domingo, 1 de noviembre de 2009

La crisis desinfla los cursos de FPO con contrato asegurado

La crisis desinfla los cursos de FPO con contrato asegurado

La oferta formativa para desempleados cae un 70% en los centros subvencionados por la Junta

01.11.09 - 17:07 -
 
Cursos de Formación Profesional Ocupación (FPO) subvencionados para desempleados con un compromiso de contratación mínimo del 60% del alumnado. El reclamo es de lo más sugerente, y sobre todo en tiempo de crisis. De hecho, en los últimos años han sido decenas las academias, centros de formación y empresas de todo tipo que han lanzado estas ofertas, contando con la subvención de la Junta de Andalucía. Sin embargo, el desplome del mercado laboral ha convertido ese compromiso de contratación en una trampa y los centros formativos se enfrentan a la circunstancia de tener que devolver la subvención recibida al Gobierno andaluz por no haber podido encontrarle trabajo a sus alumnos. Así las cosas, ya son muy pocas las empresas que se atreven a ofertar este tipo de ciclos.
«En 2008 conseguimos crear 256 puestos de trabajo. Este año, hasta el mes de septiembre apenas habíamos cerrado 27 o 28 contratos», explica Gustavo Barbeyto, director general de Autesel, un centro de formación profesional especializado en nuevas tecnologías. De aquí a final de año, esta empresa sólo tiene previsto terminar de impartir los dos cursos con compromiso de contratación que tiene en marcha, de electricista y mantenimiento de edificios, «y ya no pensamos pedir más hasta que la situación económica mejore», anuncia Barbeyto.
«Lo que no puede ser es que nos obliguen a colocar a nueve de cada 15 alumnos cuando el mercado laboral está totalmente paralizado, con más de 130.000 parados sólo en la provincia de Málaga y 80.000 pymes que han tenido que cerrar en el último año», argumenta Barbeyto, quien reclama «una mayor flexibilización» en los requisitos para insertar a los desempleados que asisten a este tipo de cursos.
Precisamente, esta reivindicación es la que trasladó el pasado mes de junio la Asociación Provincial de Centros de Enseñanza Privada de Málaga (Acepma) –que agrupa a un total de 58 empresas del sector– al delegado provincial de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, Juan Carlos Lomeña. «Le hicimos ver que la situación es muy complicada y que los centros estamos dispuestos a colaborar en la puesta en marcha de estos cursos y de políticas activas de empleo, pero que se debería plantear una reducción de los contratos de trabajo exigidos o una ampliación del periodo máximo para encontrar un puesto», explica el presidente de Acepma, Felipe Roldán, quien señala que en otras provincias de Andalucía también se están proponiendo medidas similares.
 
Por su parte, Juan Carlos Lomeña descarta autorizar un cambio generalizado en este tipo de ciclos «ya que las empresas que los imparten reciben una subvención que se corresponde con ese compromiso de contratación». En cualquier caso, el delegado de Empleo aboga por estudiar cada caso concreto, pues es «consciente» de las dificultades de inserción laboral.
«Lo que estamos potenciando mucho desde la Junta de Andalucía son los cursos que se imparten en el seno de las propias empresas, que son las que nos demandan los ciclos porque han detectado que necesitan formación para captar nuevos empleados», comenta Lomeña, poniendo cl l ejemplo el caso de la compañía Buscfonía, que ha solicitado e impartido un curso de FPO de telemárketing para 60 alumnos, de los cuales ha contratado a 43 para trabajar en un 'call center' que ha montado en Riogordo. Precisamente, este tipo de perfiles comerciales son los que tienen una mejor inserción en el mercado laboral actualmente, según los datos de Acepma.
 
Tres millones invertidos
Las profesiones relacionadas con las nuevas tecnologías, las energías renovables y el sector de la dependencia y de la ayuda a domicilio copan la práctica totalidad de la oferta actual de cursos de FPO con compromiso de contratación en Málaga. Este año hay concertados 45 módulos formativos de este tipo, con una media de 15 alumnos, en los que la Junta de Andalucía ha invertido más de tres millones de euros en subvenciones. Estas cifras contrastan con las registradas el pasado año, cuando se impartieron 151 cursos de FPO con compromiso de contratación en la provincia, según los datos facilitados por Acepma. La caída es del 70%.
«Hace unos años teníamos varios cursos de este tipo en marcha, pero ya en este ejercicio decidimos no solicitar ninguno, porque veíamos que iba a ser muy complicada la inserción laboral», apunta Antonia Ruiz Oliva, gerente del Grupo Lehmberg, un centro de formación con una larga trayectoria en Málaga. «Lo que sí estamos impartiendo son cursos dentro del llamado Plan Memta de la Junta, que no tienen compromiso de contratación, sino que lo que reciben los alumnos es una prestación económica por asistir», explica esta empresaria, quien destaca el giro de 180 grados que ha dado el mercado laboral en apenas un año. «La caída de la construcción ha sido muy virulenta y ha arrastrado consigo a otros muchos sectores», añade.
 
