¿Cómo está el empleo en Málaga?
JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ. MÁLAGA La Opinión de Málaga reunió esta semana a agentes políticos y sociales malagueños y una representación del colectivo de parados para tomarle el pulso al mercado laboral y sondear las expectativas de recuperación a corto y medio plazo, teniendo en cuenta los últimos contactos entre Gobierno, empresarios y sindicatos para acordar iniciativas como una posible reforma del mercado laboral.
¿Qué retos afronta el mercado laboral de Málaga?
Juan Carlos Lomeña / Delegado de Empleo de la Junta de Andalucía. Evidentemente la situación es complicada. La Junta viene desarrollando políticas activas de empleo para revertir la situación. El problema es que se necesita crecer a más de un 2,5% de PIB anual para crear empleo, y en Málaga aún más, porque la población activa sube con más fuerza que en otras provincias. La construcción y el turismo –éste último con la crisis de los hoteles de lujo–, están sufriendo mucho. Sí destaco que es la primera de las crisis en la que hay una cobertura muy alta del desempleo: el 80% de los parados tiene prestaciones, y hay ayudas como los 420 euros aprobados por el Gobierno, o los 300 que la Junta dio en su vida para los parados sin cobertura. Estamos comprometidos con la formación ocupacional con planes como PROTEJA y MENTA, pero somos conscientes de que el problema es macroeconómico.
Javier González de Lara / Vpte. ejecutivo de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). La situación es preocupante. Llevamos año y medio de crisis. Se han destruido 67.000 puestos de trabajo en Málaga y volvemos al nivel de 2004. La tasa de paro está al 27%, algo que nadie recuerda. Coincido en que algo de eso tiene que ver con la población activa, que ha subido a niveles del 7% anual ¿A resolver en Málaga? La insostenibilidad de las cuentas publicas, la ineficiencia del mercado de trabajo (no se crea empleo de calidad, ni siquiera en época de bonanza y cuando viene una crisis vivimos un drama social), la falta de capitalización en la economía, con el crédito bloqueado. Y no quiero que las administraciones públicas se vayan 'de rositas' de la crisis mientras empresarios y trabajadores sí la pagan. Tenemos el gasto del Estado, de 17 comunidades y de 8.000 municipios, y las administraciones sólo esperan a que pase la crisis sin afrontar reformas internas. También hay morosidad pública: los ayuntamientos malagueños deben más de 300 millones a sus proveedores.
Juan Antonio García / Presidente de la Federación de Autónomos y Pequeños Empresarios (Facemap). Los empresarios de Málaga dependen demasiado de un solo sector, los servicios. Nos hemos quedado cortos de miras. Pero tampoco he visto aún que las tecnologías arreglen mucho. Veo dos problemas: uno el de la banca, que ni nos oye ni hace lo que le pedimos; el otro es la asfixia económica a la que se somete a los autónomos, y me refiero a las cuotas a la Seguridad Social. Es mejor que el autónomo trabaje a que esa asfixia de cuotas lo empuje a la economía sumergida, que suele pasar.
Auxiliadora Jiménez / Secretaria de Acción Sindical de UGT. La situación es dramática ¿Medidas de choque? No hay varitas mágicas, pero todo pasa por la responsabilidad de los bancos, que deben abrir el grifo de los créditos. Una banca pública como Argentaria hace 20 años hubiera sido de gran ayuda ahora, dado que los créditos ICO no funcionan. Hay que ayudar a la banca pero también exigirle responsabilidades, y hay cajas con resultados que dan miedo. También veo necesidad de acuerdos de Estado, aunque el panorama no va a cambiar en un momento.
Antonio Turmo / Secretario Técnico de CCOO. Parece que todo es responsabilidad del Gobierno, pero también lo es de las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Todo pasa por aumentar el clima de confianza y reactivar el consumo. Se podría plantear la idea de una banca publica, que se desechó en su día y que ahora vendría muy bien para abrir el crédito, además de los pactos de Estado por el empleo.
Agustín del Castillo / Presidente del Colegio de Graduados Sociales de Málaga. Es cierto que hay una crisis global, pero también hay una local en Málaga, y hay que ponerse las pilas. A pesar de los pesares seguimos dependiendo de la construcción, y no sé si se ha hecho bien en pararla (tema de PGOU) o deberíamos haber dejado que siguiera. Nos faltan en Málaga trabajadores cualificados. Y tenemos un gasto público triplicado (local, autonómico y estatal) que, sin embargo, no da un resultado triple. También e está pagando el exceso de financiación de otras años.
