domingo, 18 de enero de 2009

Entrevista al Presidente de ASECOP (Asociación Europea de Cooperación con Palestina)

 

«Mi esperanza es que el pueblo israelí exija la paz a su Estado»

 

 

El doctor Soleiman Rachid, presidente de la Asociación Europea de Cooperación con Palestina, lamenta que Israel haya rechazado las resoluciones aprobadas por la ONU

LUCAS MARTÍN. MÁLAGA Rachid, como le conocen en Málaga, nació cerca de Ramal y reside en Europa desde hace cuarenta años. Su trayectoria profesional es exitosa, La vida en Málaga le ha aportado hijos y el ejercicio apasionado de la medicina, pero dista mucho de situarse en escalas próximas a la felicidad. El sufrimiento de su pueblo tiene la culpa. Especialmente, en las últimas semanas, conmocionadas por la situación en la franja de Gaza. En su análisis, se muestra indignado, pero en ningún momento menciona la religión ni relaciona la controversia con diferencias de credo. Habla del gobierno de Israel, y del camino a la paz.
-¿Cuál es la situación actual de los palestinos en la franja de Gaza?
-Después de dos semanas de bombardeos, las condiciones de vida se han tornado dramáticas. Han muerto más de 800 personas, la mayoría civiles, entre ellos más de 400 niños y casi un centenar de mujeres. Además, se ha destruido toda la infraestructura social y civil. No hay posibilidades de abastecimiento, ni alimentos, ni luz ni agua ni transporte. El ejército israelí ha dividido la franja con el fin de facilitar el dominio militar y evitar el contacto entre la población palestina, que está desesperada.
-Supongo que responsabiliza a Israel del recrudecimiento del conflicto...
-Lo que está ocurriendo responde a una agresión política que no es más que la continuación del rechazo de Israel a fomentar la paz y someterse categóricamente a las resoluciones de las Naciones Unidas. Su estrategia ha consistido siempre en perseguir al pueblo y anexionarse territorios de Cisjordania con asentamientos declarados ilegales por la ONU, una fórmula con la que pretende hacer inviable la construcción de un futuro estado palestino.
-El gobierno de Olmert, sin embargo, les acusa de haber violado el alto el fuego con ataques suicidas...
-Eso es completamente falso. Durante dos años no salió ni un disparo palestino de la franja de Gaza, mientras que ellos rompieron la tregua y entraron secuestrando a médicos y civiles y matando a familias enteras. En el periodo del alto el fuego, aumentaron los asentamientos y construyeron un muro de trescientos kilómetros para bloquear a la población palestina, privándoles del derecho a la libertad y del desarrollo de sus economía. Es todo un ´apartheid´.
-Es la palabra de un pueblo contra la de otro, ¿por qué debería creerle a usted y no a la administración israelí?
-Porque me remito a hechos. Ellos dicen que quieren la paz, pero hemos visto sobre la mesa su repudio a todas las tentativas de la comunidad internacional, tanto las procedentes de países árabes como de las naciones más poderosas del planeta. Los palestinos han mostrado su disposición a negociar, pero ellos no quieren saber nada nuestros derechos, a pesar de estar reconocidos por la ONU. Se le han propuesto muchas fórmulas, entre ellas, restituir los territorios ocupados desde 1967 y crear dos estados, pero no tienen interés.
-¿Cree que la ONU será la clave para una resolución pacífica?
-Debería serlo, pero a corto plazo, lo dudo. Sus resoluciones no se aplican, existe impunidad y eso es porque se trata de una institución dominada por el principal aliado de Israel, Estados Unidos. Mi esperanza es que aumenten en Israel los amantes de la paz. Me quedo, por ejemplo, con el médico judío que dijo la semana pasada que en el lado de Israel no hacía nada, mientras que en la franja de Gaza estaría salvando vidas. Hay alcaldes e incluso ex soldados que quieren que termine el conflicto. En Venecia conocía a un grupo de madres de Israel que habían perdido a sus hijos y abogaban por el cese de la masacre.
-La última resolución del alto el fuego, aprobada el pasado jueves, ha sido rechazada..
-Sí, parece que el objetivo de Israel es ganar tiempo, seguir con los asentamientos y recibir a Obama con una tensión incontrolada en la zona. Si se retiran ahora, no podrán justificarse ante su pueblo. Sus objetivos son destruir más, golpear a la resistencia y fragmentar aún más a la población palestina, a nivel geográfico.
-Entonces, ¿a qué achaca el rechazo de Hamás?
