Una oportunidad de inserción laboral
Escuelas Taller, Casas de Oficio y Talleres de Empleo. Con estos cursos se forman aquellas personas que, sin estudios en algunos casos, tienen dificultades para poder acceder al mundo laboral. Pueden elegir entre una gran variedad de cursos para especializarse en diferentes materias
CARMEN ROMERA. MÁLAGA Ayudar a la obtención del título de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) para mayores de 18 años e incrementar las posibilidades de las personas que tienen una posición difícil para entrar en el mercado de trabajo, a través de una formación y unos conocimientos específicos para desarrollar una actividad laboral. Ese es el objetivo de las Escuelas Taller, los Talleres de Empleo y las Casas de Oficio, unos programas mixtos de Formación y Empleo, dependientes de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, cuya finalidad es aumentar la empleabilidad de personas desempleadas.
En la provincia de Málaga hay funcionando en estos momentos 64 proyectos de estas características, en los que la Junta de Andalucía ha invertido 47.317.988 euros, y de los que se están beneficiando unos 1.932 desempleados. Durante el tiempo que se prolongan los proyectos, aprenden un oficio a la vez que desarrollan un proyecto de interés para la comunidad, tutelados en todo momento por profesores de formación básica y complementaria que les ayudan y apoyan. Así, estas personas que han dejado los estudios, no tienen titulación básica o nunca se han escolarizado, pueden obtener el título de la ESO.
Durante este año, han obtenido el título unos 290 alumnos de los 1.267 que se han presentado hasta el momento. La primera convocatoria, realizada en abril, contó con la presencia de 620 alumnos, de los que 76 obtuvieron el título. La segunda, en junio, tuvo a 647 alumnos, de los que 114 obtuvieron el título de la ESO. El alumnado proviene de estas mencionadas Escuelas Taller, los Talleres de Empleo y las Casas de Oficio.
En el caso de las Escuelas Taller y las Casas de Oficio, los alumnos son menores de 25 años. En ellos, durante un periodo de 24 meses, los desempleados disponen de una etapa formativa de seis meses de duración en la que se les asigna una beca de nueve euros por día lectivo de asistencia. El resto del periodo, que corresponde a la etapa de prácticas, reciben el 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
En cambio, los Talleres de Empleo son programas destinados a desempleados mayores de 25 años y tienen un periodo de duración de doce meses, durante el que perciben el 150% del SMI.
Los más demandados
Los cursos más demandados que se imparten dentro de estos ciclos son la pintura y la carpintería, con un total de 141 alumnos inscritos en toda la provincia. Concretamente, se imparten en Málaga capital, Nerja, Coín, Marbella, Mijas, Teba, Torrox, Almogía, Salares, Benamargosa, Genalguacil y Villanueva del Trabuco.
Ayuda a domicilio también está muy demandado por los desempleados, con un total de 103 alumnos, que se imparte también en la capital, Algarrobo, Cortes de la Frontera, Cuevas Bajas, Cuevas de San Marcos, Sierra de Yeguas, Villanueva del Trabuco y Villanueva de Algaidas.
Le siguen fontanería y electricidad, con unos 96 alumnos inscritos en la capital, Nerja, Alozaina, Tolox, Ojén, Torrox y Casabermeja. Los talleres sobre energías renovables y turismo rural también han tenido gran acogida entre los alumnos. En algunos casos, como en la capital, los alumnos han colaborado en las actuaciones que se han llevado a cabo en la Catedral o en la rehabilitación del castillo de Gibralfaro. Ahora también se han demandado muchos módulos de oficios, vinculados a la dependencia y el proyecto que llevan a cabo es la atención a dependientes.
Perfil de los usuarios
El perfil medio de un alumno de Escuela Taller, según el delegado de Empleo en Málaga, Juan Carlos Lomeña, es el de un joven que ha dejado los estudios y no tiene ningún conocimiento o titulación para poder iniciar su proyecto de vida. «Por eso, en centenares e incluso en miles de casos, las Escuelas Taller son una oportunidad indiscutible que cambia por completo el rumbo de vida de los jóvenes que han participado en ellas porque aprenden una profesión con la que se pueden ganar la vida, y también, les ayudan a retomar los estudios básicos que abandonaron en su día», explica Lomeña.
Un porcentaje muy elevado de los usuarios de los Talleres de Empleo son mujeres de unos 40 años, que ya tienen a su hijos mayores, y que quieren volver al mercado laboral una vez que han hecho un paréntesis para criar a sus hijos. «Muchas de ellas tampoco tienen estudios y el Taller de Empleo es la puerta de acceso al cambio», añade.
