domingo, 24 de octubre de 2010

La lucha contra la pobreza, a debate

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Los foros de La Opinión

La lucha contra la pobreza, a debate

Representantes de las asociaciones Bancosol, Cáritas y Padre Huelin debaten en La Opinión de Málaga sobre la situación de pobreza que viven en Málaga muchas familias, los problemas a los que se enfrentan y las ayudas que están recibiendo para poder llevar a cabo su labor solidaria

Voluntarios de la asociación Padre Huelin reparten alimentos.
Voluntarios de la asociación Padre Huelin reparten alimentos. Gregorio Torres

CARMEN ROMERA. MÁLAGA
La semana pasada, la concejal de Bienestar Social, Mariví Romero, informó de que el 30% de las familias malagueñas viven bajo el umbral de la pobreza. La vicesecretaria de Acción Política del PP de Málaga, Ana Carmen Mata, alertó de que cerca de 75.000 malagueños de toda la provincia tienen «serias dificultades» para cubrir sus necesidades más básicas. Ha eso hay que sumar que la provincia es la segunda de España con una tasa de paro más elevada, un 27%. Lo cierto es que en Málaga hay mucha gente que está pasando por una situación complicada, y las asociaciones benéficas coinciden en ello.

TRAS MÁS DE DOS AÑOS DE CRISIS, ¿QUÉ HA APRENDIDO LA SOCIEDAD?
Rafael Salcedo
. Hay una cierta resignación. Hace tres años las asociaciones empezaron a darnos indicios de lo que se nos avecinaba y de que cada vez tenían más demanda. Hay muchas personas que piensan que fueron ellas mismas las que se metieron en esta situación, entrando en un nivel de gastos que después no han podido mantener y ahora existe la necesidad imperiosa de tener que ayudarlas. Puede que muchas se lo hayan buscado y otras no, pero es el problema que tenemos en Málaga y no podemos obviarlo. Málaga tiene un nivel asociativo muy alto y muy preparado. Somos complementarios para saber cubrir todas las necesidades del sistema que existen.
El ser humano tiene capacidad de reflexión y muchos pueden hacer un análisis de porque se ha llegado a esta situación. Pero ahora no se puede llegar a una conclusión racional. Es el momento de paliar la situación y luego se puede reeducar para aprender de lo que se ha vivido y que no se vuelva a repetir.
Cierto es que es una pena ver como ahora, las nuevas generaciones, sobre todo estudiantes, están esperando que llegue el jueves para recibir una paga y poder salir de fiesta todo el fin de semana. No están pensando en una filosofía para poder llevarla a cabo a largo plazo. Pero defiendo al ser humano y sé que tenemos capacidad de sufrimiento y esfuerzo, y sabemos que la satisfacción viene a ser una compensación a largo plazo. Por lo que creo que le vamos a dar la vuelta a esta situación. Tenemos que aprender de lo positivo, de creer en nosotros mismos y de la capacidad que tenemos de respuesta. Hay que ser solidarios tanto en los buenos como en los malos momentos e intentar dar cada uno lo que pueda dar.

Anselmo Ruiz. A la gente se le ha quitado el alma, la motivación por hacer o conseguir algo, la esperanza... Realmente, el problema de fondo aquí es conocer porque hemos llegado a esta situación, pero desde el punto de vista cultural se le quitado el sentido a la vida y solo se aspira a tener cosas. Esa es la cultura materialista que se ha ido potenciando. La gente ya no cree en el esfuerzo por conseguir las cosas. Ahora se piensa que trabajando no se va a conseguir nada. Esta es la consecuencia de que no haya motivación por hacer las cosas y se entienda que el esfuerzo es una tontería, y es ahí donde se debería concienciar toda la sociedad. Lo importante exige trabajar con esfuerzo y para el bien común. Si eso no se da, no sabemos lo que podrá ocurrir.

Antonio Gómez. La gente ha perdido la esperanza, sobre todo las nuevas generaciones, que no tienen aliciente de ninguna clase, porque están estudiando una carrera y no le ven salida, por lo que no tienen ilusión. También existe otro grupo de jóvenes que, cuando en España hubo un tiempo de bonanza económica, las parejas que se querían casar se compraron una casa y ahora no pueden pagarla. Están viviendo de las ayudas que le dan las asociaciones en el día a día. Así, nosotros hemos pasado de ayudar a complementar a la gente para vivir, pero sin un futuro a largo plazo. Pagan luz, agua, ropa, pero no tienen para comer, que es lo curioso.

MÁLAGA ES LA 2ª PROVINCIA CON MÁS PARO, ¿CÓMO ES DE SOLIDARIA?
Rafael Salcedo
. Es complicado pedir a la gente que esté a la altura de las circunstancias porque puede que cada uno esté a la altura de sus propias circunstancias, por lo que es muy duro juzgar a nadie en ese sentido. Pero sí es cierto que todos debemos hacer una reflexión, sobre todo las administraciones y la clase política, para ver como han gestionado. También es verdad que cuesta más trabajo que se apoyen los proyectos locales, porque las instituciones siguen las modas y apoyan todos los mismos proyectos. Es más difícil reconocer que aquí se está haciendo mal y se está pasando hambre, que reconocer que se está ayudando a países que no tienen nada que ver con lo que pasa en mi ciudad.
Pero sí hemos notado un aumento de solidaridad. Hemos abierto proyectos no solo a la industria de la alimentación, también a la industria empresarial y los empresarios son solidarios. Claro está que nos gustaría que nos dieran más de lo que nos dan, pero puede que su realidad no se lo permita. También es cierto que son muy conscientes de la situación que se está viviendo, por sus propios empleados a los que han tenido que despedir y de los que conocían toda su vida.
También es cierto que la administración no lo es tanto. Hay una sensación en la calle de que la administración lo cubre todo y no es así. La realidad es que la gente tiene que acudir a las asociaciones para que les complementen. A la administración central no se le puede pedir nada porque son proyectos nacionales, pero el Ayuntamiento de Málaga si nos ayuda. No obstante, las asociaciones tenemos que tener la capacidad de ser imaginativas y no sólo pedir, para llevar a cabo proyectos donde todos podamos conseguir recursos.