-Para responderte, primero hay que aclarar que Hamás no es el único interlocutor en la zona. En todo caso, la rechazan porque no se fían de que Israel la aplique y se retire totalmente de la franja, ni de que abra la frontera a la llegada de la ayuda internacional. Los palestinos no tienen garantía de que se acepte la resolución de la ONU o de que la ONU tenga fuerza para imponerla. Le aseguro que si Israel mostrara una predisposición seria a negociar ni Hamás ni nadie lanzaría un solo cohete. Lo que están haciendo es defenderse y le amparan las leyes. No sólo lo digo yo, sino también la ONU y la sociedad europea, que en la última encuesta oficial, aseguró que las grandes amenazas para la seguridad internacional reside en la actitud de Israel y Estados Unidos.
-¿Qué me dice de la propuesta impulsada por Egipto y Francia? ¿Estarían dispuestos a aceptarla?
-Los palestinos estamos a favor de cualquier alternativa que detenga la masacre y signifique un paso serio en la búsqueda de una paz duradera. Tenemos la esperanza de que con nuestra voluntad y la de la comunidad internacional se consiga detener la sangría. Lo que separa a Israel de ser un estado genocida a convertirse en uno democrático y dispuesto a convivir en paz es su negativa a aceptar las exigencias de Naciones Unidas. Haciendo la guerra no puedes esperar la paz. Esperemos que haya cambios en su dirección, pero no confío demasiado. Desde hace sesenta años, los gobiernos de Israel se han mantenido en la misma línea. Ni siquiera Peres está libre de tener las manos manchadas, tanto en su etapa de ministro como anteriormente, como miembro de las organizaciones terroristas anteriores a 1948. Las formas cambian, pero el estilo y la estrategia es la misma: aniquilar. Como dijo Sharon, para ellos, el mejor palestino es el palestino muerto.
-El embajador israelí en España sostiene que la ofensiva militar es sólo una respuesta a ocho años de atentados palestinos...
-Afortunadamente, la sociedad española es lo suficientemente culta como para no creerse esas mentiras. Yo le preguntaría al embajador qué ha hecho el gobierno israelí en los últimos ocho años. ¿Acaso no han practicado una colonización ilegal y sin justificación en la frontera de Gaza? ¿Acaso no han mantenido bloqueada a la población y a su merced para recibir agua y electricidad? ¿Acaso no han levantado un muro en Cisjordania? ¿Acaso no han dado la espalda a la comunidad internacional que les propone alternativas serias y viables? ¿Acaso no han matado a centenares de personas y mantenido en las cárceles a más de 11.000 ? Sin duda, no puede cubrir el sol con una malla, no puede engañar a nadie. No puede ser tan cínico como para decir que la culpa es de los palestinos, cuando son la tercera potencia nuclear del mundo y tienen más de cuatrocientas cabezas nucleares.
-¿Qué papel desempeña la economía en el conflicto?
-Está claro que es un aspecto esencial, porque la miseria campa por los territorios palestinos. Especialmente porque el ejército israelí está muy interesado en dinamitar la estructura económica de la comunidad. Incluso, han bloqueado acuerdos comerciales de otros países, como el suscrito entre la Autoridad Nacional Palestina y la Unión Europea. Para colmo, el muro ha dejado sin recursos a muchos agricultores.
-Fuentes de la administración israelí dicen que la pobreza se debe a la mala gestión de los palestinos, que utilizan la ayuda internacional para mejorar su armamento...
-Eso es absurdo. La prueba está en la asimetría de armamento. Los palestinos disponen de cohetes parecidos a los de las fallas de Valencia y de los fusiles que Israel permite que pasen los puestos fronterizos. Ellos, en cambio, son una de las grandes potencias militares del mundo. En el Líbano pude ver cómo entraban con tanques para destruir casas que ya estaban destruidas porque eran simples chabolas.
-Imagino que la creación de un único estado regido por la democracia, con igualdad de derechos, es casi una utopía..
-Sí, pero no por la parte palestina, donde, incluso han surgido voces que reclaman la propuesta. Lo que sucede es que no quieren que los palestinos tengan los mismos derechos. En los últimos años, sin ir más lejos, han marginado a los árabes que tienen nacionalidad israelí y viven en los territorios ocupados. Han asediado los barrios en los que la población de origen palestino es mayoría para obligarles a abandonar el territorio. Le recuerdo que hay más de seis millones de refugiados.
-¿Considera que la alarma internacional por el conflicto puede derivar en brotes antisemitas?
-Como palestino, ese tipo de afirmaciones las observo con cautela. En primer lugar, porque nosotros también somos semitas y, sobre todo, porque no creo que la comunidad internacional esté en contra de los judíos, sino de la actuación del gobierno de Israel. La administración acostumbra a tildar de antisemitismo cualquier manifestación en contra. Para Israel, Saramago o Chomsky son antisemitas.