Pierden la subvención
Las dificultades para encontrar trabajo a los alumnos que cursan los ciclos de formación han llevado a algunos centros a perder parte de la subvención otorgada por la Junta de Andalucía al no conseguir el objetivo mínimo del 60% de inserción. Incluso Juan Carlos Lomeña reseña el caso de una empresa que inició sendos cursos de cocina en Ronda y Antequera y que, debido a sus dificultades económicas, tiró la toalla, obligando a recolocar a sus alumnos en otros módulos impartidos por Comisiones Obreras.
Sin llegar a casos tan extremos, asta la Delegación de Empleo la Junta han llegado ya varios escritos de centros formativos recurriendo la obligación de devolver los fondos recibidos por haber incumplido el compromiso de inserción del 60% del alumnado. «Vamos a poner todas las medidas legales que estén en nuestras manos para mantener los fondos y hacer ver a la Junta de Andalucía que es imposible colocar a nueve trabajadores de 15 si el mercado laboral está como está», advierte el director general de Autesel.
Otro de los centros que este año ha evitado lanzar cursos con compromiso de contratación es la academia Keops Kefren, del Grupo Vértice. Su consejero delegado, Antonio Gallego, también apuesta por una mayor «flexibilización» de las condiciones de contratación, dadas las dificultades del inserción en el mercado laboral.
En cambio, Gallego detecta un aumento de las peticiones de colaboración de empresas concretas, que piden formación para perfiles muy específicos. «Nos convertimos en agentes externos de formación, para, por ejemplo, supermercados o entidades financieras», continúa. Precisamente, esta tendencia de detectar las necesidades del mercado laboral es por la que apuesta ahora la Junta de Andalucía a la hora de conceder los cursos de formación profesional ocupacional.
De hecho, la convocatoria para las empresas privadas sigue abierta permanentemente, mientras que desde la entrada en vigor del Decreto 335/2009 de 22 de septiembre, corresponde a las Áreas Territoriales de Empleo –dependientes de la Consejería– el estudio de las necesidades formativas de cada zona para la oferta de cursos de FPO con compromiso de contratación. «Es un sistema mucho más ágil y pegado a la realidad económica de cada área», considera el delegado provincial de Empleo.

Las escuelas taller forman a 1.200 parados

En pleno chaparrón económico hay determinados colectivos, como los jóvenes menores de 25 años, que lo tienen aún más complicado que el resto para salir de las listas del paro. En estos casos, una opción con futuro y que aúna la formación y el trabajo son las escuelas taller y las casas de oficios, que junto con los talleres de empleo -destinados a los mayores de 25 años-, oferta cada año la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Empleo.
En el caso de la provincia de Málaga, un total de 1.238 demandantes de empleo van a dar un vuelco a su perfil profesional después de participar en uno de los 43 proyectos de este tipo que se han aprobado para el próximo año 2010 y en los que se invertirán casi 30 millones de euros, según informa la directora general de Autónomos, Igualdad y Fomento del Empleo de la Junta, María Dolores Luna.
Esta cifra supone duplicar los fondos que se destinaron a este capítulo hace apenas un lustro, y demuestra la apuesta de la Junta de Andalucía por este tipo de «políticas activas de empleo», según destaca el delegado provincial, Juan Carlos Lomeña. «Uno de los ejes principales de estos talleres de empleo es dar a la persona que está parada una formación de calidad que le convierta en un profesional de prestigio porque, sin duda alguna, el mercado laboral y las empresas demandan siempre a los trabajadores que están mejor preparados», manifiesta.
Así, la inversión media que se hace por alumno y programa es de 27.979 euros en las escuelas taller, de 21.378 euros en los talleres de empleo y de 13.042 euros en las casas de oficio. A estos 43 nuevos proyectos que se van a iniciar antes de final de año en Málaga, hay que sumar los 55 que están en marcha desde el pasado ejercicio, con una inversión superior a los 41 millones y donde se está formando a otros 1.672 parados de la provincia.
Las escuelas taller y las casas de oficio están destinadas a jóvenes desempleados menores de 25 años. Las primeras duran 24 meses, y las segundas, 12. Los talleres de empleo son para mayores de 25 años y duran también 12 meses, con un sueldo del 150% del salario mínimo interprofesional.