Anselmo Ruiz. La gente se ha esforzado mucho por ayudar. Las comunidades parroquiales de Málaga han hecho un esfuerzo espectacular. Otra cosa es que el mundo de las ONG, pero hay algunas que tienen un presupuesto de la administración demasiado grandes. La realidad es que los fondos públicos destinados a esto van a donde van. El verdadero problema es el paro y cuando hay que recortar siempre se le quita a los mismos, a los que menos tienen.
Nosotros no podemos abarcar tantas peticiones. La administración es la primera que tiene la obligación de responder ante estas situaciones, sobre todo al tema de las hipotecas que sólo se ha solucionado cuando la gente se ha quedado en la calle. En cuando a la ayuda local, la colaboración de Caritas con el Ayuntamiento de Málaga está basada en convenios durante toda la legislatura, para trabajar en barrios de exclusión social y pisos de inmigrantes. La semana que viene comenzamos la Puerta Única para personas sin hogar. Aunque también es cierto que en otros muchos ayuntamientos las caritas parroquiales tienen que adelantarles ayudas porque no tienen nada.

Antonio Gómez. Lo cierto es que las necesidades han aumentado más que las ayudas recibidas. La cantidad de material escolar que compramos para los niños es enorme, al igual que el número de hipotecas que no se pueden pagar. Muchas ONG funcionan perfectamente pero algunas se vuelcan demasiado con los extranjeros y dejan de lado a los españoles. La gente es muy solidaria, pero quizá sea con los de allí. Puede que cuando hayan recibido peticiones de ayuda de españoles ya estuvieran saturados y no pudieran atenderlos.
A la Junta de Andalucía es imposible pedirle ayuda y la Diputación empieza a serlo porque somos asociaciones locales. Pero el Ayuntamiento sí nos ayuda, sobre todo económicamente. Además, nos deja locales para los actos, nos imprime folletos para divulgarlos y se presta para colaborar con los proyectos que tenemos.

¿QUÉ SITUACIÓN VIVEN LOS QUE OS PIDEN AYUDA Y CUÁL ES SU PERFIL?
Rafael Salcedo
. Antes que nada, yo defiendo que no hay pobres mejores que otros. A modo de ejemplo, yo recuerdo un matrimonio, ambos con titulación, que han estado en una buena empresa y ahora se han quedado en paro. Tienen un bebe recién nacido y se ven obligados a pedir a diario la leche de continuidad para dársela.

Anselmo Ruiz. Málaga tiene a un 20 por ciento de la población en la pobreza. Hay 12 barrios con unas 86.000 personas con problemas estructurales muy grandes. Lo más significativo ha sido la caída de los inmigrantes, precedida de un aumento de la población española: familias que nunca antes pensaban acudir a pedir ayuda a instituciones como éstas y madres solteras con hijos. De los más de 2.000 desahucios del año pasado, muchos son a estas personas. Son familias que no tienen posibilidades. Por ejemplo, hay muchos matrimonios jóvenes con hijos que tienen problemas en los alquileres e hipotecas. Cada día nos encontramos más gente como ésta. Son familias que no están acostumbradas a esta situación y lo pasan muy mal. Gente ligada a los sectores de la construcción y de los servicios, que son los más afectados. También hay una generación de gente joven que lo van a tener muy difícil.
Además, no solo aumentan las personas, sino que las peticiones económicas que nos hacen son más costosas. Hay familias que te vienen con cartas judiciales de grandes cantidades de dinero. Ahora, concretamente, pedían material escolar de los niños que han empezado el colegio.
Otro ejemplo que se me viene a la mente es una pareja que conocí que estaba viviendo en el coche en la zona de Carranque. También hay familias con hijos enfermos mentales o de cáncer, por lo que la situación es todavía más trágica. También hay muchas personas mayores que tienen que cuidar a sus nietos y hacerse cargo de ellos porque los padres no pueden o no están, y no pueden hacer frente a los gastos.

Antonio Gómez. La situación es preocupante. Ha habido un cambio radical en el perfil de personas que acuden a nosotros. Antes la mayoría eran inmigrantes y ahora ha bajado este número y han aumentado en un 90% las personas de origen español. Hemos notado especialmente una bajada muy radical de rumanos. También hay familias con hijos que se han quedado en paro y sólo tienen una pensión, pero una familia de cinco miembros no puede vivir con esto. O familias que conocemos desde siempre que han tenido que acudir a pedir ayuda, aunque casi siempre tenemos que ir a buscarlos nosotros porque les da vergüenza acudir a la asociación o ponerse a hacer cola para recoger los alimentos.
Conocí a un matrimonio español que vive con sus padres y con dos niños pequeños en una casa en ruinas en la zona de la depuradora y no hay forma de que encuentren un piso. También conocí a otro matrimonio que vivía en una furgoneta vieja, con un colchón, aparcada en la Misericordia.