Pedro Fco. Sánchez / Asoc. de Parados de la Carretera de Cádiz. Hay una crisis del capitalismo y del sistema financiero. O se arregla el crédito o no haremos nada. Se dice que entre los parados hay máxima cobertura. De acuerdo, pero hablemos de los 420 euros que cobran muchos, y que se van en la hipoteca. Hay situaciones dramáticas en Málaga. La construcción ha caído, sólo queda obra pública, y en gremios como la ferralla hay 6.000 parados. En San Andrés, el paro es del 80%. Y los 40.000 parados de la construcción necesitan una formación activa para recolocarse, remunerada y específica. No podemos ir de curso en curso.
¿Ven un clima adecuado para hallar soluciones?
J. C. L. / Lo importante es que haya pacto y objetivo. Hay 300 medidas en concertación en marcha, existe un acuerdo sobre negociación colectiva y espero que se pueda acometer la reforma laboral, pero cuidado, no le encomendemos todos los problemas. Y en Málaga tenemos el problema de un modelo laboral precario. Hubo un intento por potenciar contratos indefinidos pero duró lo que duraron las bonificaciones de la Seguridad Social (agustín del Castillo asiente). En Málaga llegamos a pasar entonces de sólo un 8,5% de indefinidos firmados al mes hasta el 11% (Antonio Turmo dice que sólo se llegó al 9%). Y también digo: no despreciemos la formación ocupacional. Hemos cambiado el modelo con el plan MENTA, y los cursos ya no se hacen a demanda de la persona sino del mercado. En Málaga se han destinado 50 millones para FPO y ya la han cursado 16.000 personas. Algunas ya trabajan.
J. G. de L. / Hay que recobrar la confianza, pero estamos en un marco de crispación política permanente. Que los políticos tomen decisiones eficaces, con acuerdos globales. En eso deberían tomar nota de los agentes sociales, que podemos sacar pecho. En 1980 se perdieron 180 millones de horas de trabajo en huelgas. El año pasado fueron sólo 18. Fijaos en la importancia de la negociación. Hay que evitar la crispación política, ha fracasado ese modelo de confrontación.
J. A. G. / Estoy de acuerdo con Javier. Y añado con rotundidad: el mejor capital de las empresas son sus trajabadores, y lo aseguro sí o sí. Para el pequeño empresario, su plantilla es como es parte de su familia. Ha estado hasta en la comunión de los niños. No quiere despedir a nadie. Pero sufre una enorme competencia, y ante la imposibilidad de poder afrontar el pago de todas las tasas e impuestos, se las ve y se las desea, y acaba teniendo que recurrir a la economía sumergida para mantener a todos sus trabajadores. No nos podemos meter en un 73% de gastos en impuestos por trabajador. Yo bajaría las cotizaciones a la Seguridad Social.
A. J. / Bueno, en cuanto a las cotizaciones de la Seguridad Social, le recuerdo a los empresarios que son salarios diferidos. Y en la negociación, no queremos que las relaciones laborales sean individuales, porque la colectividad garantiza seguridad, aunque algunos elementos se pueden discutir.
A. T. / Es que estamos en otras peleas, de tipo político. No podemos planificar sólo a corto plazo, sino también a medio y largo plazo. No podemos volver a lo de antes: todo el mundo trabajando en la construcción. Eso no va a volver y cambiar el modelo no es cosa de cinco o diez años sino de más.
A. del C. / Yo apostaría más por los contratos coyunturales (temporales con causa definida) pero con los sindicatos por delante, ojo.
P. F. S. / Y los empresarios deben renunciar a sus beneficios, y no despedir como se está haciendo. Creo que este año se han roto muchos dogmas económicos, y me niego a que los 'gurús' de la economía que no supieron ver venir esta crisis sean los que ahora quieran aportar las soluciones.
¿La subida de impuestos servirá para crear más empleo?
J. C. L. / En un momento como el actual no es viable bajar los impuestos y pretender más servicio público. Se ha demostrado que hacerlo no era una fórmula que permita crear empleo. Aunque sí creo que en España debe de haber una reforma y uniformidad fiscal.
