lunes, 18 de enero de 2010

El recorte en las subvenciones pone en jaque los programas sociales de las ONG en Málaga

El recorte en las subvenciones pone en jaque los programas sociales de las ONG en Málaga

Muchas organizaciones sociales están con el agua al cuello y se aprietan el cinturón reduciendo personal y actividades

19.01.10 - 01:41 -
Málaga Acoge ha reducido el número de actividades de algunos de sus programas. Cáritas ha visto como durante el pasado año el número de sus usuarios ha crecido un 52% sin que se haya producido un incremento en las ayudas públicas. Colega ha sufrido la reducción drástica de la línea de ayudas de la Consejería de Igualdad. La Asociación Antisida de Málaga (Asima) sólo tiene dinero para tirar otros dos meses... Y lo peor es que el año que se estrena no parece presentarse mucho mejor.
«Los comentarios apuntan a que los recortes van a seguir, pero lo que ocurra en realidad, es un misterio». Alejandro Cortina es presidente de Málaga Acoge, una asociación que se ha visto obligada a rebajar el número de actividades de los programas que desarrolla. «Cuanta mayor sea la financiación a más gente podemos llegar, y mejor», dice. «El problema -añade- es que los recortes se han dado tanto en las subvenciones públicas como en las privadas».
 
Los recortes seguirán
El presidente de Málaga Acoge resopla cuando se le pregunta por las perspectivas para este nuevo años: «Suponemos que se van a dar recortes. Si se sigue la línea de este año, nosotros tendríamos que suprimir algún programa o ajustarlos mucho».
«La crisis nunca debería ser una coartada para recortar en gasto social», afirma David Cedeño, presidente de Colega Málaga, una asociación que ha sentido la drástica reducción de la subvención que recibía de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social y que ha afectado al Servicio de Orientación y Asesoramiento. «Procuramos mantener el servicio y las actividades, pero supone un gran sacrificio para nosotros y en muchos frentes nos vemos desbordados. Es duro, y sientes impotencia cuando no llegas»
No debería ser la función última de una asociación no gubernamental, pero lo cierto es que muchas de ellas han asumido responsabilidades y programas asistenciales que deberían ejecutar las propias administraciones: «Hacemos cosas que deberían hacer las administraciones y que no hacen. Les hacemos el trabajo sucio y además, quieren que lo hagamos por dos duros que te quitan cuando se les antoja», afirma el presidente de Colega.
Esta asociación, como la mayoría, ha vivido la paradoja de contar con menos recursos públicos justo en el momento en el que crecía la demanda. El colectivo ha salido a la luz y eso también ha supuesto la detección de mayor número de problemas.
Ocurre en todos los sectores. De hecho, el último balance presentado por Cáritas es espeluznante. Durante 2009 creció un cincuenta por ciento el número de usuarios de las parroquias adscritas a esta organización cristiana. Los hogares formados por matrimonios jóvenes, con un cabeza de familia cuya edad se sitúa en los 28 años y los inmigrantes que ya estaban integrados y que han perdido sus trabajos son los dos perfiles que más han crecido en cuanto a demanda asistencial. El preocupante incremento de usuarios, que también ha afectado a la mayoría de las organizaciones sociales que trabajan en la provincia, no se ha correspondido con un incremento en los recursos que provienen de las administraciones. «Nosotros sí hemos conseguido aumentar los ingresos gracias a una mayor colaboración de la gente», explica el presidente d Cáritas.
También han sufrido el tijeretazo en las subvenciones organizaciones pequeñas, como la Asociación de Mujeres Operadas de Cáncer de Mama, que tienen puestas sus esperanzas en las ayudas privadas, y otras bastante conocidas, como la Asociación Antisida de Málaga (Asima), no saben si podrán aguantar: «Yo sólo sé que tenemos dinero para seguir funcionando dos meses más», dice Alicia Cueto, su presidenta.