CRISIS ECONÓMICA | Advierte también de brotes xenófobos
Cáritas atiende un 28% más de parados que el año pasado
- Las empleadas del hogar lo están pasando especialmente mal con la crisis
- Mujeres, inmigrantes y con estudios básicos, el perfil más habitual
- La precariedad económica favorece los brotes xenófobos
José Manuel Vidal | Madrid
Los usuarios de los programas de empleo de Cáritas aumentaron un 28% respecto al año pasado y un 42% en los dos últimos años. En 2009, Cáritas ha atendido en concreto en su programa de empleo a 95.694 personas.
Por eso, la 'mano solidaria y caritativa' de la Iglesia católica asegura que la crisis se "está cebando" con los más pobres y denuncia la creciente precarización del trabajo ya de por sí escaso, lo que provoca "ciertos brotes xenófobos".
Esfuerzos con los más pobres
El secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, aseguraba, en rueda de prensa, tras avanzar estas cifras que "la crisis afecta mucho más a los personas más pobres y excluidas". En ése sector de los últimos es en el que centra sus esfuerzos de formación y reinserción la organización eclesial.
El perfil tipo del que acude a Cáritas en busca de empleo es el de una "mujer, joven, inmigrante y con estudios básicos". La crisis, según Mora, se ceba especialmente en estos colectivos y en el de las empleadas de hogar. Mora pide programas especiales para los más jóvenes, "cuyo presente es muy injusto, vulnerable y excluyente", asi como el paso al régimen general de la Seguridad Social de las empleadas de hogar, un colectivo "de alta precariedad".
Empleo, aunque sea precario
Ante la gravedad de la situación del paro, Caritas reconoce que ya se está dando cierta lucha por el empleo, aunque sea precario. "Hoy, nadie dice no a un trabajo y, por eso, es muy difícil que quede libre un puesto". Eso puede provocar "ciertos brotes xenófobos", episódicos.
Aún siendo esporádicos, Mora asegura que "no se puede justificar ningún brote de racismo", porque "la inmigración es un hecho positivo" y, por eso, "se debe mantener el nivel de acogida de los inmigrantes por parte de la sociedad y de la Iglesia".
También los musulmanes confían en Cáritas
Desde su conocimiento de la realidad, Cáritas lucha por buscar trabajo para los que "están más abajo en la escala de empleabilidad", es decir "a los últimos de los desempleados". Porque, el trabajo no es sólo "una renta para vivir, sino un medio de realización personal y social".
Por estar a pié de obra, Cáritas es, como dice su secretario general, "una de las primera instituciones en notar los cambios de la realidad social". De ahí que a sus programas acuda cada vez más gente.
Cáritas los forma y trata incluso de encontrarles salida laboral a través de los programas de generación de empleo social. En concreto, en 2009, ha conseguido insertar laboralmente a 14.576 personas.
Como dice Sebastián Mora, "Cáritas no sólo da de comer al que tiene hambre, no sólo da peces, sino que ayuda a pescar". Y la gente lo sabe y, por eso llama a sus puertas. Especialmente los inmigrantes.
Llama la atención, en este sentido, que el colectivo musulmán sea "uno de los que más acude" a la organización caritativa de la Iglesia católica, inmediatamente después de los latinoamericanos. Una señal evidente de que la caridad y la solidaridad no entiende de fronteras religiosas.
Experiencias de acogida y acompañamiento
Para ponerle rostro a la frialdad de las cifras, Cáritas ha confeccionado un cuaderno sobre 'Experiencias significativas' que están funcionando en el ámbito del empleo.
Por ejemplo, Ana López de Cáritas Albacete, presentaba el proyecto 'Fuera de serie', una empresa de ropa usada que da trabajo a 40 personas. O 'Viveros el sembrador' de Hellín, otra empresa de inserción dedicada a la repoblación forestal. Y así, otros mucho en toda España.
Y es que, como dice Sebastián Mora, el secretario general de Cáritas, "crear empleo digno y estable también es algo socialmente rentable".
