domingo, 1 de febrero de 2009

Días de eclipse en Isofotón

Días de eclipse en Isofotón

 
Días felices. El Rey, junto a Álvaro Ybarra y Magdalena Álvarez, inauguró en 2006 la nueva planta.  C. C.

La empresa fundada en 1981 por el profesor malagueño Antonio Luque recurre al ERE entre indicios de una mala gestión, pese a cerrar 2007 con ventas oficiales de casi 300 millones

JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ. MÁLAGA Con 28 años de historia, Isofotón atraviesa el momento más delicado de sus últimos años. La crisis económica internacional ha dado al traste con la fenomenal trayectoria de una firma que pasó de facturar -según las cifras oficiales de la propia empresa- 27 millones de euros en el año 2000 a casi 300 en 2007. Ahora se negocia con los sindicatos un ERE temporal (o ERTE) que afectaría a 713 trabajadores, aunque los representantes laborales pretenden rebajar algo la cifra y que los 90 días de suspensión de contratos se repartan entre marzo y agosto, y no a lo largo de todo 2009. Tras las dos primeras reuniones en Madrid, la negociación seguirá esta semana en Málaga.

1. Luque, el inventor
Isofotón nace en el año 1981 como un proyecto ´spin-off´ de la Universidad Politécnica de Madrid para desarrollar una tecnología de fabricación de células fotovoltaicas a partir de obleas de silicio. Por fortuna para Málaga, el creador de la patente es el profesor Antonio Luque (Málaga, 15-8-1941), que decide crear una empresa en su tierra natal para producir estas células. Tras una ardua labor persuasiva, convence a una docena de empresarios malagueños para que inviertan en su idea. Con un capital de unos 24 millones de pesetas nace Isofotón, a quien le cabe el honor de ser una de las firmas pioneras de base tecnológica de España.
En 1985, se incorpora la tecnología de fabricación de colectores térmicos y comienzan a ofrecerse soluciones energéticas solares tanto en el ámbito fotovoltaico, destinado a la producción de electricidad, como en el térmico, para la producción de agua caliente. Desde sus inicios, la empresa se vuelca en una loable labor en el terreno de la electrificación rural en países en vías de desarrollo, sobre todo en Latinoamérica y en África, que le otorga un creciente prestigio.

2. Años difíciles
Los primeros años de Isofotón, instalada en una nave del polígono industrial San Luis, son sin duda complicados ya que el mercado, en los años 80, no están aún preparado para la emergente energía solar. Como recuerdan algunas voces del sector, "el coste del silicio era mayor que la célula terminada y así era imposible ganar dinero".
La aportación económica por parte de la Junta de Andalucía y la aportación tecnológica de empresas como Abengoa y Alcatel sacan a la empresa del atolladero, aunque en 1989 sigue arrojando pérdidas. Antonio Luque deja la presidencia y vende sus acciones a un precio simbólico. En 1991, el antiguo Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) se hace cargo de Isofotón, lo que endereza la trayectoria de la empresa. Pero el verdadero golpe de timón llega en 1997, cuando la firma es adquirida por el Grupo Bergé -la Junta también vendió sus acciones a precio simbólico-, lo que permite potenciar las actividades comerciales y productivas.

3. Despegue
Con Bergé, Isofotón entra por fin en beneficios, creciendo a un ritmo que en algunos años alcanza el 50%. Las exportaciones se convierten en el pilar fundamental de crecimiento de la empresa, que en el año 2002 recibe el premio Alas a la Exportación de la Junta de Andalucía y el premio Príncipe Felipe a las Energías Renovables y a la Eficiencia Energética.
La empresa se convierte en la novena firma de energía solar del ´ranking´ mundial y en la segunda a nivel europeo (tras Q-Cells), liderando el mercado en países clave como Alemania. La facturación se sitúa en 2006 en los 175 millones de euros, lo que implica un aumento del 372% en cinco años.

4. Plan ambicioso
Para entonces la compañía acomete su traslado al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), en vista de que las instalaciones del polígono San Luis se han quedado obsoletas. El 28 de noviembre de 2006 el rey Juan Carlos inaugura oficialmente, junto al entonces presidente Álvaro Ybarra, una espectacular planta de 28.000 metros cuadrados que ya venía funcionando desde inicios de ese ejercicio. Ese día se anuncia la aspiración de la compañía de llegar a los 1.500 empleados para el año 2011, con una inversión prevista de 200 millones de euros para ampliar las flamantes instalaciones con un edificio anexo (actualmente todavía en construcción).
La firma se acerca a los 800 empleados en plantilla y pone en marcha, junto a Endesa, la construcción de una planta de fabricación de silicio en Los Barrios (Cádiz). Se pretende acabar así con uno de los problemas que encuentra Isofotón para aspirar a mayores cotas de crecimiento: la dependencia externa del suministro de polisilicio. La planta debería inaugurarse en este año 2009. Precisamente es en estos ambiciosos planes de expansión donde algunos han querido ver los actuales problemas de la firma.

