El Grupo Affirma ya ha cerrado con las cajas la compra de Isofotón
La adquisición al Grupo Bergé se ha realizado por importe de unos 45 millones de euros
El Grupo Affirma, que junto a la coreana Top Tech alcanzaron la pasada semana un acuerdo para la compra de la empresa malagueña Isofotón al Grupo Bergé, ya tiene cerrada con Unicaja y Cajasol la financiación necesaria para acometer el proyecto. El acuerdo con las cajas para la obtención de los alrededor de 45 millones de euros necesarios para comprar Isofotón se firmó hace unos días, con la que la jornada de hoy, martes día 15, se vivirá sin sobresaltos. Y es que el compromiso de compra con Bergé estaba condicionado a que los ofertantes tuvieran la financiación cerrada para hoy o, como mucho, para mañana.
Ahora todo queda a la espera de que alguno de los actores involucrados en la operación, o la propia Junta de Andalucía como intermediadora que buscó a los compradores para Isofotón, quieran dar oficialidad al asunto.
Según explicaron ayer fuentes del sector, el acuerdo garantiza el mantenimiento de los 700 empleos. La operación supone la venta del 100% de la compañía, lo que equivale a la salida total del Grupo Bergé, máximo accionista hasta la fecha de Isofotón.
La decisión de Bergé de asumir hace unos meses como propia la deuda de 360 millones de euros que acumulaba Isofotón para dejarla libre de cargas y más atractiva de cara a posibles inversores ha sido una de las claves que han posibilitado que aparezca finalmente un interesado en comprar la firma malagueña.
Futuro en China
El grupo español Affirma y la coreana Top Tech manejan un ambicioso proyecto industrial de expansión en China, por lo que se cuenta con toda la plantilla –700 trabajadores– e incluso se podrían tener opciones de ampliar personal. El mantenimiento de los empleos es una de las condiciones que puso la Junta de Andalucía cuando buscaba inversores con los que conseguir la viabilidad de Isofotón, abocada a la quiebra si no lograba un socio o comprador.
La Junta peleó por buscar firmas con un proyecto de carácter industrial y no financiero (es decir, con una cartera de clientes, y no sólo aportando dinero, lo que tampoco solucionaba mucho). Con esto se pretendían subsanar los problemas que Isofotón tenía a la hora de buscar mercados y nuevos clientes –lo que le llevó a la crisis–, ya que el verdadero fuerte de la empresa malagueña es la calidad de sus placas fotovoltaicas. El Grupo Affirma cumple perfectamente con ese rol, dado su potencial comercial.
