domingo, 1 de marzo de 2009

Problemas para cobrar el desempleo

02.03.09 -
 
Souad ChBaral, secretaria de Inmigración de CC.OO. Málaga, apunta otra consecuencia: como los inmigrantes no pueden demostrar que han trabajado al menos los 180 días necesarios, pierden el permiso de residencia, y como se quedan sin permiso de residencia, carecen del derecho a cobrar el desempleo por los días que hayan cotizado, porque el Inem exige este documento para poder solicitar la prestación. El abogado de Málaga Acoge, José Luis Rodríguez, también denuncia esta circunstancia e indica que se les niega un derecho que han conseguido con su esfuerzo.
 
 
 
Olivia llegó de Uruguay buscando un futuro mejor. Durante un tiempo vivió el sueño eropeo y ahora, pese al miedo a volver a la clandestinidad, prefiere continuar su vida aquí
02.03.09 -
 
«Me quedo, aunque sea sin papeles»
Son las víctimas más vulnerables de la crisis. / SUR
Amed vive desde hace cuatro años en la Axarquía. Llegó a Málaga con un contrato de transportista realizado en el lugar de origen, Marruecos. Allí era taxista, pero apenas ganaba para sobrevivir, así que el cambio fue para él un golpe de suerte. Durante todo este tiempo, ha vivido bien, el trabajo sobraba y consiguió reunir a su familia. Su hija nació incluso nació en Málaga.
Un buen trabajo, un buen sueldo, una buena casa, su familia cerca... Amed no podía pedir más. Pero la empresa empezó a notar el fantasma de la crisis y Amed fue el primero en ser despedido hace unos meses. Ahora, le toca renovar el permiso de residencia y entre todos los trabajos que ha hecho por horas no reúne los requisitos. «Estamos muy preocupados porque no sabemos qué va a pasar», explica Amed, quien ha acudido a Málaga Acoge. «Su caso todavía tiene solución, porque ahora está cobrando el desempleo», indica José Luis Rodríguez, abogado de la ONG.
Integrados
El caso de Olivia y su familia pinta peor. Esta uruguaya lleva seis años viviendo en España y ha trabajado como empleada doméstica todo este tiempo, aunque no siempre con contrato, así que ahora que se ha quedado sin empleo, no tiene derecho a recibir ninguna prestación. Su marido también fue despedido de una empresa de publicidad y ya ha agotado el desempleo, así que ahora se encuentran con que no pueden renovar el permiso de residencia. «Estamos buscando trabajo debajo de las piedras, pero no hay nada», se lamenta Olivia. Sin embargo, tiene muy claro que no se irá. «Llevamos mucho tiempo aquí y nuestros tres hijos y nuestro nieto están integrados en España, mientras que en nuestro país no tenemos nada», dice. «Sé que si no nos dan la renovación - justo cuando íbamos a conseguir la permanente- y nos quedamos estaremos de manera irregular, pero aún así no nos iremos, aunque estemos sin papeles», asegura.
Al igual que estas dos familias, muchos inmigrantes han acariciado por unos pocos años el sueño europeo y no se plantean regresar porque apuestan por una vida en Málaga.