lunes, 26 de enero de 2009

Padres piden cada vez más ayuda por la conflictividad de sus hijos de 6 a 8 años

Padres piden cada vez más ayuda por la conflictividad de sus hijos de 6 a 8 años

Las consecuencias de los procesos de separación y las nuevas tecnologías inciden en la aparición de estos problemas cada vez a edades más tempranas · El centro municipal atendió 106 casos en 2008

Raquel Garrido / Málaga | Actualizado 27.01.2009 - 01:00
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Una familia pasea por la céntrica calle Larios de la capital malagueña.

 
Cada vez son más los padres con hijos de entre 6 y 8 años que se ven obligados a acudir en busca de ayuda para resolver conflictos familiares. El fácil acceso a las nuevas tecnologías a edades tempranas y las consecuencias que los procesos de separación tienen sobre algunos menores están haciendo que cambie el perfil de las familias con problemas de convivencia por culpa del comportamiento de sus hijos. Cruz de Humilladero y Carretera de Cádiz son los distritos que más casos concentraron el año pasado en Málaga capital.

Si hasta ahora los casos más frecuentes que el Centro de Atención a la Infancia y a la Familia (Cemaif) del Ayuntamiento de Málaga tenían como protagonistas a adolescentes y preadolescentes de entre 12 y 16 años, en los últimos años las familias que acuden para preocuparse por cómo educar a sus hijos de apenas 6 ó 7 años van en aumento.

La mayoría de los padres que lo hacen es por los problemas con los que se encuentran para que sus hijos acaten las normas en casa. El responsable del centro, José Antonio Torres, aseguró ayer que en parte se debe a los estilos educativos actuales de muchos padres "que son demasiado superprotectores y al final eso conlleva problemas".

Pero también apuntó como causa el hecho de que ante el menor síntoma de un posible conflicto ahora los padres recurren antes en busca de ayuda "porque son más previsores y más conscientes de las consecuencias en un futuro", señaló.

El uso que estos niños hacen de las nuevas tecnologías como los videojuegos, el teléfono móvil o internet determina ciertos comportamientos y, aunque es ahí donde empieza a configurarse el problema, según Torres, "la dimensión es mucho mayor".

El aumento de este tipo de casos coincide con la entrada en vigor de la nueva Ley de Divorcio. De hecho, el 61% de los 106 casos que el Cemaif atendió en 2008 tenían que ver con menores que habían sufrido un proceso de separación de sus progenitores.

En concreto, el 41% de estas familias eran monoparentales y el 20% familias reconstituidas, es decir, que uno de los miembros de la pareja había rehecho su vida con otra persona. Aunque el impacto en los menores depende de su edad y de cómo transcurra la separación de sus padres.

Sin embargo, sólo uno de cada cuatro familias que recurrieron al centro en busca de ayuda para resolver un conflicto con sus hijos respondía a los cánones tradicionales.

En el caso de las familias originales, el responsable del centro municipal indicó que la mayoría de las veces los problemas también surgen por la dificultad de hacer cumplir a sus hijos con las normas, aunque la diferencia radica en que "es por el poco tiempo que pasan con ellos por cuestiones de trabajo".

Cuando los niños tienen más de 14 años los problemas se agudizan y hay algunos que incluso llegan a agredir verbalmente e incluso físicamente a sus padres, destacó la concejal de Bienestar social, Mariví Romero.

Los distritos donde se dieron un mayor número de casos durante el año pasado fueron Cruz de Humilladero y Carretera de Cádiz. Por detrás se sitúan el distrito Centro y Puerto de la Torre, donde según la edil, se ha notado un incremento en el último año.

La madre es normalmente la que acude antes a pedir ayuda ante un conflicto surgido con sus hijos, mientras que el padre sólo en el 18% de los casos. Según la edil, cuando los progenitores no se atreven a dar el paso son las abuelas las que recurren a este servicio.

Además, otras 225 personas participaron en las escuelas de padres que el centro municipal organizó para ayudar en la educación de los niños.

Los casos que derivan los centros de servicios sociales comunitarios de la ciudad son los más comunes, seguidos de los institutos y el área de la Mujer.