5. Llega la crisis
Tras firmar una facturación récord oficial de 297 millones de euros en el año 2007 y mantener contactos al más alto nivel en Japón y China, la compañía se muestra ambiciosa y lanza una previsión de ventas de 490 millones para el 2008. El optimismo no es infundado, dados el dinamismo del mercado y la entrada en agosto de 2007 de la potente Banca March en el accionariado de Isofotón (compra un 26%).
Pero los días de vino y rosas que vive Isofotón comienzan a declinar al ritmo que marca la actual crisis económica. En mayo de 2008 se producía la salida de José Luis Manzano, tras más de 20 años de estancia en la firma, en la que pasó por los cargos de director comercial y de exportación y, desde 2005, como consejero delegado. La salida resultó sorprendente por cuanto en el mes de febrero había sido nombrado vicepresidente. En la presidencia también se había producido el relevo de Ybarra por Pedro Enciso Bergé.
Las primeras señales de alarma las dan los drásticos recortes de personal eventual que se realizan tras el verano. La salida en noviembre de 170 trabajadores a los que no se les renueva el contrato traslada el problema a la opinión pública, al secundar parte de la plantilla una manifestación a las puertas de la empresa. Algunos trabajadores y representantes laborales critican la actitud del nuevo consejero delegado, Ignacio de Colmenares. La empresa alega que el mercado está parado, y que la falta de liquidez que estrangula a sus clientes a la hora de pagar los pedidos también le está pasando factura.

6. El temido ERE
Aunque la empresa descarta entonces que vaya a presentar un ERE, la suerte está echada. En enero salen 22 trabajadores más, en este caso indefinidos de plantilla, y días después se filtra la preparación del ERE por parte de Isofotón. Los sindicatos especulan con la posibilidad de que pueda haber hasta 400 afectados en el expediente, pero la empresa apunta alto y presenta el pasado viernes en el Ministerio de Trabajo e Inmigración un solicitud para la suspensión temporal por un máximo de 90 días por persona de 713 contratos, el 95% de la plantilla total. Un total de 649 afectados pertenecen a la planta de producción de Málaga y el resto a la de Madrid, donde la empresa tiene una sede administrativa. Para algunos trabajadores -y aunque en realidad las situaciones son completamente distintas- el fantasma de Vitelcom está demasiado cercano como para no estar enormemente preocupado.
En estas últimas semanas se ha iniciado la negociación del ERE, en medio de la polémica en torno a si será el Ministerio de Trabajo o la Junta de Andalucía la que tenga la última palabra a la hora de tramitar el expediente. La cuestión no es baladí para los sindicatos, que consideran que la Junta podría presionar más a Isofotón, teniendo en cuenta que en los últimos años sólo el Gobierno andaluz ha destinado casi 30 millones de euros en ayudas públicas a la firma de energía solar. La gestión de ese dinero es algo que preocupa tanto a la Junta como a los sindicatos.

7. ¿Mala gestión?
¿Qué ha pasado en Isofotón para llegar a esta situación? Es indudable que la crisis financiera internacional ha pesado, al paralizar casi por completo el mercado y dejar sin liquidez a los clientes de Isofotón, que acumula en sus instalaciones un stock valorado en 20 millones de euros. De esta forma, todos coinciden en que es indispensable que la fábrica detenga su producción al menos un mes para dar salida a ese material, so pena de que el acumulado llegara a los 60,2 millones en el primer cuatrimestre de 2009, tal y como se alega en la solicitud del ERE.
Sin embargo, la impresión de que ha existido una mala gestión anterior es más que una sospecha que ronda a sindicatos y trabajadores, como refleja el hecho de que Isofotón haya presentado esta semana en Madrid una demanda judicial contra su antiguo consejero delegado, José Luis Manzano, por supuesta alteración continuada de la contabilidad.
"Afrontar una situación de crisis creyendo que tu posición económica es una, y descubrir después que es otra peor también ha repercutido para llegar a esto. Ha habido una mala gestión del anterior equipo", apuntan fuentes laborales. El 2008, según reconoce Isofotón en el ERE, ha registrado un resultado ordinario acumulado negativo de 67,14 millones,
La absoluta falta de liquidez que sufre Isofotón también se achaca a decisiones ambiciosas pero quizá temerarias: las obras de ampliación de la planta del PTA (hoy paradas) y el desarrollo de la planta de polisilicio en Los Barrios, un proyecto que también parece un error de cálculo ante la barata materia prima que llega de terceros países. Estas actuaciones mantienen un inmovilizado superior a los 500 millones que ahora se echan en falta para lo que, con esta crisis, parece lo más perentorio: nadar y guardar la ropa.