domingo, 4 de abril de 2010

Cada vez más malagueños están dispuestos a emigrar por un trabajo

Cada vez más malagueños están dispuestos a emigrar por un trabajo

El aumento del paro en la provincia por la crisis lleva cada vez a más personas a plantearse cambiar de ciudad

05.04.10 - 01:56 -
Lo que hace años era una opción para licenciados recién titulados y personas inquietas y ambiciosas se ha convertido en una necesidad para muchos trabajadores. La crisis ha roto las fronteras en la búsqueda de empleo y, ante una tasa de paro superior al 27%, cada vez son más los malagueños que se plantean hacer las maletas y emigrar en busca de una oportunidad laboral. Así, tres de cada cinco estarían dispuestos a cambiar de ciudad, de provincia o incluso de país empujados por las dificultades económicas, según un reciente estudio elaborado por la empresa de recursos humanos y empleo temporal Randstad.
El hecho de que Málaga sea una de las provincias más castigadas por la recesión, por su gran dependencia del sector de la construcción, hace que el porcentaje de personas que no descartan trasladar su residencia por motivos laborales (65%), sea más alto que la media nacional, situada en el 62%, como argumenta Teresa Rubio, directora de oficina de Randstad en Málaga. El dato es aún mayor en el caso de los hombres (75%) y de los desempleados (70%).
«Antes, cuando la tasa de paro era mucho más baja, había menos movilidad geográfica, pero cuando uno lleva mucho tiempo buscando un trabajo y ve que en Málaga tiene las posibilidades agotadas, se ve obligado a moverse», afirma Rubio, que señala que en el caso de las mujeres, el hecho de que sean menos las que se plantean cambiar de ciudad puede deberse a sus mayores ataduras familiares, «como la educación de los hijos». De igual manera, al estar menos arraigados, el colectivo de inmigrantes, uno de los más golpeados por el paro, también se muestra más dispuesto a moverse si es necesario. En este sentido, el 87% de los extranjeros se trasladaría, frente a un 58% de españoles.
 
Jóvenes sin ataduras
Por edades, los más jóvenes son los que ponen menos reparos a la hora de marcharse en busca de un trabajo. «Tienen menos problemas para iniciar una nueva vida laboral y personal en otro sitio», explica Rubio. Así, mientras el 67% de los profesionales de 16 a 24 años se plantean un cambio, el porcentaje se reduce al 33% en el caso de mayores de 45 años. «A partir de los treinta, es más frecuente tener una hipoteca o vínculos familiares», añade.
El estudio ha detectado también que a menor nivel formativo, más tendencia a la movilidad, ya que las personas más preparadas «tienen más esperanzas de encontrar un trabajo dentro de su propia ciudad». El 80% de los entrevistados con estudios básicos están dispuestos a mudarse, algo que sólo harían la mitad de los universitarios.
Cuanto más amplio es el campo de búsqueda, más posibilidades hay de encontrar un empleo. Es algo que tienen claro muchos trabajadores, que se interesan más por las ofertas laborales en otros puntos de la geografía española o fuera del país. Es un fenómeno que constatan a diario las empresas de trabajo temporal. «Cada vez vienen más personas a preguntar por empleo en el extranjero», cuenta Teresa Rubio, que advierte de que la disponibilidad geográfica es una de las virtudes más valoradas hoy día en el currículum de cualquier aspirante.
 
Cambio de perfil
La Red Eures, que tiene como objetivo fomentar la movilidad laboral en el espacio europeo, ha experimentado en los últimos tiempos un importante incremento de los malagueños interesados en trabajar fuera de España. Así lo confirmaba recientemente Isabel Moya, consejera en Málaga de este servicio: «Ha crecido la cifra de consultas, pero sobre todo ha aumentado el empeño de los candidatos, que ahora son mucho más activos». El perfil de las personas que contactan con Eures también ha cambiado. Aunque en su mayoría siguen siendo universitarios recién titulados, aparecen nuevos colectivos, como parados de la construcción o inmigrantes.
Y es que los países que más interés suscitan entre los desempleados malagueños son los europeos, junto a economías emergentes como Dubai y Emiratos Árabes, según señala Eva María Rascado, responsable de orientación de la asociación Arrabal, que ha registrado un aumento importante del número de personas que se interesan «por encontrar empleo fuera de Málaga». La mayor parte de los que quieren probar fortuna lejos de su ciudad natal «son jóvenes con estudios superiores o, por el contrario, sin ninguna cualificación específica». «En ambos casos, carecer de cargas familiares supone una ventaja a la hora de tomar esa decisión», apunta Rascado.