domingo, 29 de marzo de 2009

Empleo ha formado a más de 2.000 albañiles desde 2004

Empleo ha formado a más de 2.000 albañiles desde 2004

La Delegación Provincial reconoce que, ante la crisis de la construcción, hay que cambiar el modelo de las escuelas taller · Las nuevas tecnologías, la energía solar o la atención a los dependientes, el futuro

Ángel Recio / Málaga | Actualizado 29.03.2009 - 01:00
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Un apicultor aturde a las abejas con un ahumador antes de sacar los panales de la colmena.

 
 
El pasado miércoles una veintena de alumnos menores de 25 años empezaron a formarse como albañiles en una escuela taller en Rincón de la Victoria. El curso durará dos años y tendrá una parte teórica y otra práctica, en la que mejorarán los accesos a los núcleos diseminados de ese municipio. La pregunta es: ¿Tiene sentido seguir formando a jóvenes para que sean albañiles en plena caída en picado de la construcción y en un sector con cerca de 35.000 parados?

Los datos de los últimos años evidencian que la apuesta por la construcción ha sido clara. Entre 2004 y 2008 se han aprobado escuelas taller, talleres de empleo y casas de oficio ligadas a la albañilería y similares para formar a 2.055 alumnos con una inversión superior a los 44 millones de euros, según los datos del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) que pueden encontrarse en la página web de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía. Los años 2005 y 2006, las escuelas de albañilería eran las grandes protagonistas y sólo en esos dos ejercicios se aprobó formar a más de un millar de alumnos. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo, las escuelas taller tienen una duración de dos años por lo que aquellas que se iniciaron en 2006, en pleno boom inmobiliario, terminaron el año pasado coincidiendo con el declive del sector de la construcción. Los alumnos de Rincón de la Victoria terminarán su formación en 2011 aunque a lo mejor éstos tienen más suerte y se ha producido un nuevo cambio de ciclo.

No obstante, se observa claramente un cambio de tendencia a la hora de organizar estos cursos formativos ya que, en la última convocatoria, la de 2008, se formará sólo a un centenar de albañiles y cobran protagonismo otros sectores como las nuevas tecnologías, las energías alternativas o la ayuda a domicilio.

Juan Carlos Lomeña es el delegado provincial de Empleo de la Junta de Andalucía y comparte la necesidad de un cambio de estrategia en la formación de los jóvenes ya que "como está el mercado laboral en estos momentos no tiene sentido seguir formando a muchos albañiles". Apunta que, dentro del sector, se está dirigiendo hacia algunas especialidades más concretas como el alicatado o el escayolismo, pero confirma que "ahora es inviable mantener una formación tan continua en este sector y parece lógico que formemos a la gente en otras materias".

El Servicio Andaluz de Empleo es el que organiza y financia, casi en su totalidad, la creación y desarrollo de estas escuelas o talleres. No obstante, lo más habitual es que sean los ayuntamientos u otro tipo de instituciones los que reclamen su puesta en funcionamiento atendiendo las necesidades de cada municipio. "Les estamos pidiendo proyectos innovadores y más próximos a las auténticas demandas laborales del mercado, como pueden ser las energías renovables o todo lo relacionado con la ley de dependencia porque, en principio, van a ser sectores de creación de empleo y de futuro", continúa Lomeña. Precisamente se están primando las solicitudes de talleres relacionados con la sanidad y la ayuda a domicilio porque, además de la potencial posibilidad de encontrar un puesto de trabajo, suelen acceder a ellas mujeres, que son la que tienen más dificultades para obtener un empleo.

Los representantes sindicales creen que la organización de escuelas taller o talleres de empleo son beneficiosas, aunque tampoco todo el monte es orégano. Auxiliadora Jiménez, secretaria provincial de Igualdad y Política Social en UGT, también apuesta por la necesidad de un cambio de modelo porque "es verdad que en los años anteriores ha pesado mucho la construcción y ahora habría que incidir en otros segmentos porque no podemos depender siempre del turismo y la construcción. Los típicos talleres de albañil y jardinería ya están un poco agotados". La experiencia personal en su sindicato es, por ahora, positiva. "Estos talleres suelen funcionar bien. El mes pasado terminamos un curso impulsado por nosotros sobre atención geriátrica y sociosanitaria a domicilio y un 30% de los que lo hicieron ya estaban trabajando a la semana siguiente", prosigue.

Antonio Herrera, secretario provincial de CCOO, subraya por su parte que "las escuelas taller son necesarias y positivas porque son una herramienta importante de orientación laboral", pero considera que en ningún caso puede sustituir a la Formación Profesional. En su opinión, "se entiende que estas escuelas se hacen para promover oficios que pueden estar en peligro de extinción, principalmente artesanales, o aquellos que puedan ser considerados nuevos yacimientos de empleo" y critica que hay ayuntamientos y otros organismos que "en demasiadas ocasiones están cogiendo a estos alumnos, que son una mano de obra barata, para hacer trabajos quitándoselo a profesionales. Esto se hace con mucha frecuencia y no hay nadie que lo controle".

El sector de la construcción está de capa caída. El año pasado apenas se iniciaron 11.000 viviendas, el peor registro de la última década, y los Planes Generales de Ordenación Urbana están paralizados -sólo se ha aprobado el de Rincón de la Victoria- por lo que aún quedan varios años para que esta área productiva resurja. No obstante, José Prado, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), defiende que se siga formando a albañiles porque "los gremios siempre están necesitados de buenos albañiles y no se puede bajar la guardia, hasta el punto que las escuelas taller podrían ser una solución para generar más empleo".

En cualquier caso, el debate, manido si se quiere pero siempre de máxima actualidad, es hacia dónde debe ir la economía malagueña para sobrevivir en el actual contexto nacional e internacional. Joaquín Aurioles, presidente del Observatorio Económico de Andalucía cree, por su parte, que Málaga "no tiene ahora una reserva para suplir la carencia de la construcción", considera imprescindible invertir en industria, y hacia ella, en su opinión, debe ir dirigida la formación de los jóvenes. "La formación profesional va a ganar hueco porque necesitamos formar a gente hábil que sepa trabajar y no sólo impartir conocimiento, que es lo que se ha hecho hasta ahora", señala. Aurioles destaca que será la industria la que pueda dar mayores oportunidades de trabajo y, pese a las posibles deslocalizaciones, subraya un dato: "País Vasco, Navarra o Galicia son siempre las comunidades que más crecen en todas las estadísticas y es porque tienen una industria fuerte".

¿Habría que formar a los jóvenes profesionalmente en aspectos más relacionados con la industria para relanzar este sector a medio y largo plazo? ¿Hay industrias que se quieran asentar en Málaga? ¿Volverá la construcción a tener la misma fortaleza del último lustro? ¿Podemos depender siempre del turismo y los servicios? Son muchas preguntas las que se plantean y su solución se verá en los próximos años. Mientras tanto, hay que diversificar la formación profesional de los jóvenes para tocar todos los palos posibles.