J. G. de L. / Para nada lo comparto. Vale, no los baje, pero tampoco los suba. Son medidas improvisadas, cada viernes, tras el Consejo de Ministros, nos llevamos una sorpresa. Quizá en Andalucía estas cosas se están haciendo mejor, pero en el caso del Gobierno se me abren las carnes. La subida de impuestos, ahora mismo, no sirve más que para desincentivar el consumo y asfixiar aún más a trabajadores y empresarios. Es hora de asumir compromisos, una hoja de ruta.
J. A. G. / Sobre todo de apoyo al tejido productivo y de líneas efectivas de liquidez y avales.
A. J. / Primero hay que decir que los servicios que tenemos hay que pagarlos, luego ya veremos y discutiremos si esos servicios son de calidad o no. Estoy en contra de bajadas de impuestos, pero también digo que si hay subidas, que sean redistributivas. Y no sé si las subidas aplicadas, en esta ocasión, van a generar riqueza.
A. T. / No estuve de acuerdo con las bajadas de impuestos, ya las hiciera Aznar o Zapatero. No se trata de un tema político, sino que entiendo que no es viable. Pero no apruebo la subida de un impuesto como el IVA, que afecta a todos los ciudadanos por igual.
A. del C. / Yo tampoco estoy de acuerdo. Tiene un efecto 'cascabel' negativo para la economía.
P. F. S. / Estamos de acuerdo en que los servicios públicos hay que pagarlos, pero es injusto que suba el IVA igua para todos. Más falta hace una buena política, más inspección contra la economía sumergida y la reforma del sistema bancario. Un ejemplo: si quitamos la cláusula del suelo hipotecario algunos ahorrarían hasta 2.000 euros al año.
¿Qué opinan sobre la posible reforma laboral?
J. C. L. / Hay planes del Gobierno, y habrá que ver cómo evoluciona la negociación, aunque advierto que no se puede esperar que todo salga a un corto plazo. Eso también se puede aplicar a las relaciones laborales.
J. G. de L. / Tenemos que romper las costuras de la negociación colectiva que son de hace 30 años. Me congratulo que ahora se estén llegando a esos acuerdos. La modificación de las relaciones laborales es un elemento más, pero se está destacando el mensaje de que hay que abaratar el despido, y eso no es algo que mi organización (CEOE) esté priorizando. Sí queremos que el marco contractual sea más sencillo. Celebro que ya no haya 'líneas rojas', como dijo el Gobierno hace siete meses. Hablamos de contrataciones a tiempos parcial, de rebajar cotizaciones tan altas. Todo eso afecta a la creación de empleo. No hablamos de despidos, ése no es el tema clave.
J. A. G. / El problema no es que sea caro despedir, lo que es que es caro es contratar. Hay empresarios y trabajadores a los que si se les infla más dejarán de serlo.
A. J. / La reforma laboral puede ser un elemento de influencia, pero no va a resolver la crisis y puede llevar a la decepción a los que esperan que lo haga. El problema es: los que trabajan ¿con qué derechos lo hacen?, ¿en qué condiciones? Y que no se diga que hay problemas para despedir cuando hay 4,3 millones de parados y se ha echado a la gente con despidos improcedentes. Despedir no es caro.
A. T. / El problema no es el despido ni la indemnización. Tiene que haber una flexibilidad interna en el mercado laboral, no a la entrada o a la salida. El 40% de las contrataciones en Málaga son temporales, y eso no se soluciona con más contratos. Hemos tenido un sistema de contrataciones disparatado, y más en Málaga, donde la temporalidad se ha visto como algo normal. Hay que fomentar el contrato indefinido, la temporalidad distorsiona el mercado laboral, con muchas contrataciones que en realidad son fraude de ley porque cubren puestos fijos.
A. del C. / Coincido en que en España es cara la contratación, pero lo único que habría que hacer es respetar la ley laboral. Se podrían modificar algunas cosas. Creo que la antiguedad en las empresas resta competitividad. Debemos hacer más contratos coyunturales.
P. F. S. / Yo lo que digo es que los jóvenes, las mujeres, las amas de casa, ... son los que más pagan. Por favor, hay que fomentar la estabilidad laboral. Los parados no queremos limosnas, no queremos estar en la esquina o en un bar cobrando un subsidio sin trabajar. Queremos un empleo.
