico de Isofotón sea mayor en este sentido. Hoy habrá un comunicado conjunto de CCOO y UGT para dar su opinión sobre la marcha de las negociaciones del nuevo ERTE, que llegaría hasta finales de 2010.
El martes y el miércoles de la próxima semana volverán a reunirse las partes para tratar de llegar a una postura común, aunque lo cierto es que la compañía del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), otrora una de las más potentes, atraviesa una severa crisis económica agravada por las especiales características del sector de las energías renovables.
Sin ir más lejos, expertos en empresas de base tecnológica alertaban ayer en este periódico de que la crisis se notará con más virulencia en el sector a finales del presente año, una vez que disminuyan los pedidos efectuados por las instituciones públicas, principales demandantes de estos productos tan específicos.
